Antes de la reforma el piso era un lugar oscuro, lleno de recovecos y sin espacio real para nada. Pero los nuevos dueños del piso estaban dispuestos a sacarle su máximo potencial.
De la mano de Slow and Chic echaron abajo la estructura original para reinventarlo todo. Se abrieron las ventanas al máximo y se eliminaron los tabiques que no aportaban nada quedando a la vista una columna de madera, original de la estructura del piso, que ahora da personalidad y fuerza a la casa.
El apartamento ahora cuenta con las todas las zonas de día abiertas, y el dormitorio está separado con una puerta de cristal y hierro, para no poner barreras a la luz que llega desde el comedor.
Con las estancias abiertas y con una fluida circulación de la luz tuvieron claro que no querían ponerle barreras ni robar el protagonismo a la luz natural así que optaron por amueblar la casa con muebles blancos, de inspiración nórdica, que vistieran el espacio sin recargarlo y que simplemente dieran funcionalidad a cada estancia.
Se apoyaron para conseguirlo en una paleta de grises muy claros mezclando texturas y tonos. El suelo es una tarima de un gris muy claro, el sofá, la alfombra y otros textiles siguen la misma gama cromática y los toques de madera y de los brillos del acero de la lámpara y de los electrodomésticos que reflejan la luz consiguen un equilibrio perfecto entre los distinto elementos. El resultado final es el de un piso naturalmente elegante, sin apenas pretenderlo.
El apartamento ahora cuenta con las todas las zonas de día abiertas, y el dormitorio está separado con una puerta de cristal y hierro, para no poner barreras a la luz que llega desde el comedor.
Con las estancias abiertas y con una fluida circulación de la luz tuvieron claro que no querían ponerle barreras ni robar el protagonismo a la luz natural así que optaron por amueblar la casa con muebles blancos, de inspiración nórdica, que vistieran el espacio sin recargarlo y que simplemente dieran funcionalidad a cada estancia.
Se apoyaron para conseguirlo en una paleta de grises muy claros mezclando texturas y tonos. El suelo es una tarima de un gris muy claro, el sofá, la alfombra y otros textiles siguen la misma gama cromática y los toques de madera y de los brillos del acero de la lámpara y de los electrodomésticos que reflejan la luz consiguen un equilibrio perfecto entre los distinto elementos. El resultado final es el de un piso naturalmente elegante, sin apenas pretenderlo.
En el dormitorio siguieron también jugando con los tonos grises. Crearon un cabecero pintando la pared en un gris oscuro hasta media altura, y vistieron la cama como de revista, con numerosos almohadones y plaids que transmiten sensación de confort y elegancia.
Como el apartamento es pequeño en Slow and Chic han recurrido a algunos trucos clave para aprovechar al máximo el espacio como las lámparas, siempre colgantes o de pared, (como en el salón) que contribuyen a diferenciar los ambientes de cada zona y a no restar espacio en ninguna superficie.
Como el apartamento es pequeño en Slow and Chic han recurrido a algunos trucos clave para aprovechar al máximo el espacio como las lámparas, siempre colgantes o de pared, (como en el salón) que contribuyen a diferenciar los ambientes de cada zona y a no restar espacio en ninguna superficie.
El resultado final es el de un piso luminoso, amplio a pesar de sus pocos metros, preparado para el confort de la vida moderna sin renunciar al estilo nórdico más elegante.
Para más información visiten: Slow and Chic
Vía: Decoesfera
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