En la actualidad, existen muchos estilos decorativos de inspiración muy diversa, sin embargo, la tendencia principal apunta a la búsqueda de lo original. Por esta razón, no resulta extraño que, seres mitológicos de la literatura y el arte, como los unicornios, hayan conseguido incorporarse a muchos rincones.
A pesar de que, antaño pudieran haberse concebido como una extravagancia, hoy en día no resulta extraño ver todo tipo de objetos decorativos en forma de unicornio. Las presentaciones son infinitas, pero todas comparten un rasgo en particular: son muy llamativas a la vista.
La decoración del hogar, las oficinas y otros espacios ha abierto sus puertas a estos animales mágicos que, lejos de aportar un aspecto infantil al ambiente, aportan un toque de originalidad así como un aire de espontaneidad. En cierta medida, también aportan misticismo y algo de encanto surrealista.
Los unicornios en la decoración medieval
En realidad, los unicornios en la decoración, tanto de interiores como de exteriores, no son una novedad. De hecho, eran un elemento muy común en tapices y otras obras de arte de la Edad Media y el Renacimiento. Sin embargo, en primera instancia, ya no se les confiere el mismo significado.
En dichas épocas, el simbolismo del unicornio remitía, sobre todo, a las creencias cristianas. Se consideraba que este animal era una representación de Cristo y, por ende, venía a ser un símbolo de pureza, castidad e inocencia. Sin embargo, los historiadores indican que esta no es la única dimensión de su significado.
El unicornio, como símbolo, encierra un gran misterio, pues su origen en el imaginario colectivo está repleto de ambigüedades. De acuerdo a testimonios recogidos en diversas fuentes antiguas, pudo haber existido una criatura con rasgos similares a los que se le atribuye a este animal mágico, pero, dado que nunca se halló evidencia concluyente de ello, quedó como un mito.
Los investigadores afirman que, una de las razones de la existencia del unicornio en el imaginario colectivo radica en el hecho de que, el ser humano buscaba asirse a un elemento que representase la vida eterna y otros ideales.
Ahora bien, más allá de su compleja simbología, el unicornio, viene a constituir, en suma, un misterio que alimenta la imaginación de las personas, independientemente de la época y que ha logrado saltar de las obras de fantasía, donde más se le acostumbra encontrar, a otros ámbitos, como la decoración.
Los unicornios en la decoración actual
A diferencia de los murales, tapices, estatuas de piedra y demás obras anteriores, en la decoración actual, los unicornios están representados como caballos blancos de silueta estilizada con un cuerno en la frente.
Los objetos con su forma se adaptan a todo tipo de estilo, incluso la escultura geométrica en 3D. Por ello, los detalles de su presentación pueden variar considerablemente y, por ende, adaptarse fácilmente al gusto de cada quien.
Cabe destacar que los unicornios se encuentran como objetos decorativos que pueden tener, más de una función. Este vendría a ser el caso de relojes y lámparas, por ejemplo.
La gran novedad en la decoración de interiores con unicornios son los ‘trofeos de caza’. Estas vienen a ser figuras en tercera dimensión, de la cabeza del animal que se colocan en la pared y de las cuales se puede colgar (o no) otros objetos como guirnaldas de flores, cintas, banderines, etcétera.
Los trofeos o, mejor dicho, bustos de unicornios no solo aportan originalidad al ambiente sino también, mayor riqueza en términos de perspectiva. Otros objetos decorativos con forma de unicornio muy empleados son:
Cojines.
Stickers de vinilo.
Marcos para espejos.
Mobiliario de todo tipo: puffs, cabeceros para camas, etcétera.
Figuras de madera, metal, silicona y peluche (no necesariamente de juguete).
Cuadros (representaciones pictóricas de arte medieval, moderno, minimalista, street art, fantástico y otras).
Objetos inusuales y curiosos: cabezales de ducha, herramientas varias (tijeras, pinzas, entre otros).
Unicornios y arcoíris
Recientemente, al unicornio se le ha atribuido un aspecto mucho más colorido, en vista de la popularización del mito de que son incapaces de sentir otra cosa que no sea alegría. Por ello, las versiones más llamativas de los objetos con su forma incluyen melenas de colores o bien, diversos tipos de accesorios arcoíris.
