Diseño interior vanguardista y minimalista para esta peluquería y centro de
estética, cuyo proyecto han desarrollado Clara Lleal y Cristina Caballero del
estudio barcelonés Cm2 Disseny. El resultado: un
espacio blanco, salvo notas
puntuales de color, limpio y abierto en el
que la iluminación desempeña un importante papel.
Ya desde la fachada, se visualiza la zona de recepción y la de tocadores de
secado, que se han dispuesto tipo isla, creando una simetría visual. Mientras,
las paredes y el techo de la
entrada, que disfruta de una doble altura (5 m), han sido
revestidos de plafones cuadrados tipo espejo, con una bombilla en
el centro de cada uno de ellos.
La iluminación se ha convertido en un destacado aliado del proyecto y
para cada una de las zonas se ha elegido un
tipo de luminarias específicas: en los tocadores se han
colocado focos de halogenuro de la casa Modular; la luz más suave de la lámpara
Veroca de B.Lux sirve para
iluminar la zona de lavacabezas; se han colgado unas lámparas de vidrio de la
firma I Tre como elementos
decorativos en los tocadores y la recepción, al igual que las bombillas en las
paredes de ésta última zona.
El mobiliario de todo el
centro de estética (tocadores, recepción, mueble de laboratorio…) se ha realizado a medida y siguiendo una misma línea y
forma. Los espejos dobles del tocador están colgados del techo
sin que lleguen a tocar el sobre de la mesa que también es de espejo y lleva
incorporado un florero, en un extremo, y una pequeña lámpara de cristal
suspendida del techo, en el otro.
Las sillas tapizadas en blanco y los lavacabezas son de la empresa Fiapp International y también son de
líneas rectas y estética vanguardista, al igual que todo el diseño integral del
espacio.
Al fondo de la peluquería, se ha dispuesto la zona de tocadores técnicos,
lavacabezas y un ambiente relajante dedicado a la atención personalizada al
cliente.
Como elementos distintivos de este último espacio, unas cortinas de hilos de seda retroiluminadas
indirectamente crea un efecto espectacular y, sobre la mesa, un
bol metálico iluminado cenitalmente
recibe el agua que le llega a través de un caño en la pared.
Vidrio, metal brillante y
espejo son los materiales que priman en el nuevo espacio, donde
aparecen combinados con el omnipresente color blanco. Únicamente el toque rojo
del sofá de espera y las flores de los tocadores rompen con su hegemonía.
Para más información visiten: cm2 Disseny
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