La pizzería, especializada en propuestas veganas, llama la atención desde la propia calle, no solo por su color (que también), sino por el conjunto de su estética, concepción y propuesta gastronómica. Su recuperada fachada original regala vistas al interior del local y detalles ornamentales como las rejas de hierro fundido. Una vez dentro, la planta alargada da cabida a una línea de mesas con bancada, a un lado, y a un mostrador de exposición, al otro. Todo ello rematado en un mostrador que deja la cocina a la vista, en tonos verdes, en homenaje al origen vegetal de los ingredientes empleados en la elaboración de los platos y pizzas de la carta.
Dentro del local, el estudio de interiorismo Child Studio plantea una ordenada disposición a base de pequeñas mesitas individuales de líneas redondas, que se acompañan de taburetes bajos de madera y mullidos bancos acolchados apoyados en la pared. Mosaico blanco, para el suelo, y paneles de madera en rosa, para los revestimientos, completan el equipamiento.
Humble Pizza, situada en King's Road, presenta una singular ambientación que parte de revestimientos de formica teñidos de rosa, con marco de madera de cerezo. El local, de unos 110 m2 de superficie, incluye un sugerente mostrador de servicio que se completa con estantes traseros perfectamente engamados.
El comedor, con capacidad para 21 comensales, se extiende hacia el final de la sala donde el predominio del rosa cede protagonismo al color verde, empleado para zonas como la cocina o el acceso al aseo.
Un volumen de laminado de alta presión se abre a modo de pasaplatos frente a la cocina, permitiendo al comensal ser testigo del trabajo de los cocineros. En la parte superior e inferior de la abertura se han instalado luces creando lo que Child Studio define como un "punto focal cinematográfico".
El baño, situado en la parte interior del establecimiento, junto a la cocina, apuesta por un revestimiento a media altura de color negro, equipamiento en blanco y complementos en acabado cromado. Todo ello teñido por una iluminación ambiental en tonos rosáceos.
La decoración se compone de periódicos rosas colgados intermitentemente y una serie de adornos rosas que se alinean en los estantes. Una lámpara vintage del diseñador italiano Luigi Massoni y un letrero de neón representan los guiños visuales al pasado.
El diseño presenta una visión contemporánea del clásico café italiano que fue popular en el West End de Londres durante las décadas de 1950 y 1960.
El rosa también se extiende hasta la fachada delantera del restaurante, que se liberó de cualquier artificio para revelar el revestimiento de madera y los herrajes originales.
El cuidado en los pequeños detalles, como el nombre del establecimiento estampado en dorado en el suelo de la entrada, aporta un toque de distinción al proyecto.
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