Colores para combinarlo bien
El verde agua puede adquirir distintas personalidades en función de con qué lo combine. Estas son las parejas que mejor le sientan:
Fibras y madera, la pareja ideal del verde agua
No hay materiales que le sienten mejor. Porque le aportan la calidez que le falta y enfatizan su aire natural. ¿Ejemplos? Sillas de fibra y cojines en verde agua; una mesa de madera y una vajilla en verde agua; un cabecero de bambú y ropa de cama en verde agua… Son parejas perfectas que aportan un aire muy natural, fresco y eco a su casa.
El verde que viene…
Pero si el verde agua siempre es bienvenido en casa, sea la estación que sea, hay otro color de la misma gama que llega para intentar usurparle el trono: el verde menta, actualizado con un nuevo nombre: Neo Mint. Se trata de un verde muy luminoso que no solo compite con el verde agua sino también con el eterno gris porque puede ser tan fresco como aquel y tan elegante como este último. Un comodín decorativo que también crea espacios naturales y, a la vez, de tendencia.
Verde, el color de la calma
Cualquiera de los dos tonos, verde agua o verde menta, generan una atmósfera serena y armónica, y consiguen transmitir estas sensaciones a quienes rodean. Así, un espacio pintado o decorado con estos tonos nos equilibrará y conseguirá que nos sintamos mucho más tranquilos y confiados. Son los colores de la calma.
Verde agua y amarillo: el amarillo le aporta vida y multiplica su luz. Verde y amarillo es sinónimo de verano. El agua nos remite al mar y el amarillo, al sol. Calidez y frescura a partes iguales.
Verde agua y blanco: luz a raudales. Una combinación playera, sí, pero también campestre. Para estilos hippy-chic nada ostentosos.
Verde agua y verdes oscuros: aire selvático. Cuanto más oscuros sean estos, más fresco se verá el verde agua. Una combinación armoniosa y muy cool.
Verde agua y azules: otra combinación muy, muy fresca. Si el azul es oscuro, la combinación gana fuerza y elegancia.
Verde agua y rosa: un mix joven, divertido y desenfadado, con cierto aire vintage.
Verde agua y gris: suavidad extrema. El gris compensa su frescura con sobriedad y lo convierte en un tono perfectamente invernal.
Verde agua y blanco: luz a raudales. Una combinación playera, sí, pero también campestre. Para estilos hippy-chic nada ostentosos.
Verde agua y verdes oscuros: aire selvático. Cuanto más oscuros sean estos, más fresco se verá el verde agua. Una combinación armoniosa y muy cool.
Verde agua y azules: otra combinación muy, muy fresca. Si el azul es oscuro, la combinación gana fuerza y elegancia.
Verde agua y rosa: un mix joven, divertido y desenfadado, con cierto aire vintage.
Verde agua y gris: suavidad extrema. El gris compensa su frescura con sobriedad y lo convierte en un tono perfectamente invernal.
Acentos en verde agua
Elegir complementos pequeños en verde agua no tiene ningún problema. Puede poner en su casa tantos como quiera. Y si se cansa un día del color, cambiar los complementos no representa ni un gran gasto ni un gran esfuerzo. Pero si la que es verde agua es una pieza importante como el sofá, aquí, lo mejor es no abigarrar de verde el espacio. Elija, pues, un sofá en verde agua y deje que sea único en la estancia. Como mucho, ponga algún detalle más en el mismo color, pero pocos. Solo así conseguirá no cansarse nunca de él.
Otra forma de decorar con el verde agua sin miedo a saturarse es a través de los textiles. Cojines, plaids o colchas son muy fáciles de cambiar y no representan un desembolso imposible de hacer cuando siente la necesidad de redecorar su vida.
Fibras y madera, la pareja ideal del verde agua
No hay materiales que le sienten mejor. Porque le aportan la calidez que le falta y enfatizan su aire natural. ¿Ejemplos? Sillas de fibra y cojines en verde agua; una mesa de madera y una vajilla en verde agua; un cabecero de bambú y ropa de cama en verde agua… Son parejas perfectas que aportan un aire muy natural, fresco y eco a su casa.
El verde que viene…
Pero si el verde agua siempre es bienvenido en casa, sea la estación que sea, hay otro color de la misma gama que llega para intentar usurparle el trono: el verde menta, actualizado con un nuevo nombre: Neo Mint. Se trata de un verde muy luminoso que no solo compite con el verde agua sino también con el eterno gris porque puede ser tan fresco como aquel y tan elegante como este último. Un comodín decorativo que también crea espacios naturales y, a la vez, de tendencia.
Verde, el color de la calma
Cualquiera de los dos tonos, verde agua o verde menta, generan una atmósfera serena y armónica, y consiguen transmitir estas sensaciones a quienes rodean. Así, un espacio pintado o decorado con estos tonos nos equilibrará y conseguirá que nos sintamos mucho más tranquilos y confiados. Son los colores de la calma.
Vía: Westwing
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