Dentro de los usos de las vigas laminadas, la construcción de toda clase de estructuras es el más destacado. Se usa tanto para fabricar pérgolas o porches, casas de madera de entramado pesado o grandes estructuras como centros de convenciones, naves industriales o complejos deportivos. Su gran estabilidad dimensional y resistencia las hacen ideales para construir formas complejas, no solo rectas, también curvas.
Las vigas de madera laminada son en esencia varios listones encolados en secciones horizontales. Se usan al menos cuatro piezas, siempre con la veta en sentido longitudinal, para formar una viga laminada. Es frecuente, desde un punto de vista lingüístico, confundir a las vigas laminadas con los paneles contralaminados, que aunque siguen un mismo principio, desde el punto de vista de la construcción en madera tienen usos diferenciados.
Características de las vigas laminadas
Alta Capacidad de carga.
Estabilidad dimensional. La madera normalmente se contrae y expande con los cambios ambientales y térmicos. La madera laminada es tratada para que estas alteraciones sean las mínimas posibles y no afecten a la estructura. En comparación con la madera aserrada, la madera laminada es mucho más estable.
Peso reducido. Si comparamos con el acero, este tipo de vigas permiten distancias mas largas con pesos muy inferiores.
Amplia gama de longitudes y espesores. Está disponible en largos y espesores muy superiores a los de la madera maciza. Por ejemplo una viga laminada de madera encolada puede llegar a los 30 metros, mientras que una de madera maciza no suele superar los 13. Aunque estos largos son posibles, normalmente se comercializa en medidas inferiores, la más frecuente es la de 12 metros de largo y 160×80 mm de espesor.
Resistencia a la humedad. La madera previamente secada y tratada permite una buena resistencia a la humedad, incluso en situaciones adversas.
Buena resistencia al fuego. Su consumo se produce a velocidad constante por lo que es relativamente fácil calcular el tiempo que tardaría un incendio en deteriorar la estructura. Y este tiempo es muy superior a lo que suele pensarse.
Impacto ambiental muy inferior al de las alternativas en acero u hormigón. La madera es un material natural y 100% renovable.
La posibilidad de fabricar en taller permite que las vigas lleguen al lugar de instalación sin errores de cálculo y con las formas deseadas. Lo que reduce imprevistos y gastos.
El Proceso de Fabricación
Previamente la madera es seleccionada. Se descartan las tablas con defectos que pueden disminuir la estabilidad de la viga. En ocasiones, cuando la viga va a estar vista, también se descartan piezas con defectos estéticos.
El proceso de fabricación de las vigas laminadas pasa por varias fases: secado de la madera, selección, cepillado, aplicación de colas y adhesivos, prensado, cepillado final y lijado.
El secado es una paso fundamental. Si no se realiza correctamente la madera, ya en obra, puede mermar lo que además de generar grietas en las propia madera puede afectar a la estabilidad de la estructura. Para hacernos una idea puede existir una merma de entre 10mm y 20mm en una viga de 24 cm al pasar de un grado de humedad de 30% a un 10%. Se considera que el secado es optimo cuando la madera alcanza un 12% de humedad.
Las maderas más utilizadas para su fabricación son las de abeto y pino silvestre. Aunque también podemos encontrarlas otras especies de pino, alerce, castaño, eucalipto, haya, roble o iroko entre otras.
Es frecuente comercializar las vigas laminadas encoladas, además de por sus dimensiones o tipo de madera, en función de si serán vistas o no. Es decir, cepilladas, lijadas e incluso tratadas. Básicamente dependerá de si van a aquedar a la vista del usuario u ocultas.
Previamente la madera es seleccionada. Se descartan las tablas con defectos que pueden disminuir la estabilidad de la viga. En ocasiones, cuando la viga va a estar vista, también se descartan piezas con defectos estéticos.
El proceso de fabricación de las vigas laminadas pasa por varias fases: secado de la madera, selección, cepillado, aplicación de colas y adhesivos, prensado, cepillado final y lijado.
El secado es una paso fundamental. Si no se realiza correctamente la madera, ya en obra, puede mermar lo que además de generar grietas en las propia madera puede afectar a la estabilidad de la estructura. Para hacernos una idea puede existir una merma de entre 10mm y 20mm en una viga de 24 cm al pasar de un grado de humedad de 30% a un 10%. Se considera que el secado es optimo cuando la madera alcanza un 12% de humedad.
Las maderas más utilizadas para su fabricación son las de abeto y pino silvestre. Aunque también podemos encontrarlas otras especies de pino, alerce, castaño, eucalipto, haya, roble o iroko entre otras.
Es frecuente comercializar las vigas laminadas encoladas, además de por sus dimensiones o tipo de madera, en función de si serán vistas o no. Es decir, cepilladas, lijadas e incluso tratadas. Básicamente dependerá de si van a aquedar a la vista del usuario u ocultas.
Características de las vigas laminadas
Alta Capacidad de carga.
Estabilidad dimensional. La madera normalmente se contrae y expande con los cambios ambientales y térmicos. La madera laminada es tratada para que estas alteraciones sean las mínimas posibles y no afecten a la estructura. En comparación con la madera aserrada, la madera laminada es mucho más estable.
Peso reducido. Si comparamos con el acero, este tipo de vigas permiten distancias mas largas con pesos muy inferiores.
Amplia gama de longitudes y espesores. Está disponible en largos y espesores muy superiores a los de la madera maciza. Por ejemplo una viga laminada de madera encolada puede llegar a los 30 metros, mientras que una de madera maciza no suele superar los 13. Aunque estos largos son posibles, normalmente se comercializa en medidas inferiores, la más frecuente es la de 12 metros de largo y 160×80 mm de espesor.
Resistencia a la humedad. La madera previamente secada y tratada permite una buena resistencia a la humedad, incluso en situaciones adversas.
Buena resistencia al fuego. Su consumo se produce a velocidad constante por lo que es relativamente fácil calcular el tiempo que tardaría un incendio en deteriorar la estructura. Y este tiempo es muy superior a lo que suele pensarse.
Impacto ambiental muy inferior al de las alternativas en acero u hormigón. La madera es un material natural y 100% renovable.
La posibilidad de fabricar en taller permite que las vigas lleguen al lugar de instalación sin errores de cálculo y con las formas deseadas. Lo que reduce imprevistos y gastos.
Vía: Maderame
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