martes, 2 de abril de 2019

Popurrí

Los olores influyen en nuestro estado de ánimo de manera casi inconsciente. Si estamos en una habitación que percibimos que huele bien, nos sentimos agusto, alegres, incluso con más energía. ¿Por qué no utilizar popurrí para conseguir este efecto en las distintas estancias de nuestra casa?
Un popurrí es una mezcla de flores secas, especias y otras partes de plantas o frutos que colocamos en un recipiente para que aromaticen un espacio. Existen muchos tipos de mezclas y tipos de popurrí, a continuación le explicamos lo que debe tener en cuenta en la compra de este producto.
¿Qué es un popurrí?
El término popurrí proviene de la palabra francesa pot pourri y significa, literalmente ¡olla podrida! Aunque actualmente un popurrí sea una mezcla de flores y plantas aromáticas secas; antiguamente se trataba de una mezcla de plantas frescas, alcohol, sal, aceites que se dejaba fermentar para conseguir una fragancia mucho más intensa. Normalmente estos popurrís se conservaban en vasijas de barro que ayudaban a intensificar aún más la esencia con el paso del tiempo. Para conseguir el efecto deseado, el recipiente de popurrí se colocaba cerca de una fuente de calor que propagaba el olor por toda la habitación.

El popurrí hoy

Hoy en día, sin embargo, un popurrí es una mezcla de flores y plantas secas impregnadas con esencias que aromatizan de manera sutil una estancia. Las flores, hojas, especias y cáscaras de fruta, en ocasiones contienen unas gotas de aceite esencial que acentúan ligeramente el aroma que desprenden. Es importante que estas mezclas se cambien y renueven de vez en cuando ya que acaban acumulando mucho polvo y bacterias con el paso del tiempo.

Otro aspecto a tener en cuenta es el color de la mezcla del popurrí. Queda especialmente bonito cuando las tonalidades de las flores combinan en armonía con los colores de la decoración de la habitación.

Algunos ejemplos de esto son los popurrís de pétalos de rosas para el dormitorio, las flores de algodón para el salón o mezclas de hojas verdes en la cocina. De esta manera conseguimos darle a cada habitación un aire distinto; relajado, sensual, fresco o vigorizante.

La alternativa natural

A mucha gente le encantan las velas aromáticas pero no se atreven con ellas por miedo a dejarlas encendidas o a los elementos tóxicos que al prenderlas emiten. Aunque actualmente existen muchas alternativas de composición muy natural, sigue habiendo mucha gente que no tolera bien estos aromas. Al igual ocurre con los inciensos, los sprays ambientadores o los que se enchufan a la pared. Estas fragancias, en especial si son sintéticas, no son adecuadas para mucha gente y pueden incluso causar reacciones alérgicas.

Es por todo esto que el popurrí es la alternativa ideal para gente que quiere aromatizar su casa de manera natural y delicada.

Popurrí DIY

Los que tengan la suerte de tener un jardín o un patio con flores, pueden hacer su propio popurrí con ellas. Las infinitas posibilidades que existen pueden hacer que la creación de distintos popurrís se acabe convirtiendo en un verdadero hobby. Como suele ocurrir con casi todo, en Internet podemos encontrar todo tipo de información para realizar las mejores combinaciones. A continuación le damos algunas ideas para que vaya comenzando:

Popurrí de invierno: cáscaras de naranja secas, jengibre, nuez moscada, canela en rama, clavos de olor y unas gotas de aceite esencia de mandarina.

Popurrí de primavera: flores de planta de tilo, violetas, flores de manzanilla y de aciano con unas gotas de aceite esencial de ylang-ylang.

Popurrí de verano: pétalos de rosa, lavanda, peonías, salvia sclarea y unas gotas de algún aceite esencial que intensifique alguno el aroma de alguna de las flores de la mezcla. Los más fáciles de encontrar; el de rosa o de lavanda.

Popurrí de otoño: flores de malva real, piñas de pino piñonero y unas gotas de aceite de madera de sándalo.

A estas mezclas que acabamos de proponer solo hace falta que les añada un fijador, es decir, un material absorbente que ayude a mantener la fragancia. Puede utilizar por ejemplo; musgo seco, raíz de orris o virutas de madera. Después solo se trata de poner todos los ingredientes juntos en un frasco que dejaremos reposar bien cerrado durante una semana en un lugar oscuro. ¡Es así de fácil!

Vía: Westwing

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