Sin embargo, la explosión de color no impide que los unicornios se incorporen en la decoración de interiores para todo público. De hecho, atraen mucho más los unicornios multicolor que los blancos puesto que esto se ha tomado como sinónimo de diversión, belleza y alegría.
La imaginación no tiene límites a la hora de dar nuevos giros a los elementos. Por ello, los unicornios han regresado con fuerza a todos los rincones, dentro y fuera del hogar. Ahora solo queda decidir de qué manera incorporarlos (o no) de un forma creativa a nuestros espacios.
Los unicornios en la decoración medieval
En realidad, los unicornios en la decoración, tanto de interiores como de exteriores, no son una novedad. De hecho, eran un elemento muy común en tapices y otras obras de arte de la Edad Media y el Renacimiento. Sin embargo, en primera instancia, ya no se les confiere el mismo significado.
En dichas épocas, el simbolismo del unicornio remitía, sobre todo, a las creencias cristianas. Se consideraba que este animal era una representación de Cristo y, por ende, venía a ser un símbolo de pureza, castidad e inocencia. Sin embargo, los historiadores indican que esta no es la única dimensión de su significado.
El unicornio, como símbolo, encierra un gran misterio, pues su origen en el imaginario colectivo está repleto de ambigüedades. De acuerdo a testimonios recogidos en diversas fuentes antiguas, pudo haber existido una criatura con rasgos similares a los que se le atribuye a este animal mágico, pero, dado que nunca se halló evidencia concluyente de ello, quedó como un mito.
Los investigadores afirman que, una de las razones de la existencia del unicornio en el imaginario colectivo radica en el hecho de que, el ser humano buscaba asirse a un elemento que representase la vida eterna y otros ideales.
Ahora bien, más allá de su compleja simbología, el unicornio, viene a constituir, en suma, un misterio que alimenta la imaginación de las personas, independientemente de la época y que ha logrado saltar de las obras de fantasía, donde más se le acostumbra encontrar, a otros ámbitos, como la decoración.
Los unicornios en la decoración actual
A diferencia de los murales, tapices, estatuas de piedra y demás obras anteriores, en la decoración actual, los unicornios están representados como caballos blancos de silueta estilizada con un cuerno en la frente.
Los objetos con su forma se adaptan a todo tipo de estilo, incluso la escultura geométrica en 3D. Por ello, los detalles de su presentación pueden variar considerablemente y, por ende, adaptarse fácilmente al gusto de cada quien.
Cabe destacar que los unicornios se encuentran como objetos decorativos que pueden tener, más de una función. Este vendría a ser el caso de relojes y lámparas, por ejemplo.
La gran novedad en la decoración de interiores con unicornios son los ‘trofeos de caza’. Estas vienen a ser figuras en tercera dimensión, de la cabeza del animal que se colocan en la pared y de las cuales se puede colgar (o no) otros objetos como guirnaldas de flores, cintas, banderines, etcétera.
Los trofeos o, mejor dicho, bustos de unicornios no solo aportan originalidad al ambiente sino también, mayor riqueza en términos de perspectiva. Otros objetos decorativos con forma de unicornio muy empleados son:
Cojines.
Stickers de vinilo.
Marcos para espejos.
Mobiliario de todo tipo: puffs, cabeceros para camas, etcétera.
Figuras de madera, metal, silicona y peluche (no necesariamente de juguete).
Cuadros (representaciones pictóricas de arte medieval, moderno, minimalista, street art, fantástico y otras).
Objetos inusuales y curiosos: cabezales de ducha, herramientas varias (tijeras, pinzas, entre otros).
Unicornios y arcoíris
Recientemente, al unicornio se le ha atribuido un aspecto mucho más colorido, en vista de la popularización del mito de que son incapaces de sentir otra cosa que no sea alegría. Por ello, las versiones más llamativas de los objetos con su forma incluyen melenas de colores o bien, diversos tipos de accesorios arcoíris.
Sin embargo, la explosión de color no impide que los unicornios se incorporen en la decoración de interiores para todo público. De hecho, atraen mucho más los unicornios multicolor que los blancos puesto que esto se ha tomado como sinónimo de diversión, belleza y alegría.
La imaginación no tiene límites a la hora de dar nuevos giros a los elementos. Por ello, los unicornios han regresado con fuerza a todos los rincones, dentro y fuera del hogar. Ahora solo queda decidir de qué manera incorporarlos (o no) de un forma creativa a nuestros espacios.
Vía: midecoracion
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