Su diseño minimalista y versátil es una opción muy interesante, tanto para el exterior como para el interior de la vivienda. Si está pensando en crear una estructura así en su casa, no se puede perder esta completa guía para dar forma al banco o sofá de sus sueños.
El mejor recurso para espacios pequeños
La gran virtud, además de su estética, es la adaptación a cualquier espacio. Solventando sin problemas columnas, pilares o cualquier elemento arquitectónico. Por ello, si vive en un piso pequeño o el salón tiene un plano complicado son su mejor solución.
Asimismo, es frecuente recurrir a ellos en el office de la cocina, donde los metros suelen ser escasos o el espacio muy estrecho.
Por motivos evidentes, son muy costosos de retirar. Si va a diseñarlos desde cero, tenga presente estas pautas para un banco o sofá cómodo.
El ancho mínimo del asiento debe ser de 90 centímetros. Al sentarse siempre debe poder doblar las piernas en un ángulo de noventa grados.
El respaldo es importante que tenga una altura de entre 85 y 95 centímetros, de esta forma puede apoyar la totalidad de la espalda.
Si va a colocar apoyabrazos, la mejor altura es entre 12 y 20 centímetros.
¿Qué materiales se utilizan?
Por norma general este tipo de bancos o sofás resultan muy económicos, aunque a la hora de elegir los materiales tiene que tener en cuenta si estará en el exterior o en el interior de la vivienda.
Para la estructura lo más común es decantarse por el hormigón, pero también puede elegir cemento, escayola, placas de yeso o DM.
Para que el banco o sofá sea confortable, los cojines deben tener la dureza perfecta. La mejor opción son las plumas de oca o pato, aunque su coste es muy elevado. Como alternativas más sencillas y económicas encontrará la viscoelástica, los muelles y la espuma de poliuretano (idónea para exterior debido a su durabilidad).
Los respaldos elíjalos de espuma de HR o fibra hueca de silicona. Tenga en cuenta que lo ideal es cambiar los rellenos cada 6 años, para no perder confort y evitar la deformación de los asientos.
¿Cómo decorar los bancos o sofás de obra? El poder de los textiles
Sin lugar a duda, la gran ventaja de este tipo de bancos o sofás es que la sencillez de su diseño facilita que los textiles ganen relevancia, además, puede renovarlos con mayor asiduidad.
Antes de conjuntar cojines, plaids o mantas de diferentes colores y texturas, aplica la regla del 70-20-10. Según la cuál debe elegir un color y textura (el algodón es perfecto por su alta transpirabilidad) que ocupe la mayoría de la composición. Aquí los beiges, tierra, grises o blancos son la mejor decisión.
Luego, otro color que suponga el 20 por ciento y sea más atrevido como el rosa, los estampados en verde o con motivos vegetales o el amarillo. Por último, un último tono o textura más llamativo o con mucha presencia, como el terciopelo.
Por supuesto, completa el conjunto con una alfombra mullida, una mesa de centro en madera que otorgue más calidez y algunos detalles como un puff de fibras naturales o algunas fotografías en formato XL. ¿Más inspiración? La última tendencia está marcada por estampados étnicos en tonos muy suaves.
Vía: MIV Interiores
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