Según el IDAE, después del frigorífico y el televisor, la lavadora es el electrodoméstico que más energía consume en el conjunto de hogares españoles. La práctica totalidad de las viviendas españolas disponen de una lavadora y, por término medio, se utiliza entre 3 y 5 veces por semana.
En el mercado hay básicamente, dos tipos de lavadoras para uso doméstico: las lavadoras de carga frontal y las lavadoras de carga superior. Vamos a ver las principales características de cada una de ellas.
Lavadora de carga frontal
Una lavadora de carga frontal cuenta con un tambor central al que se accede por su parte frontal por medio de una puerta redonda, a través de la cual se introduce la ropa a lavar.
El tambor de la lavadora se llena con agua mezclada con el detergente que se utilice, gira en los diversos ciclos del lavado y posee orificios que ayudan a la eliminación del máximo de agua durante la fase final de centrifugado de la ropa.
Las lavadoras de carga frontal lavan mejor al tener programas de lavado más largos, y son más eficaces ya que centrifugan más agua con lo que la ropa sale más seca.
Además se les puede colocar encima una secadora con lo que se ahorra espacio en el hogar.
Como inconvenientes cabe destacar su coste superior y que son más difíciles de llenar y vaciar si se tienen problemas de espalda.
Lavadora de carga superior
Una lavadora de carga superior cuenta con un tambor central al que se accede por su parte superior por medio de una puerta, a través de la cual se introduce la ropa a lavar. Las medidas suelen ser diferentes, ya que su ancho es de unos 40 cm frente a los 60 cm de una de carga frontal.
Tienen el inconveniente de no poder poner una encimera encima a diferencia de las lavadoras de carga frontal, por lo que su uso es más habitual en tendederos de ropa anexos a una cocina.
El tambor de la lavadora de carga superior se llena con agua mezclada con el detergente que se utilice, gira en los diversos ciclos del lavado y posee orificios que ayudan a la eliminación del máximo de agua durante la fase final de centrifugado de la ropa.
Las lavadoras de carga superior son algo más económicas que las de carga frontal, aunque emplean mucha más agua y electricidad. Los modelos actuales están mejorando la función de lavado.
Etiqueta energética
Las lavadoras están sometidas a la normativa de la UE sobre etiqueta energética, que detalla el consumo de electricidad tanto en el lavado como en el centrifugado y el consumo de agua por cada ciclo de lavado.
En la etiqueta se informa del nivel de eficiencia energética del aparato con respecto al tipo estándar mediante una clasificación con letras de la A a la G y los grados +, ++ y +++, siendo la A+++ la más eficiente y respetuosa con el medio ambiente y la G la menos.
Aunque los electrodomésticos más eficientes suelen ser más caros, a la larga compensa invertir en ellos por el ahorro de consumo en su vida útil que suele ser de 10 a 15 años.
Consejos de compra de una lavadora
Si va a comprar una lavadora de carga superior o frontal, tenga en cuenta estos aspectos:
Capacidad de carga y tamaño de la puerta: la más habitual es entre 6 y 8 kilos de ropa, pero puede encontrarlas hasta de 10 a 12 kilogramos.
Número de revoluciones por minuto: las “rpms” le permiten hacerse una idea de cómo de “seca” quedará su ropa gracias a la centrifugación de la lavadora en las fases finales de un lavado. Una buena velocidad de centrifugación serían 1.600 rpms.
Eficiencia Energética: las lavadoras más eficientes llevarán en la etiqueta energética las letras, A+++, sinónimo de ahorrar agua y luz.
Número y tipos de programas de lavado para ser capaces de lavar cada ropa.
Inicio diferido, es decir, la capacidad de “programar” el lavado X tiempo por delante y que la lavadora lo inicie ella sola.
Cierre y apertura de seguridad para evitar accidentes con niños.
Ruido que emiten en la fase de centrifugado, medido en decibelios (dB).
Y no olvide preguntar si su compra incluye la instalación y la retirada de la lavadora vieja en el envío.
Lavadora de carga frontal
Una lavadora de carga frontal cuenta con un tambor central al que se accede por su parte frontal por medio de una puerta redonda, a través de la cual se introduce la ropa a lavar.
El tambor de la lavadora se llena con agua mezclada con el detergente que se utilice, gira en los diversos ciclos del lavado y posee orificios que ayudan a la eliminación del máximo de agua durante la fase final de centrifugado de la ropa.
Las lavadoras de carga frontal lavan mejor al tener programas de lavado más largos, y son más eficaces ya que centrifugan más agua con lo que la ropa sale más seca.
Además se les puede colocar encima una secadora con lo que se ahorra espacio en el hogar.
Como inconvenientes cabe destacar su coste superior y que son más difíciles de llenar y vaciar si se tienen problemas de espalda.
Lavadora de carga superior
Una lavadora de carga superior cuenta con un tambor central al que se accede por su parte superior por medio de una puerta, a través de la cual se introduce la ropa a lavar. Las medidas suelen ser diferentes, ya que su ancho es de unos 40 cm frente a los 60 cm de una de carga frontal.
Tienen el inconveniente de no poder poner una encimera encima a diferencia de las lavadoras de carga frontal, por lo que su uso es más habitual en tendederos de ropa anexos a una cocina.
El tambor de la lavadora de carga superior se llena con agua mezclada con el detergente que se utilice, gira en los diversos ciclos del lavado y posee orificios que ayudan a la eliminación del máximo de agua durante la fase final de centrifugado de la ropa.
Las lavadoras de carga superior son algo más económicas que las de carga frontal, aunque emplean mucha más agua y electricidad. Los modelos actuales están mejorando la función de lavado.
Etiqueta energética
Las lavadoras están sometidas a la normativa de la UE sobre etiqueta energética, que detalla el consumo de electricidad tanto en el lavado como en el centrifugado y el consumo de agua por cada ciclo de lavado.
En la etiqueta se informa del nivel de eficiencia energética del aparato con respecto al tipo estándar mediante una clasificación con letras de la A a la G y los grados +, ++ y +++, siendo la A+++ la más eficiente y respetuosa con el medio ambiente y la G la menos.
Aunque los electrodomésticos más eficientes suelen ser más caros, a la larga compensa invertir en ellos por el ahorro de consumo en su vida útil que suele ser de 10 a 15 años.
Consejos de compra de una lavadora
Si va a comprar una lavadora de carga superior o frontal, tenga en cuenta estos aspectos:
Capacidad de carga y tamaño de la puerta: la más habitual es entre 6 y 8 kilos de ropa, pero puede encontrarlas hasta de 10 a 12 kilogramos.
Número de revoluciones por minuto: las “rpms” le permiten hacerse una idea de cómo de “seca” quedará su ropa gracias a la centrifugación de la lavadora en las fases finales de un lavado. Una buena velocidad de centrifugación serían 1.600 rpms.
Eficiencia Energética: las lavadoras más eficientes llevarán en la etiqueta energética las letras, A+++, sinónimo de ahorrar agua y luz.
Número y tipos de programas de lavado para ser capaces de lavar cada ropa.
Inicio diferido, es decir, la capacidad de “programar” el lavado X tiempo por delante y que la lavadora lo inicie ella sola.
Cierre y apertura de seguridad para evitar accidentes con niños.
Ruido que emiten en la fase de centrifugado, medido en decibelios (dB).
Y no olvide preguntar si su compra incluye la instalación y la retirada de la lavadora vieja en el envío.
Vía: Consumoteca
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