El piso que está situado en el céntrico barrio de Madrid, disfruta tras la reforma de mucha luz natural y "mira" hacia la gran terraza que es una de las joyas del inmueble.
Nora Zubia de Slow & Chic nos confirma que no siempre fue así porque el piso antes de la reforma tenía "un pasillo estrecho al que daban cada uno de los dormitorios, además de la cocina y el baño para acabar en un amplio salón comedor, oscuro y desconectado de la terraza, que se asomaba casi de casualidad y con timidez, cómo queriendo pasar desapercibida".
Con estos antecedentes y teniendo en cuenta las necesidades de los clientes, una joven pareja que quería vivir en el centro , el estudio se planteó conseguir tres objetivos fundamentales:
ampliar el acceso a la terraza
hacer una zona de día común que integrase la cocina, el salón y la terraza
y, por último, crear un dormitorio con dos zonas adicionales como vestidor y despacho.
hacer una zona de día común que integrase la cocina, el salón y la terraza
y, por último, crear un dormitorio con dos zonas adicionales como vestidor y despacho.
A estos tres objetivos le sumaron la búsqueda de un entorno cálido y elegante lo que han conseguido usando materiales de buena de calidad como una tarima de madera natural y terciopelos en algunos textiles. En cuanto a los colores los tonos neutros y atemporales se mezclados con pinceladas de negro y dorado en accesorios como las lámparas y el mobiliario auxiliar.
Otro de los puntos fundamentales en el diseño que contribuye a reformar el aspecto sofisticado y coherente del piso es el uso de la espiga como hilo conductor a lo largo de todas las estancias.
El suelo de toda la casa tiene disposición en espiga o punta hungría, y este motivo también aparece en otros elementos como en la puerta corredera en carril del salón, e incluso en el alicatado del baño.
En el salón, dominan los colores neutros, -beiges en la alfombra y la butaca y gris del sofá-, una buena base para apreciar los detalles como el revestimiento de madera en espiga de la columna de la chimenea. Esta a su vez, refuerza el el aspecto elegante y cálido del salón.
El salón está conectado a la terraza a través de un gran ventanal que ilumina toda la zona común y que permite abrir la terraza al salón. De hecho, la terraza se convierte en una segunda zona de estar y un comedor cuando hace buen tiempo.
La cocina está integrada de forma natural en la zona común gracias a la madera y a los colores neutros de sus muebles.
En el dormitorio, pocos muebles pero bien escogidos, transmiten calma y sofisticación a la habitación. Como anexo al dormitorio un pequeño despacho y un vestidor, completan una zona privada muy cómoda y funcional.
Tras la reforma, la casa cuenta con un solo baño de buen tamaño en el que han apostado por el negro para la pared del lavabo, alicatada con azulejo negro dispuesto en espiga. También ha apostado en poner luces indirectas en el espejo y por generar contraste entre el lavabo y los materiales elegidos.
El resultado un piso elegante y sofisticado sin perder calidez. Un piso que sorprende nada más entrar y que invita a quedarse para disfrutar de sus cuidados detalles.
Para más información visiten: Slow & Chic
Vía: Decoesfera
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