Tanto corrientes como artistas de diversos periodos de la historia del arte han conseguido influenciar la decoración de interiores. Este viene a ser el caso de la decoración inspirada en la obra de Klimt.
Gustav Klimt fue un artista en todo el sentido de la palabra. Formó parte del movimiento literario simbolista y también uno de los máximos representantes de modernismo o Art Nouveau.
Klimt tenía un sentido estético con cierto aire romántico pero a la vez, muy vivo, rico en detalles y, desde el punto de vista cromático: suntuoso, gracias al predominio del color dorado.
Tanto por el aporte de Klimt como de otros artistas, el modernismo logró contribuir, en gran medida, a la decoración de interiores, tanto por sus diseños innovadores como por la estética que ofrece. Por ello, tomar inspiración en el arte siempre ayuda a embellecer el hogar de una forma fácil y original.
Un poco más acerca de Gustav Klimt
Klimt fue hijo de artistas y de allí en parte que se dedicase al arte desde temprana edad. De hecho, se graduó de la Escuela de Artes y Oficios de Viena, como pintor y decorador de interiores.
Con el paso del tiempo, Klimt moldeó su personalidad artística y, con ello, su estilo y técnica comenzaron a adquirir un sello propio. Y una de sus fuentes de inspiración más grandes fue el desnudo femenino, desde el punto de vista sensual.
Hoy en día, queda claro que su estilo terminó siendo bastante ecléctico y dinámico, puesto que denota influencias que van desde el arte de la Antigua Grecia hasta la escuela Rinpa japonesa.
La decoración inspirada en la obra de Klimt
Este tipo de decoración se basa en distintos aspectos de las obras más famosas de Klimt, como las flores de la parte inferior del ”El beso”, por ejemplo. En otros casos, se recurre más bien a las espirales y líneas curvas ornamentales que se encuentran presentes en otros puntos del cuadro o en obras como ”El árbol de la vida”.
Para evitar caer en la decoración con réplicas de cuadros, se puede recurrir a otros tipos de accesorios como los que se encuentran en las tiendas de souvenirs y las tiendas de algunos museos de arte.
Una obra para cada rincón
“El beso”. En vista de que representa una imagen íntima, con cierta dulzura, puede quedar muy bien dentro del dormitorio principal.
“Las tres edades de la mujer” puede lucir perfecto tanto el dormitorio de una madre como en el de un bebé.
“Serpientes acuáticas” es un cuadro con una estética más intensa, por ello, puede lucirse en el salón o bien, en un cuarto de baño.
“El árbol de la vida” es un cuadro muy hipnótico, por lo que lucirá estupendo en una biblioteca, salón u otra zona común afín.
Otros objetos decorativos
La decoración inspirada en la obra de Klimt también abarca otro tipo de objetos decorativos, cojines, figuras, vinilos, juegos de té, jarrones, vajillas, bomboneras, ceniceros, abanicos, pantallas de lámparas y muchos más.
Para lograr un resultado fino, es importante no abusar del número de objetos dentro de un mismo espacio. Por ejemplo, si se incluye un juego de té, no deben incluirse más accesorios y mucho menos con la misma obra porque resultará excesivo.
En caso de optar por accesorios textiles, como los cojines, se pueden incluir dentro de ambientes minimalistas con tonos tierra, como el beige.
Aspectos a tener en cuenta
Muchas veces, los objetos de la decoración inspirada en la obra de Klimt no van a ser reproducciones completas de una obra, sino de ciertos detalles de la misma. Por ejemplo, es muy común encontrar textiles que solo reflejan segmentos de las ramas de ”El árbol de la vida”.
Este tipo de giros ayuda a introducir el arte en el hogar, sin sobrecargarlo. E incluso, puede resultar más dinámico y divertido el detalle puesto que invita a descubrir o recordar a qué obra pertenece el detalle.
Voyage, una empresa de decoración inglesa ha desarrollado una colección de cortinas, manteles y fundas que lleva por nombre ”Gustav” que toma como inspiración al artista y su obra; por ello, se trata de una colección con colores metálicos, formas varias y diversas texturas.
Un poco más acerca de Gustav Klimt
Klimt fue hijo de artistas y de allí en parte que se dedicase al arte desde temprana edad. De hecho, se graduó de la Escuela de Artes y Oficios de Viena, como pintor y decorador de interiores.
Con el paso del tiempo, Klimt moldeó su personalidad artística y, con ello, su estilo y técnica comenzaron a adquirir un sello propio. Y una de sus fuentes de inspiración más grandes fue el desnudo femenino, desde el punto de vista sensual.
Hoy en día, queda claro que su estilo terminó siendo bastante ecléctico y dinámico, puesto que denota influencias que van desde el arte de la Antigua Grecia hasta la escuela Rinpa japonesa.
La decoración inspirada en la obra de Klimt
Este tipo de decoración se basa en distintos aspectos de las obras más famosas de Klimt, como las flores de la parte inferior del ”El beso”, por ejemplo. En otros casos, se recurre más bien a las espirales y líneas curvas ornamentales que se encuentran presentes en otros puntos del cuadro o en obras como ”El árbol de la vida”.
Para evitar caer en la decoración con réplicas de cuadros, se puede recurrir a otros tipos de accesorios como los que se encuentran en las tiendas de souvenirs y las tiendas de algunos museos de arte.
Una obra para cada rincón
“El beso”. En vista de que representa una imagen íntima, con cierta dulzura, puede quedar muy bien dentro del dormitorio principal.
“Las tres edades de la mujer” puede lucir perfecto tanto el dormitorio de una madre como en el de un bebé.
“Serpientes acuáticas” es un cuadro con una estética más intensa, por ello, puede lucirse en el salón o bien, en un cuarto de baño.
“El árbol de la vida” es un cuadro muy hipnótico, por lo que lucirá estupendo en una biblioteca, salón u otra zona común afín.
Otros objetos decorativos
La decoración inspirada en la obra de Klimt también abarca otro tipo de objetos decorativos, cojines, figuras, vinilos, juegos de té, jarrones, vajillas, bomboneras, ceniceros, abanicos, pantallas de lámparas y muchos más.
Para lograr un resultado fino, es importante no abusar del número de objetos dentro de un mismo espacio. Por ejemplo, si se incluye un juego de té, no deben incluirse más accesorios y mucho menos con la misma obra porque resultará excesivo.
En caso de optar por accesorios textiles, como los cojines, se pueden incluir dentro de ambientes minimalistas con tonos tierra, como el beige.
Aspectos a tener en cuenta
Muchas veces, los objetos de la decoración inspirada en la obra de Klimt no van a ser reproducciones completas de una obra, sino de ciertos detalles de la misma. Por ejemplo, es muy común encontrar textiles que solo reflejan segmentos de las ramas de ”El árbol de la vida”.
Este tipo de giros ayuda a introducir el arte en el hogar, sin sobrecargarlo. E incluso, puede resultar más dinámico y divertido el detalle puesto que invita a descubrir o recordar a qué obra pertenece el detalle.
Voyage, una empresa de decoración inglesa ha desarrollado una colección de cortinas, manteles y fundas que lleva por nombre ”Gustav” que toma como inspiración al artista y su obra; por ello, se trata de una colección con colores metálicos, formas varias y diversas texturas.
Vía: midecoración
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