martes, 5 de marzo de 2019

Un telón de fondo clásico para una puesta en escena contemporánea.

Situada en una finca regia de la parte alta de Barcelona, la vivienda Bori i Fontestà ha sido completamente redecorada. 190 metros cuadrados, en los que Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech han materializado un piso moderno. Espácios diáfanos y luminosos, donde se recuperan y resaltan los elementos arquitectónicos originales, que ahora conviven con muebles y detalles muy cuidados.
“Los propietarios querían un espacio familiar, donde compartir el tiempo con sus hijos e invitados”, cuentan Meritxell y Josep. Para lograrlo, los interioristas dotaron a cada estancia de una gran personalidad y carácter. Ganando presencia y calidez, la intervención recupera rincones hasta entonces ‘ocultos’ a la vista.
El pavimento continuo de madera que reviste toda la casa, menos cocina y baños, potencia la continuidad espacial y visual. Éste combina perfectamente con la gama cromática en verdes, ocres y distintas tonalidades de marrones que dominan la intervención.
La tonalidad elegida y el enfoque ecléctico del ambiente fusionan salón y comedor en un único espacio donde el color negro de la pared y la estantería hecha a medida aportan elegancia y sobriedad.
En el salón, una chimenea enmarcada por dos obras de arte de Jordi Alcaraz y un espejo de ImperfettoLab, aporta personalidad al rincón de lectura. El sofá y mesas auxiliares de Gubi conviven con una butaca y ottomana de Artisan, todas ellas sobre alfombra de Dac Rugs en BSB Barcelona. Las lámparas de pie son de DCW e Il Fanale, y la suspendida de Aromas.

Tradición y modernidad
Una antigua mesa danesa de madera tallada, acompañada de sillas de Gubi, preside el comedor. Las lámparas suspendidas son de Flos y los apliques de Gubi. Todo ello, con una fotografía de Miguel Soler-Roig y una lámpara de Parachilna apoyados sobre un aparador de Horm como telón de fondo de este piso moderno. En una esquina cuelga una original lámpara suspendida de Celine Wright.
La vivienda combina elementos de ornamentación con nuevas piezas de mobiliario, conservando algunos de sus elementos originales en el pasillo y salón-comedor. De líneas rectas, los muebles elegidos potencian la continuidad de las líneas de visión en las estancias. De esta forma, se logra ampliar visualmente los espacios. Las obras de arte que decoran las paredes han sido estratégicamente colocadas. El proyecto incluye además una iluminación técnica y decorativa distinta para cada área en general y rincón en particular.
“Hemos llenado los espacios con diseños que mantengan la modernidad a lo largo de los años, y, al mismo tiempo, empleen líneas sobrias y depuradas”, cuentan desde The Room Studio. Los interioristas se han decantado por maderas ligeras, que aportan un guiño natural a cada estancia.
Para la cocina se ha elegido un color más claro, que aporta luz y naturalidad. En ella, la mesa y sillas de comedor añaden confort a un espacio donde disfrutar cocinando en familia es posible.
Espacios con personalidad
El área reservada a la zona de noche de este piso moderno alberga el dormitorio principal y dos de invitados. Distintos revestimientos en paredes y papeles pintados convierten las habitaciones en espacios únicos e irrepetibles. Una cama de Bonaldo, mesillas de Gubi, alfombra de Gan, textiles de Teixidors y complementos de The Room Studio decoran la habitacion principal.
En tonos dorados, una de las habitaciones de invitados se ha decorado con textiles de Teixidors y apliques de Artemide. En la otra, el protagonismo se lo lleva el cabecero a medida de madera natural que aporta calidez al espacio.
Estanterías a medida, colores con carácter y estudiados detalles, convierten esta vivienda en un lugar cálido, que derrocha personalidad. En las estancias más vibrantes, el uso de textiles neutros añade equilibrio y confort.
Fotografía: Mauricio Fuertes
Para más información visiten: The Room Studio
Vía: diarioDESIGN



No hay comentarios:

Publicar un comentario