miércoles, 8 de mayo de 2019

Juego de contrastes en Berlín.

El traslado de un apartamento a otro en el mismo edificio ha supuesto para la arquitecta Ester Bruzkus una oportunidad para rediseñar su vivienda original con ideas nuevas.
Bautizado como 2.0, el apartamento se emplaza en el Estradenhaus, uno de los primeros edificios de viviendas construidos en el distrito de Prenzlauerberg después de la caída del muro de Berlín.
La intervención resulta de una mezcla de contrastes, que combina una planificación eficiente con materiales, colores y texturas lúdicas y llamativas. El uso del color, la estudiada iluminación, su mobiliario a medida y los cuidados volúmenes hacen de él un espacio único.
Amplio y luminoso, el apartamento en Berlín se siente como un loft. Sus dos fachadas opuestas, orientadas a este y oeste, permiten la entrada de luz solar durante todo el día.
Habitado por una gran variedad de espacios, el interior aprovecha al máximo el almacenamiento oculto, a pesar de su reducido tamaño, de tan sólo 80 metros cuadrados.
Distribuido en una sola habitación, el espacio original estaba ocupado por estrechas plataformas elevadas en las ventanas, que conducían a una terraza ligeramente elevada al aire libre.

Juego de texturas, materiales y colores

Ester Bruzkus alteró radicalmente el espacio original, al extender estas plataformas elevadas a espacios interiores. Además, introdujo una gran variedad de volúmenes de distintos materiales y colores. Los tonos cálidos se combinan con el hormigón de paredes y techo, construyendo un espacio fluido y luminoso.

«La estrategia de diseño consiste en introducir cajas dentro de cajas«, cuenta la arquitecta. De esta forma, el espacio se llena de volúmenes arquitectónicos donde escalas, colores y materiales se encuentran y dialogan.

Un volumen central como distribuidor del espacio

Revestido de puertas de suelo a techo de madera de roble claro, un volumen central distribuye el espacio. El revestimiento de madera se ve interrumpido por la cocina, con encimera de terrazo y armarios inferiores en color rosa.

En el salón, una pared de listones de madera pintados en gris oculta un armario de llamativos colores. Frente a él emerge un sofá hecho a medida en tonos rosas, apoyado sobre una alfombra bereber.

En su interior, el volumen principal alberga el baño, revestido en mármol gris y con papel pintado de Cole & Son. Con iluminación de PS Lab, está equipado con una bañera escultórica de terrazo y un lavabo de mármol de Carrara.

Una segunda puerta en el baño conduce directamente al dormitorio. En él, las puertas neutras de los armarios esconden planos en color azul brillante, amarillo o rosa.

La azotea como prolongación del apartamento

Si el primer apartamento de Ester ocupaba la segunda planta, el 2.0 se sitúa en el ático. Con acceso a través de una generosa escalera, la azotea alberga una serie de espacios exteriores que completan el apartamento.

El jardín de la azotea también ha sido diseñado a partir de una serie de volúmenes. De esta forma se crean espacios a diferentes alturas, que abren muy distintas vistas sobre Berlín.

Fotografía: Jens Bösenberg
Para más información visiten: Ester Bruzkus Architekten
Vía: Diariodesign







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