Studio DiDeA rediseñó los dos niveles de este ático en Palermo de 180 m², que disfruta de vistas al puerto de la ciudad, para crear una casa luminosa y amplia, definida por colores esenciales y un cuidado mobiliario. Todos los muebles de la vivienda están hechos a medida y diseñados por el despacho para optimizar la planificación del espacio, proporcionar el almacenamiento necesario y el máximo confort.
La elección de los materiales reafirma el diseño esencial que caracteriza los interiores: baldosas cerámicas grises para el pavimento, blanco para las paredes y los techos, y marrón oscuro para los muebles de madera.
La mayor parte del programa funcional principal se concentra en la planta baja, donde al entrar uno se topa con un espacio doble: la cocina y el comedor, en el lado este, y la sala de estar, en el lado oeste, separados por una puerta corredera de cristal con un fino marco y el detalle del tirador de cuero. Esta puerta desaparece en el interior de la pared donde se encuentra la escalera.
En la cocina, los muebles de madera están hechos a medida, una encimera de mármol se convierte en una pequeña mesa para un refrigerio rápido y una mesa de comedor y un armario de cocina delinean la habitación. El salón es un espacio neutro y esencial, con sofás de color blanco y un mueble preparado para la televisión y el equipo de música. Desde esta sala se divisa una vista panorámica de la ciudad.
La decisión de abrir el forjado entre los dos niveles convirtió el comedor en un espacio más amplio, inundado por la luz del sol. Además, la lámpara Random, diseñada por Bertjan Pot para Moooi, suspendida sobre la mesa, subraya la doble altura de esta estancia. Desde esta parte de la vivienda, se puede acceder a la zona de noche, compuesta por el dormitorio principal con baño propio, un segundo baño, una habitación individual y una pequeña lavandería.
La elección de los materiales reafirma el diseño esencial que caracteriza los interiores: baldosas cerámicas grises para el pavimento, blanco para las paredes y los techos, y marrón oscuro para los muebles de madera.
La mayor parte del programa funcional principal se concentra en la planta baja, donde al entrar uno se topa con un espacio doble: la cocina y el comedor, en el lado este, y la sala de estar, en el lado oeste, separados por una puerta corredera de cristal con un fino marco y el detalle del tirador de cuero. Esta puerta desaparece en el interior de la pared donde se encuentra la escalera.
En la cocina, los muebles de madera están hechos a medida, una encimera de mármol se convierte en una pequeña mesa para un refrigerio rápido y una mesa de comedor y un armario de cocina delinean la habitación. El salón es un espacio neutro y esencial, con sofás de color blanco y un mueble preparado para la televisión y el equipo de música. Desde esta sala se divisa una vista panorámica de la ciudad.
La decisión de abrir el forjado entre los dos niveles convirtió el comedor en un espacio más amplio, inundado por la luz del sol. Además, la lámpara Random, diseñada por Bertjan Pot para Moooi, suspendida sobre la mesa, subraya la doble altura de esta estancia. Desde esta parte de la vivienda, se puede acceder a la zona de noche, compuesta por el dormitorio principal con baño propio, un segundo baño, una habitación individual y una pequeña lavandería.
La escalera que conduce al segundo nivel, revestida con la misma madera que el mobiliario, aparece como “un elemento distintivo y táctil que emerge como ‘un puente vertical'”, explica el estudio. El primer piso, marcado por la forma del techo inclinado, acoge un espacio multifuncional donde relajarse, mirar la televisión o dormir.
Para más información visiten: Studio Didea
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