Tanto el buey como el búfalo americano (más conocido como bisonte) se encuentran fundamentalmente en las grandes llanuras centrales de Estados Unidos y también en algunos lugares de Méjico, donde estos animales campan a sus anchas. Por eso, en Estados Unidos, este tipo de cabezas se asocia al estilo tejano.
En cualquier caso, parece que en los últimos tiempos ambos han dado el salto a Europa y a todo tipo de estilos decorativos, y para muestra las siguientes imágenes de inspiración.
Cuerno largo ondulado
Quizás las cabezas más impactantes y decorativas son aquellas que cuentan con los cuernos largos y curvados tan característicos del buey americano.
Este tipo de elementos decorativos permiten cubrir una amplia zona de pared, por lo que suelen ser ideales para colocar sobre un sofá o un cabecero de cama.
Cuerno medio semicircular
Dentro de las cabezas de buey americano también los hay que cuentan con un cuerno medio, ni muy corto ni muy largo, y curvado hacia arriba, como formando la base de una circunferencia.
Este tipo de cabezas suelen tener el cuerno de color negro y quedan fantásticas en estilos escandinavos donde predominan el gris, el blanco y el negro, en habitaciones o salones masculinos y en estilos «rustic chic» sobre paredes texturadas.
Cuerno corto
Otro tipo de cabezas típicas de buey americano son las de cuerno corto y su curvatura también es bastante característica: empieza plano, en horizontal, y se curva en los extremos hacia arriba.
Al ocupar menos superficie de pared, suele ir combinado con otros elementos decorativos y en numerosas ocasiones sirven para una doble función: la de colgar de sus cuernos complementos varios, gracias a la facilidad de acceso a ellos.
Dentro de los cuernos cortos, más propios de las cabezas de búfalo americano que del buey, también los hay de estética semicircular, mucho más cortitos, quedando ideales tanto solos como en sucesivas repeticiones para decorar toda una pared.
Cráneos decorados
Dejando de lado los cuernos, aunque a priori no parezca el soporte adecuado, hay todo un mundo artístico dentro de la decoración de la zona central de la cabeza de buey. Pedrería, colores vivos, diseños más o menos elaborados…
Se trata casi de verdaderas obras de arte donde los artistas utilizan la cabeza como lienzo para expresar toda su creatividad.
Otros materiales
A veces se utiliza la cabeza de buey únicamente como modelo, para construir artificialmente un elemento decorativo con la misma forma pero de material totalmente distinto al que cabría esperar.
Así por ejemplo, encontramos cabezas en cristal, en metales varios (bronce, plata o dorado), en crochet o simplemente fotografiado en un cuadro para darle un toque distinto a la decoración de la estancia.
Otras formas de decorar
En peana
Aunque lo habitual a la hora de decorar con cabezas de buey es colgarlas de la pared, también se pueden clocar en peanas para decorar mesas o aparadores.
Sólo cuernos
También se puede optar por utilizar sólo los cuernos para decorar la pared, prescindiendo del cráneo. Esto obviamente conviene hacerlo sólo con cabezas de buey de cuerno largo, pues si optamos por los típicos cuernos cortos del bisonte lucirán mucho menos.
Como joyero
Ya hemos comentado antes que este tipo de cabezas pueden hacer las veces de joyero si utilizamos sus cuernos para colgar de ellos pulseras o collares de distintas formas y tamaños. De esta forma además de un objeto decorativo contaremos con uno funcional.
Vía: Decofilia
Cuerno largo ondulado
Quizás las cabezas más impactantes y decorativas son aquellas que cuentan con los cuernos largos y curvados tan característicos del buey americano.
Este tipo de elementos decorativos permiten cubrir una amplia zona de pared, por lo que suelen ser ideales para colocar sobre un sofá o un cabecero de cama.
Además, quedan perfectos como contraste en estilos escandinavos, minimalistas o de tonos claros, aportando un contrapunto de lo más interesante.
A veces la zona central de la cabeza se decora en tonos vivos, como naranjas, turquesas o azules, especialmente idóneos para estilos boho o más llenos de complementos y color.
Cuerno medio semicircular
Dentro de las cabezas de buey americano también los hay que cuentan con un cuerno medio, ni muy corto ni muy largo, y curvado hacia arriba, como formando la base de una circunferencia.
Este tipo de cabezas suelen tener el cuerno de color negro y quedan fantásticas en estilos escandinavos donde predominan el gris, el blanco y el negro, en habitaciones o salones masculinos y en estilos «rustic chic» sobre paredes texturadas.
Existe otro tipo de cuerno semicircular bitono, más largo que el anterior que suele terminar de forma puntiaguda, normalmente acompañado de una forma muy característica de la calavera.
Cuerno corto
Otro tipo de cabezas típicas de buey americano son las de cuerno corto y su curvatura también es bastante característica: empieza plano, en horizontal, y se curva en los extremos hacia arriba.
Al ocupar menos superficie de pared, suele ir combinado con otros elementos decorativos y en numerosas ocasiones sirven para una doble función: la de colgar de sus cuernos complementos varios, gracias a la facilidad de acceso a ellos.
Dentro de los cuernos cortos, más propios de las cabezas de búfalo americano que del buey, también los hay de estética semicircular, mucho más cortitos, quedando ideales tanto solos como en sucesivas repeticiones para decorar toda una pared.
Cráneos decorados
Dejando de lado los cuernos, aunque a priori no parezca el soporte adecuado, hay todo un mundo artístico dentro de la decoración de la zona central de la cabeza de buey. Pedrería, colores vivos, diseños más o menos elaborados…
Se trata casi de verdaderas obras de arte donde los artistas utilizan la cabeza como lienzo para expresar toda su creatividad.
Algunos sólo llevan dibujo, pero a otros directamente se le añaden elementos varios como plumas, telas, plantas artificiales, lentejuelas o pedrería varia para darle un toque más desenfadado o sofisticado, según lo que se busque.
Otros materiales
A veces se utiliza la cabeza de buey únicamente como modelo, para construir artificialmente un elemento decorativo con la misma forma pero de material totalmente distinto al que cabría esperar.
Así por ejemplo, encontramos cabezas en cristal, en metales varios (bronce, plata o dorado), en crochet o simplemente fotografiado en un cuadro para darle un toque distinto a la decoración de la estancia.
Otras formas de decorar
En peana
Aunque lo habitual a la hora de decorar con cabezas de buey es colgarlas de la pared, también se pueden clocar en peanas para decorar mesas o aparadores.
Sólo cuernos
También se puede optar por utilizar sólo los cuernos para decorar la pared, prescindiendo del cráneo. Esto obviamente conviene hacerlo sólo con cabezas de buey de cuerno largo, pues si optamos por los típicos cuernos cortos del bisonte lucirán mucho menos.
Como joyero
Ya hemos comentado antes que este tipo de cabezas pueden hacer las veces de joyero si utilizamos sus cuernos para colgar de ellos pulseras o collares de distintas formas y tamaños. De esta forma además de un objeto decorativo contaremos con uno funcional.
Vía: Decofilia
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