Es posible que el color granate esté presente en su vida de una manera u otra, ya sea a través de alguna prenda de vestir, algún recurso decorativo del hogar, su coche, etc. De todos modos, ¿por qué nos resulta tan atractivo e interesante? Básicamente, porque el color granate aporta seriedad y elegancia.
Aunque no lo parezca, dentro de la amplia paleta de colores que aparece en nuestra vida, el granate es uno de los más sofisticados. Puede utilizarse en distintos contextos y convertirse en un medio de expresión personal; es decir, llega a transmitir un significado de nosotros mismos.
Por eso, es importante que lo tengamos presente en el hogar, ya que su estética rompe con otras gamas cromáticas que sí suelen estar presentes. La sensación que puede aportar en un espacio puede llegar a ser algo muy interesante para lograr nuestro objetivo.
Su aplicación en las paredes
Un lugar idóneo para su aplicación es en las paredes del salón. Por supuesto, es necesario que este tenga bastante iluminación natural, más que nada porque el granate no es un color claro y no irradia luz, pero sí se consigue a través de él un concepto sofisticado.
Combina perfectamente con otros tonos terrosos, con el blanco, el gris y el azul oscuro. En el fondo, es mejor complementarlo con una estética oscura, ya que si hacemos lo contrario y le ponemos colores claros, entonces se producirá un efecto mucho más distante.
A su vez, en el dormitorio también podemos tener este tono en la pared. Eso sí, le aportará al ambiente un sentido de seriedad y templanza. De hecho, suele ser un color que agrada mucho y transmite mucha tranquilidad al espíritu.
Presencia en el mobiliario
El granate no es exclusivo de las paredes, también puede tener presencia en el mobiliario. Su significado y contenido no perderá la esencia, a pesar de estar en los muebles. De esta manera, se consolida ese carácter personal de la decoración.
Sofás y butacas: sin duda, es en estos recursos donde mejor puede aplicarse este tono. Se configura un carácter mucho más clásico y elegante. Además, al ser un color oscuro, se produce un efecto llamada hacia nosotros sintiendo comodidad al verlo.
Mueble de madera: normalmente, estamos acostumbrados a ver los muebles de madera con un color marrón. Sin embargo, también pueden hacerse con granate, denotando cierta antigüedad, clasicismo, seriedad y elegancia.
Taburetes de la cocina: si tiene una cocina americana de un color claro como el blanco, puede generar contraste a través de taburetes granates que le aporten un toque cromático al espacio y rompan un poco la dinámica.
La alfombra, el toque sutil
Si queremos que tenga participación de una manera más original, a través de la alfombra también se puede conseguir esa seriedad y elegancia. Si ya de por sí este es un recurso cómodo, puede ser el medio con el que “tintar” en cierta medida un espacio.
En el caso de que el suelo sea de madera, el granate puede complementarse perfectamente bien. ¿Y si es de losas blancas? Mejor todavía, produciendo un contraste contundente y dándole color al suelo para que no resulte tan monótono.
El propio color granate entra dentro de los colores cálidos. De todos modos, su estética transmite comodidad. Por eso, una alfombra granate, con o sin estampados, llega a ser un recurso que encaja a la perfección en cualquier suelo al que se le quiera dar seriedad y elegancia.
En otros recursos de interés
En realidad, el color granate podemos situarlo en muchos otros recursos de la casa. Aún así, no conviene que nos excedamos en su presencia, ya que podría saturarse el ambiente únicamente con este tono.
Una vajilla de porcelana, ya sea para comer, o simplemente un juego de tazas, puede contener el granate. De esta manera, se consigue un sentido muy personalizado y serio.
Los cojines de un sofá son, sin duda alguna, un buen medio para la expresión del granate. Además, producen un contraste con el sofá, en el caso de que este sea de tono claro.
Un puff solitario frente a otros colores en un espacio puede hacer que atraiga la atención y le dé un ligero toque más innovador.
Su aplicación en las paredes
Un lugar idóneo para su aplicación es en las paredes del salón. Por supuesto, es necesario que este tenga bastante iluminación natural, más que nada porque el granate no es un color claro y no irradia luz, pero sí se consigue a través de él un concepto sofisticado.
Combina perfectamente con otros tonos terrosos, con el blanco, el gris y el azul oscuro. En el fondo, es mejor complementarlo con una estética oscura, ya que si hacemos lo contrario y le ponemos colores claros, entonces se producirá un efecto mucho más distante.
A su vez, en el dormitorio también podemos tener este tono en la pared. Eso sí, le aportará al ambiente un sentido de seriedad y templanza. De hecho, suele ser un color que agrada mucho y transmite mucha tranquilidad al espíritu.
Presencia en el mobiliario
El granate no es exclusivo de las paredes, también puede tener presencia en el mobiliario. Su significado y contenido no perderá la esencia, a pesar de estar en los muebles. De esta manera, se consolida ese carácter personal de la decoración.
Sofás y butacas: sin duda, es en estos recursos donde mejor puede aplicarse este tono. Se configura un carácter mucho más clásico y elegante. Además, al ser un color oscuro, se produce un efecto llamada hacia nosotros sintiendo comodidad al verlo.
Mueble de madera: normalmente, estamos acostumbrados a ver los muebles de madera con un color marrón. Sin embargo, también pueden hacerse con granate, denotando cierta antigüedad, clasicismo, seriedad y elegancia.
Taburetes de la cocina: si tiene una cocina americana de un color claro como el blanco, puede generar contraste a través de taburetes granates que le aporten un toque cromático al espacio y rompan un poco la dinámica.
La alfombra, el toque sutil
Si queremos que tenga participación de una manera más original, a través de la alfombra también se puede conseguir esa seriedad y elegancia. Si ya de por sí este es un recurso cómodo, puede ser el medio con el que “tintar” en cierta medida un espacio.
En el caso de que el suelo sea de madera, el granate puede complementarse perfectamente bien. ¿Y si es de losas blancas? Mejor todavía, produciendo un contraste contundente y dándole color al suelo para que no resulte tan monótono.
El propio color granate entra dentro de los colores cálidos. De todos modos, su estética transmite comodidad. Por eso, una alfombra granate, con o sin estampados, llega a ser un recurso que encaja a la perfección en cualquier suelo al que se le quiera dar seriedad y elegancia.
En otros recursos de interés
En realidad, el color granate podemos situarlo en muchos otros recursos de la casa. Aún así, no conviene que nos excedamos en su presencia, ya que podría saturarse el ambiente únicamente con este tono.
Una vajilla de porcelana, ya sea para comer, o simplemente un juego de tazas, puede contener el granate. De esta manera, se consigue un sentido muy personalizado y serio.
Los cojines de un sofá son, sin duda alguna, un buen medio para la expresión del granate. Además, producen un contraste con el sofá, en el caso de que este sea de tono claro.
Un puff solitario frente a otros colores en un espacio puede hacer que atraiga la atención y le dé un ligero toque más innovador.
Vía: midecoración
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