Porque en este piso de XXX m2 la distribución no sigue ninguna norma establecida sino que se adapta a las necesidades de sus propietarios. Su decoración resulta también un tanto sorprendente. Lo mismo encontramos detalles muy vanguardistas -como el urinario rojo del baño de cortesía-, como mobiliario clásico como las sillas Thonet alrededor de la imponente mesa de comedor de madera natural.
Sus dueños, una pareja alemana, dieron "manga ancha" a los interioristas Egue y Seta para que en el piso convivieran distintos ambientes en lugar de crear un ambiente neutro y uniforme en toda la casa.
Ellos no buscaban una casa de revista, optaron por la sorpresa y, sobre todo, querían una casa en la que no aburrirse.
En este piso encontramos suelos de mosaico hidráulico original y recuperado, habitaciones de diseño contemporáneo de rabiosa tendencia y modernidad entre vigas de madera y bovedilla catalana tradicionales.
Situado en el ensanche barcelonés, el piso invierte enteramente la distribución tradicional de los pisos de esta zona. Porque aquí, las habitaciones nobles que dan al exterior a través de dos preciosos balcones, no acogen la habitación principal ni el salón ni el comedor ni tan siquiera una fantástica cocina. Este espacio de vistas privilegiadas (con su natural bullicio), ha sido cedido a un despacho doble y a una biblioteca de carácter clásico. Una biblioteca que juega con las simetría y el color porque en cada lado se sitúan un despacho completa, cada uno versionado en colores negro y blanco respectivamente.
Por el contrario, en el mismísimo centro de la vivienda, se ubica la habitación en suite de la pareja. Una gran habitación flanqueada por dos generosos patios de luz, a los que se accede a través de dos puertas balconeras. La cama mira en parte, (sin ningún pudor) al vestíbulo de entrada, a través de un jardín interno que se apoya en una zona muy teatral con paredes y techo oscuros. Esta habitación, -que recrea un camerino-, desemboca en un vestidor y un cuarto de baño dobles, de revestimientos blancos hexagonales, con rejuntados oscuros y con carpinterías negras con grandes reflejos provenientes de espejos y cristales texturizados.
La "zona pública" o la cocina, salón y comedor se sitúan en el extremo más alejado de la calle, ahí donde tradicionalmente se hubiesen encontrado las habitaciones.
Esta zona incluye una formidable terraza ganada al patio interior de manzana a través de una preciosa galería de cristales tintados y diseño modernista. Aquí, los estilos y las tendencias vuelven a unirse cómodamente como en el reto de la casa. En la zona del estar los terciopelos y las pieles contribuyen a crear una sensación sofisticada en un entorno étnico, gracias a las alfombras tejidas a mano y a los mosaicos hidráulicos recuperados.
Mención especial merecen los cuartos de baño y el aseo que además de ser útiles destacan por divertidos diseños.
El baño de invitados oculta una bañera semicircular tras un seto de palmas y una veneciana sugerentes que dejan fluir la luz natural desde el vestíbulo, al tiempo que permiten adivinar siluetas desde el exterior.
En el otro extremo, el aseo de cortesía es una mezcla potente y atrevida de elementos como las baldosas negras sobre el papel pintado tropical; un inodoro de diseño retro y el sorprendente urinario inspirado en logo de los Rolling Stones.
La casa incluye una habitación infantil diseñada con mobiliario de aspecto antiguo con cómodas de diseño vintage que conviven con la cuna de estilo nórdico y un asiento de bambú.
Y en este ambiente tampoco podían faltar las plantas (marca inconfundible de Egue y Seta), y una frondosa Kentia destaca sobre los mosaicos originales de la casa, que han visto crecer ya a muchas generaciones, y lo seguirán haciendo.
Fotografías: Vicugo Studio
Para más información visiten: Egue y Seta
Vía: Decoesfera
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