viernes, 9 de noviembre de 2018

Sillas de forja

Cuando hablamos de decoración, no solamente pensamos en equipar una casa con una serie de muebles funcionales que sirvan a un propósito. Decoración es inspiración. Al decorar una casa tenemos que equiparla con muebles funcionales pero que despierten sensaciones en nosotros y nos hagan sentir verdaderamente en casa.
SILLAS DE FORJA PARA JARDINES Y EXTERIORES
Uno de los emplazamientos preferidos para las sillas de forja es sin duda el jardín o la terraza. Sus formas delicadas, torneadas y elegantes ofrecen una belleza bucólica que se integra a la perfección en la naturaleza. A eso se suma que el hierro es un material que resiste muy bien las inclemencias del tiempo.
Si tenemos un pequeño jardín o un porche y somos admiradores del estilo rústico, la respuesta está clara: sillas de forja. Podemos crear un espacio ideal para tomar el té o disfrutar de una agradable velada al aire libre si combinamos las sillas de forja con otros muebles de este material como mesas, bancos y sillones. Para dar el toque final, nada como complementar las sillas con unos faroles en forja colocados sobre la mesa o colgados de la pared o de árboles. ¡Nos sentiremos como Alicia en el país de las maravillas!
Si bien las sillas de forja se caracterizan por su elegancia y estilo, no siempre podemos decir lo mismo en cuanto a su comodidad. Para ello podemos colocar unos cojines sobre el asiento y respaldo y obtendremos una silla elegante a la par que cómoda. Los colores que mejor combinan con la inocencia de la forja de hierro son los tonos claros como el crema o el blanco roto, aunque cada uno puede escoger el que más le agrade.

CUIDADOS PARA LAS SILLAS DE FORJA

La forja es básicamente el hierro trabajado de un modo decorativo y el hierro al igual que otros materiales como la madera, requiere de unos cuidados específicos. En primer lugar, es muy importante que el hierro esté siempre pintado para evitar la oxidación, especialmente si los muebles van a estar expuestos al sol y a la lluvia. Un truco estupendo es darle a las sillas de forja una mano de pintura antioxidante para que luzcan como nuevas después de un tiempo.

Si por desgracia, vemos como tras un tiempo nuestras sillas de forja se han oxidado levemente, es necesario quitar las manchas con un cepillo de cerdas de alambre. Una vez nos hayamos deshecho de las manchas, solo tendremos que lijar la superficie con cuidado y acabar dando una nueva capa de antioxidante.

Vía: Westwing

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