Al igual que al pasar por la estrecha entrada de un iglú, el túnel que se crea en la primera mitad de la vivienda se abre a una amplia sala con la cocina, el comedor y la sala de estar. “Los iglús son un espacio cerrado protegido de los duros inviernos canadienses y se accede a ellos a través de un estrecho corredor. Queríamos tener la sensación de entrar en un espacio cálido y protegido, y el corredor ayuda a enfatizar esto”, dire Kelly Reynolds, también co-director del despacho.
Cubo multifuncional.
En el centro del loft se diseñó un cubo, cuyas puertas lisas esconden dos armarios, lavadora y secadora, armario de secado, nevera y despensa. Al desplazar gran parte del almacenaje de cocina, los armarios superiores han podido eliminarse y sólo ha quedado el que oculta la campana extractora completamente integrada, haciendo que esta zona se sienta más abierta y espaciosa. También contribuyen a esta sensación los tiradores integrados, las puertas con paneles de Fenix NTM con acabado mate y la grifería Vola montada a pared. La neutralidad de la cocina hace que el comedor se convierta en el punto focal de la estancia, donde destaca la lámpara Bocci 28.7.
El único dormitorio del loft se ha situado sobre el espacio de almacenamiento, teniendo así la privacidad necesaria para dormir. Un cama de inspiración japonesa y unas estanterías equipan este sencillo espacio.
Concluye Falkenberg que “en un espacio pequeño, a la mayoría de las personas les resultaría contradictorio tener muchos armarios y utilizar muebles grandes como el gabinete Haller de USM (en la zona de estar), pero atreverse a llevar a cabo gestos audaces hace que el espacio se sienta más grande.”
Para más información visiten: Falken Reynolds
No hay comentarios:
Publicar un comentario