



En la intervención de la segunda planta se quiso dotar de independencia total a una de las partes, dándole entidad de "vivienda" e incluso dotándola de un acceso diferente.

En la nave central se sitúa la zona de de estar, la cocina, el comedor, la biblioteca y la escalera, que comunica con las plantas inferiores. La cocina, totalmente abierta al espacio central, tan solo está separada de éste por un cristal de grandes dimensiones. En el lateral de la cocina una gran puerta rompe la armonía de la pared de piedra para descubrir la zona de biblioteca integrándola así al espacio central. En el centro se ubica la sala de estar, con paredes forradas de madera que integran el acceso a la biblioteca y a las dos habitaciones.

A ambos lados de la sala se sitúan las dos habitaciones. Un muro exento vertical, que sirve de cabezal, da paso a la zona de cama y el vestidor, y a la vez sirve de elemento distribuidor del espacio. Tras el muro se sitúa la zona de lavabo que combina elementos de Corian® con metacrilato fluorescente, resultando un contraste muy atractivo.
Los materiales utilizados en el proyecto reflejan el equilibrio estético de la vivienda así como un estilo urbano. De este modo, la base cromática que sirve de modelo es el techo, en el que se han conservado las vigas originales, de madera clara combinada con blanco. Para la decoración de la segunda planta se ha utilizado este material y colores en el mobiliario. Tonos neutros que, combinados con la madera clara, aportan calidez a la vivienda. Se han añadido también algunos toques metálicos como lámparas o la encimera de la cocina para dar un toque más urbano a esta vivienda del siglo XIV, e integrarla en el entorno de la ciudad.
Vía: diario DESIGN
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