El color beige es un color neutro, que funciona perfectamente como tono principal dentro de una estancia. Entre sus posibilidades, y según cómo se combine con otros elementos y colores, puede conseguirse un efecto decorativo de tranquilidad, pero también es perfecto para conseguir un efecto dramático gracias a colores complementarios más intensos y utilizando el beige como sustitutivo del blanco.
Elementos con los que combinar el color beige en decoración
Aunque el beige es un color neutro, que puede combinarse con cualquier otro color, existen una serie de elementos que por su color o textura se adaptan mejor a este.
El beige puede combinarse con detalles de metal consiguiendo resultados decorativos dramáticos. Los metales más adecuados para combinar con el color beige son aquellos en tonos dorados, cobre y bronce.
Texturas que dan profundidad
El color beige utilizado como color principal da monotonía a la estancia, por lo que si se utilizan superficies brillantes se conseguirá dar profundidad a la estancia, ya que estas reflejarán la luz.
Materiales
El beige es un color claro, que puede encontrarse en pinturas, muebles, textiles. En caso de utilizarse en superficies susceptibles de mancharse, por ejemplo en un sofá si hay niños en casa, ha de elegirse un material que sea fácil de limpiar cuando se ensucie.
Beige en decoración cómo un resultado acogedor
Los colores y los estados de ánimo están relacionados, por lo que el beige es un color perfecto si se busca una decoración que transmita tranquilidad.
Para ello, utilizando el beige como color principal, han de utilizarse detalles en colores claros o pastel, consiguiendo un ambiente tranquilizador, perfecto para el descanso. Prueba de ello, es que el color beige, arena o los colores crema son la base de la decoración zen, que busca conseguir un diseño armonioso y que invita a la meditación.
Beige en decoración cómo una estancia dramática
Por el contrario, si se desea conseguir una estancia dramática, con fuertes influencias modernas, el beige puede funcionar como base para contrastar con colores más intensos como, por ejemplo, el negro y el rojo.
La tríada más utilizada en decoración moderna para conseguir dramatismo es el blanco, el negro y el rojo. Si el blanco se sustituye por el beige, se consigue el mismo contraste pero un aspecto más original y acogedor.
Las múltiples opciones que ofrece la neutralidad del color beige lo han convertido en un tono imprescindible en las tendencias de decoración.
Vía: De todo un poco
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