El reto de este proyecto de Manuel García Asociados consistió en que un espacio de poco más de 90 m² acogiera el ambicioso programa que resolviera las necesidades de una joven familia con dos hijos pequeños de uno y tres años: un dormitorio principal con vestidor y baño completo integrado, dos dormitorios más, una zona de despacho, un segundo baño completo con bañera, salón, comedor, cocina y lavadero interior. Las dimensiones de la vivienda, ubicada junto al río Turia, en Valencia, obligaron a optimizar la distribución, reduciendo al máximo las zonas de paso y haciendo habitable y funcional cada rincón.Zona de día de concepto abierto.
La zona de día se resolvió en un solo espacio, persiguiendo un concepto abierto para logar una mayor amplitud en aquellas partes de la casa donde, realmente, se hace más vida y para permitir que la luz que entra por las aberturas de la fachada alcance el interior del piso. «Esto propicia no sólo una visión más moderna sino también una mayor interconexión entre la familia», explica el estudio alicantino.
El recibidor se integró en la propia cocina, quedando reducido a un pequeño paso junto a la isla. El mobiliario en L, el cuerpo central y una pequeña barra para desayunar delimitan el área de cocina, conformando un volumen de color gris topo acotado a su vez por un pavimento porcelánico, imitación pétrea, que matiza el conjunto gracias a sus sutiles vetas blancas.Las columnas ocultan el paso hacia la zona de servicio, una pequeña galería interior que absorbe las irregularidades morfológicas de la planta y sirve como lavandería y espacio de planchado.
Un luminoso salón comedor.
El salón comedor se adueña de la parte más luminosa de la vivienda. Un gran volumen central de almacenaje de líneas puras, en tonos blanco y negro, contrarresta el aire sofisticado procurado por las molduras y los elementos de iluminación con toques en dorado que acompañan a la totalidad de la vivienda. Una apariencia refinada que se conjuga con un guiño de aspecto industrial materializado en el pilar de hormigón visto y en las puertas de vidrio texturizado con cuarterones metálicos color negro.La zona de noche sigue una compartimentación más tradicional y adecuada a una familia con niños. El dormitorio principal incorpora el baño dentro de un gran cubículo acristalado que deja entrever su cuidado diseño. «El tratamiento que le hemos conferido a esta pieza lo asemeja a un lenguaje más propio de una habitación de un hotel, enfatizando la interconexión de espacios», dice el estudio.
La zona más infantil de la casa.El resto de estancias se sitúan en un segundo distribuidor, convertido a su vez en zona de estudio y conformando así un área destinada a los más pequeños de la casa. A fin de ampliar visualmente este espacio y siguiendo con el objetivo de conectar las distintas salas, se opta por un cerramiento permeable, una corredera de vidrio modulado por perfiles negros que, además de delimitar el espacio, actúa como elemento decorativo.
Las habitaciones de los niños vuelcan a la fachada principal, por lo que disfrutan de mayor luz natural. Ambas estancias se caracterizan por la introducción del color como elemento diferenciador. Un suave tono maquillaje y un verde agua distinguen las zonas de almacenaje.
Para más información visiten: Manuel García Asociados
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