El apartamento original estaba organizado a lo largo de un pasillo junto al tabique portante. En el lado derecho, existían dos baños y dos estancias, mientras a la izquierda, sobre la fachada principal que da al valle, se encontraba la zona de día y otro dormitorio adicional. La vivienda estaba dividida centralmente y el paso entre la zona de día y la de noche se llevaba a cabo sólo por el pasillo de entrada.
Espacios auxiliares centralizados.
El proyecto de reforma, realizado por el arquitecto Andrea De Matteis, ha aprovechado el sistema estructural del edificio, ubicando todos los espacios auxiliares en el corazón de la casa, a lo largo del muro de carga central y disponiendo a su alrededor las estancias principales. De esta manera, una caja de madera continua acoge tres baños, el lavadero, la cocina y algunos armarios. A su alrededor se distribuyen la gran sala de estar, que se abre al valle, tres habitaciones y una sala adicional con el tipo de cocina típica de la región, una interpretación contemporánea de la antigua sala climatizada de las casas de montaña.
Un apartamento dentro del apartamento.
El nuevo apartamento garantiza una flexibilidad de uso y una circulación interna más eficiente. La familia dispone del amplio salón con vistas al exterior y de la sala equipada con la cocina tradicional para realizar actividades adicionales y también para acomodar a los posibles huéspedes. A éstos se ha destinado una especie de pequeño apartamento que se ha creado dentro la propia vivienda. Con acceso directo desde la puerta de entrada, los invitados pueden usar la estancia tradicional como un pequeño salón con cocina, un baño, la lavandería y un dormitorio doble.
Orientado al exterior.
El apartamento renovado está completamente orientado al exterior: las vistas enmarcadas por las ventanas forman parte de la vida cotidiana. La naturaleza de los materiales y la paleta de colores utilizados realzan esta característica: “un mundo blanco”, en el perímetro del apartamento, se desvanece frente a la visión de las montañas. En la parte posterior, el corazón de la vivienda promueve un ambiente cálido y doméstico gracias a la superficie de madera de la caja interior y el color gris del pavimento, de las paredes y del techo, concluye el arquitecto.
Para más información visiten: Andrea De Matteis
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