A partir de la historia del lugar nace este proyecto de vivienda, ubicado en la planta baja de un edificio significativo de la ciudad de Valencia, donde el propósito de la primera parte de la intervención ha sido deconstruir el espacio, despojándolo de sinsentidos y elementos superfluos.
En segundo lugar, la madera de chopo teñida en color negro se despliega y expande en el vacío interior a modo de material discreto y neutro, lo que contribuye a que cualquier rastro histórico sea apreciable.
Para crear ese carácter polivalente se sitúa una mesa en el corazón de la sala de estar, que servirá tanto de mesa de reuniones como de comedor. Su diseño se adapta al esqueleto del edificio, y abraza una de las columnas estructurales del apartamento. Enfrentada a este, un escritorio, estanterías, y un volumen de armarios para el almacenamiento de material, recorren al unísono uno de los lados de la estancia, integrándose en la propia armadura como un solo elemento arquitectónico. Este mismo territorio se abre hacia el interior e incluye una zona de televisión, lectura, chimenea, cocina, acceso a una pequeña terraza y comunicación directa con el resto de habitaciones.
La virtud de ser una vivienda dirigida al jardín central del edificio hace que la casa esté volcada hacia él y a una pequeña terraza privada rediseñada en madera de pino cuperizado —teñido negro—, como telón de fondo intimista de la naturaleza verde.
La Finca Roja
Construida por el arquitecto Enrique Viedma en 1929, este conjunto emblemático de viviendas con identidad de colmena toma el lenguaje del expresionismo holandés.
La llamativa utilización de la cerámica verde y las singulares torres circulares que enmarcan los chaflanes, así como los miradores poligonales, configuran la singular fachada de un edificio que intentó conseguir un nuevo modelo de vivienda para la clase media marcando tímidamente el transito al racionalismo.
Para más información visiten: Francesc Rifé Studio
Vía: Infurma
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