Park Piolets Mountain Hotel & Spa está situado a pie de pistas en la estación de esquí de Grandvalira, en Andorra. En 2015 comenzó un proceso de renovación, que ya ha alcanzado al restaurante 1817 y a las 150 habitaciones y suites del hotel. En esta temporada de invierno han presentado la reforma del lobby y el restaurante efímero Kao Soldeu. Ambos espacios cuentan con la firma de Líbano.
Diálogo entre el interior y el exterior en el lobby
La optimización de la luz natural y la búsqueda de la máxima funcionalidad son dos de las premisas fundamentales de los trabajos de Pilar Líbano. En este caso se ha dado especial protagonismo a las zonas acristaladas de la fachada, con las que se establece un estrecho diálogo entre el cálido interior y el bello paisaje pirenaico.
Optando por maderas en tonos oscuros para el pavimento y pintando el techo de color negro se ha buscado crear un efecto sándwich para que el mobiliario y los elementos de tonalidades más claras destaquen.
La optimización de la luz natural y la búsqueda de la máxima funcionalidad son dos de las premisas fundamentales de los trabajos de Pilar Líbano. En este caso se ha dado especial protagonismo a las zonas acristaladas de la fachada, con las que se establece un estrecho diálogo entre el cálido interior y el bello paisaje pirenaico.
Optando por maderas en tonos oscuros para el pavimento y pintando el techo de color negro se ha buscado crear un efecto sándwich para que el mobiliario y los elementos de tonalidades más claras destaquen.
El objetivo ha sido crear una ambiente de montaña contemporáneo, más próximo al interiorismo doméstico. Para ello, Líbano ha combinado diferentes modelos de sofás y butacas, tapizados con variados estampados de colores que referencian el paisaje exterior.
Las celosías de madera, las alfombras de esparto y la cálida iluminación indirecta -con lámparas de firmas tan espectaculares como Parachilna- permiten crear ambientes íntimos y diferenciados.
Tamiz de celosías en Kao
Pasado el lobby, tras unas puertas correderas de madera, se encuentra el restaurante Kao Soldeu. Se trata de un winter pop-up restaurant de alta cocina china contemporánea, al que se la ha dotado de un ligerísimo cariz de interiorismo y esquí. Tras los fogones, se encuentran el chef Josep María Kao, director del restaurante Shanghai, referente de la alta cocina china en Barcelona.
En este espacio, la madera se convierte en el material protagonista, encontrándose en el mobiliario, celosías, estructuras, fresados, etc. También se incorpora la cuerda, en unas mamparas móviles que dan a fachada y que ayudan a tamizar el impacto del paisaje y la luz natural.
Se ha dado continuidad al techo negro fonoabsorbente del lobby. Sobre él descansa un entramado de madera al que se ajustan todas las mamparas. Para el pavimento se ha escogido madera de roble, material muy presente en toda la intervención.
El uso de celosías y de estructuras auxiliares en hierro y madera permite compartimentar el espacio, creando ambientes semiprivados que sin embargo permiten entrever el resto del local.
La iluminación es sobre todo puntual, con lámparas de mimbre sobre cada mesa, acompañadas de apliques Wally de Santa & Cole.
Las celosías de madera, las alfombras de esparto y la cálida iluminación indirecta -con lámparas de firmas tan espectaculares como Parachilna- permiten crear ambientes íntimos y diferenciados.
Tamiz de celosías en Kao
Pasado el lobby, tras unas puertas correderas de madera, se encuentra el restaurante Kao Soldeu. Se trata de un winter pop-up restaurant de alta cocina china contemporánea, al que se la ha dotado de un ligerísimo cariz de interiorismo y esquí. Tras los fogones, se encuentran el chef Josep María Kao, director del restaurante Shanghai, referente de la alta cocina china en Barcelona.
En este espacio, la madera se convierte en el material protagonista, encontrándose en el mobiliario, celosías, estructuras, fresados, etc. También se incorpora la cuerda, en unas mamparas móviles que dan a fachada y que ayudan a tamizar el impacto del paisaje y la luz natural.
Se ha dado continuidad al techo negro fonoabsorbente del lobby. Sobre él descansa un entramado de madera al que se ajustan todas las mamparas. Para el pavimento se ha escogido madera de roble, material muy presente en toda la intervención.
El uso de celosías y de estructuras auxiliares en hierro y madera permite compartimentar el espacio, creando ambientes semiprivados que sin embargo permiten entrever el resto del local.
Prácticamente todo el mobiliario ha sido diseñado por los autores del proyecto, excepto las sillas de madera de la firma Vergés. Destacan las esculturales butacas de terciopelo, así como las mesas de mármol de marquina y hierro, o las de madera, también diseño propio.
La iluminación es sobre todo puntual, con lámparas de mimbre sobre cada mesa, acompañadas de apliques Wally de Santa & Cole.
Algunos elementos decorativos, como las tapas de vaporeras de bambú que decoran las paredes, contribuyen a crear una atmósfera oriental.
Para más información visiten: Pilar Líbano, Park Piolets Mountain Hotel & Spa
Vía: diarioDESIGN
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