Las juntas separadas de nuestro suelo laminado o tarima flotante es uno de los problemas más habituales en este tipo de instalaciones. Lo lógico es que se trate como mucho de una o dos juntas. Si se han separado muchas es posible que el problema sea mucho mayor: una mala instalación (una chapuza), suelo de mala calidad y con un mal sistema de anclaje.
Cuando hablo de la mala instalación no necesariamente nos referimos a que se hayan encajado mal las piezas. También puede deberse a que existan desniveles en el subsuelo que no se hayan solucionado o que las condiciones climáticas no sean las óptimas (demasiadas fluctuaciones de temperatura y humedad).
El verdadero problema de las juntas abiertas en un suelo laminado no es estético. Una vez abierta se acelera el deterioro. Se introducen partículas, se astillan los bordes y sobre todo el agua empieza a penetrar. Hay que poner solución cuanto antes. Por suerte no es demasiado complicado hacerlo.
¿Por qué se abre el suelo laminado?
El suelo laminado es en gran medida madera. Y esta de forma natural se dilata o contrae frente a cambios ambientales. Con estas fluctuaciones puede producirse ligeras separaciones entre algunas piezas de suelo laminado.
La importancia del sistema de clic en la tarima flotante
La finalidad de los sistemas de anclaje o clic actuales no es solo facilitar la instalación, también evitar que las juntas se abran con el movimiento natural de la tarima flotante.
Si el tipo de clic es malo el resultado es una unión débil, y pasa lo que pasa. Otros factores que pueden afectar al agarre son el espesor de la lama y la densidad del tablero. Es decir, a mayor espesor y mayor densidad mayor resistencia.
Estos son algunos de esos factores que pasan desapercibidos por muchos compradores de suelos laminados que únicamente miran el diseño y el precio, y como mucho la clasificación AC.
¿Cómo reparar la separación del suelo laminado?
Según la dimensión del problema existen varias soluciones para unir las juntas del suelo laminado o tarima flotante.
Se trata de algo puntual
Si se trata de una o dos podemos utilizar algunos trucos para reparar juntas abiertas o separadas. La idea es muy sencilla. Fijar algo que podamos golpear en un sentido u otro a una lama de forma puntual y sin dejar marcas.
Opción 1: Un pedazo de madera, cinta de doble cara muy resistente, y un martillo.
Opción 2: Un ventosa, como las que utilizan los albañiles para las piezas grandes de cerámica, y un martillo, preferiblemente de goma para no estropear la ventosa.
Fijamos el pedazo de madera o la ventosa a la lama y golpeamos en el sentido que queramos unir las piezas.
El problema de este método es que al unir una junta podemos separar otra en la misma línea. Es algo que hay que contemplar y prever para decidir desde donde comenzaremos a reparar juntas. La idea es que haya el menor número de juntas hasta la pared.
El problema es grande y hay muchas juntas separadas
Si existen muchas juntas abiertas lo mejor es atacarlo de frente.
Separe el rodapié o zócalo de la pared. Es posible que para hacer esto dañe la pared e incluso el zócalo (esto es algo que se suele omitir). No se ponga a quitar zócalos a lo loco, mire donde se han abierto las juntas y determine desde donde golpeará para volver a unir las piezas.
Utilice la palanca de instalación de suelo laminado para volver a unir las piezas. Si bien la ventaja de hacerlo de esta forma es que no se van a abrir nuevas juntas entre piezas, habrá que revisar las juntas de dilatación con las paredes. Hay que respetar la distancia mínima y máxima, que en este caso viene definida por el espesor del rodapié que es el elemento que debe ocultarla.
Vuelva a colocar el rodapié. Es posible que necesite volver a usar masilla e incluso algo de pintura para que vuelva a quedar bien.
Nota: si resulta que el problema es recurrente podemos utilizar cola de carpintero. Impregnaremos la junta antes de unirla y luego, una vez unida, limpiaremos la superficie.
¿Por qué se abre el suelo laminado?
El suelo laminado es en gran medida madera. Y esta de forma natural se dilata o contrae frente a cambios ambientales. Con estas fluctuaciones puede producirse ligeras separaciones entre algunas piezas de suelo laminado.
La importancia del sistema de clic en la tarima flotante
La finalidad de los sistemas de anclaje o clic actuales no es solo facilitar la instalación, también evitar que las juntas se abran con el movimiento natural de la tarima flotante.
Si el tipo de clic es malo el resultado es una unión débil, y pasa lo que pasa. Otros factores que pueden afectar al agarre son el espesor de la lama y la densidad del tablero. Es decir, a mayor espesor y mayor densidad mayor resistencia.
Estos son algunos de esos factores que pasan desapercibidos por muchos compradores de suelos laminados que únicamente miran el diseño y el precio, y como mucho la clasificación AC.
¿Cómo reparar la separación del suelo laminado?
Según la dimensión del problema existen varias soluciones para unir las juntas del suelo laminado o tarima flotante.
Se trata de algo puntual
Si se trata de una o dos podemos utilizar algunos trucos para reparar juntas abiertas o separadas. La idea es muy sencilla. Fijar algo que podamos golpear en un sentido u otro a una lama de forma puntual y sin dejar marcas.
Opción 1: Un pedazo de madera, cinta de doble cara muy resistente, y un martillo.
Opción 2: Un ventosa, como las que utilizan los albañiles para las piezas grandes de cerámica, y un martillo, preferiblemente de goma para no estropear la ventosa.
Fijamos el pedazo de madera o la ventosa a la lama y golpeamos en el sentido que queramos unir las piezas.
El problema de este método es que al unir una junta podemos separar otra en la misma línea. Es algo que hay que contemplar y prever para decidir desde donde comenzaremos a reparar juntas. La idea es que haya el menor número de juntas hasta la pared.
El problema es grande y hay muchas juntas separadas
Si existen muchas juntas abiertas lo mejor es atacarlo de frente.
Separe el rodapié o zócalo de la pared. Es posible que para hacer esto dañe la pared e incluso el zócalo (esto es algo que se suele omitir). No se ponga a quitar zócalos a lo loco, mire donde se han abierto las juntas y determine desde donde golpeará para volver a unir las piezas.
Utilice la palanca de instalación de suelo laminado para volver a unir las piezas. Si bien la ventaja de hacerlo de esta forma es que no se van a abrir nuevas juntas entre piezas, habrá que revisar las juntas de dilatación con las paredes. Hay que respetar la distancia mínima y máxima, que en este caso viene definida por el espesor del rodapié que es el elemento que debe ocultarla.
Vuelva a colocar el rodapié. Es posible que necesite volver a usar masilla e incluso algo de pintura para que vuelva a quedar bien.
Nota: si resulta que el problema es recurrente podemos utilizar cola de carpintero. Impregnaremos la junta antes de unirla y luego, una vez unida, limpiaremos la superficie.
Vía: maderame
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