lunes, 18 de diciembre de 2017

Color mint, qué es y cómo decorar con él

Si les gustan determinados estilos o simplemente la moda, seguro que habrán oído hablar del color mint. Un tono que siempre ha estado ahí, pero que al ponerse de moda recibió esta denominación, por parecerse al tono menta. Este color mint se utiliza mucho en ambientes nórdicos y es de donde parte la tendencia, pero también se ha usado mucho en la moda
Si le gustan los tonos suaves y luminosos para el hogar, este color es ideal para decorar los ambientes de la casa, tanto en las paredes como en pequeños detalles que desee añadir a los espacios. Es un color que ya hace tiempo que es tendencia pero que también hay que saber incorporar a nuestro hogar.
Qué es el color mint
El color mint es un tono verde pastel. En la gama de tonos más suaves encontramos este verde tan fresco que es perfecto para darle color a los espacios sin quitarle luminosidad. Esta denominación del color es algo reciente, ya que apareció cuando se convirtió en toda una tendencia en moda y decoración. Los tonos pastel son colores de una gama mucho más suave, con menos saturación de color, y en este caso se trata de un color verde tirando a turquesa en su gama pastel.

Color mint en espacios infantiles

El color mint se ha vuelto realmente popular en los espacios infantiles. Esto es así porque los tonos más suaves son ideales para los niños y para sus cuartos, ya que invitan a la relajación y crean bonitos ambientes luminosos. Este color verde se suele integrar en habitaciones infantiles de estilo escandinavo. Este estilo busca crear espacios luminosos y sencillos, en los que apenas se incluyan colores y todo tengan un aspecto básico pero muy delicado y actual. En estos cuartos es muy habitual utilizar colores pastel y entre ellos el verde menta o mint del que hablamos.
En las habitaciones infantiles podemos incluir este color de muchas maneras. Con pequeños muebles para pintar, o bien con detalles decorativos. Otra forma de añadir este tono al cuarto infantil es pintando parte de las paredes, nunca saturando con él. Es un color con mucha personalidad pero hay que utilizarlo en su justa medida para que no nos llegue a cansar. Lo bueno de este tono es que es un color que invita a la serenidad, por lo que es perfecto para cualquier hogar.

Color mint para el baño

El baño es otro lugar en el que podemos incluir este bonito color mint. Es un color bastante parecido al turquesa aunque más suave, por lo que es perfecto para esta zona, ya que nos vincula con el agua. Es además un tono fresco y luminoso. Es posible ponerlo en los azulejos, o bien incluir algún tipo de mueble que lo lleve. Es perfecto también para los baños vintage que deseemos renovar con un toque de tendencia. Si decide añadirlo al baño, puede dejar que sea el protagonista, mezclándolo solamente con tonos básicos como pueden ser el gris o el blanco.

Color mint en pinceladas

Este color es perfecto para dar un toque alegre a cualquier rincón de nuestra casa. En este sentido podemos añadirlo en pequeñas pinceladas. Si no encuentra accesorios mint en las tiendas siempre puede pintar cosas que tenga por casa con pintura en este tono. Un jarrón, las patas de un taburete o una pequeña estantería pueden darle un toque diferente a todo. La clave está en elegir pocos tonos y de base colores básicos como el blanco, que hacen destacar este bonito color mint.

En cualquier habitación podemos hacer que una pieza del mobiliario sea el protagonista añadiendo este bonito color. Puede renovar esos muebles antiguos de madera que tenga por casa con este novedoso colorido. Una silla, una mesa o la mesita de noche del cuarto de los niños. Es un color que hace que cualquier pieza pueda destacar sobre un fondo sencillo.

Mezclas para el color mint

Hay formas y formas de añadir el color mint a nuestro hogar, pero siempre debemos hacerlo con cuidado. Para empezar es importante que este color mint se combine con otros colores en su gama pastel, para que no desentonen. De hecho, si añade colores con más saturación verá que no se llevan con el verde menta y que no se complementan. Los tonos ideales en este caso son algunos como el gris claro o el mostaza claro o el cobre, que le dan un contraste y calidez. Los tonos base siempre van a ser perfectos para este color, como el blanco, y a veces también se combina con el negro, aunque es menos habitual porque le resta luminosidad.

Es mejor evitar añadir demasiados colores para hacer que los tonos pastel destaquen. Es posible añadir muebles en madera natural pero en las tonalidades más suaves y claras que hay, que son las que combinan bien con el verde menta.

Vía: decoora

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