Cuando hablamos del estilo hotel boutique, nos estamos refiriendo a un concepto bastante novedoso que empieza a convertirse en todo un estilo de diseño de interiores. En realidad, el hotel boutique es una forma de decoración, más que una estética determinada.
Los hoteles boutique empezaron a hacerse populares hace algo más de una década, y se consolidaron por sus características propias e individuales frente a las grandes cadenas hoteleras.
Su diferencia principal era su fuerte carácter y su personalidad que se alejaba de los servicios y la estética estandarizada de los hoteles convencionales. Y, sobre todo, se diferenciaban por su proyección del lujo más absoluto en estética y en servicios.
Este lujo personalizado ha cautivado a miles de personas en el mundo que han querido traer estas cualidades a las estancias de sus propias casas. Especialmente a los dormitorios, que es donde más se está aplicando este estilo. Vamos a ver en qué consiste y cuáles son las claves para conseguirlo.
El lujo en la estética y en las sensaciones es lo que se pretende conseguir a través de este estilo. La ventaja es que funciona con las estéticas más clásicas y con las más vanguardistas, incluso con estéticas tematizadas.
Pero la clave para llevar este estilo a los dormitorios de nuestra casa está en el lujo de los materiales para conseguir el efecto boutique, y la despersonalización de la estancia para conseguir el efecto hotel. Los detalles, la calidad de los acabados y los toques eclécticos son unos buenos principios.
Las telas deben ser ricas, vanguardistas y con estilo. La iluminación es clave también para crear estos espacios, las obras de arte y una estética que transmita orden y pulcritud son otros de los secretos de este estilo.
Llevarse el hotel a casa
Este estilo llevado al diseño de interiores en nuestras casas pasa por una curiosa contradicción. Cuando decoramos hoteles boutique nos centramos en la personalización. No deben parecerse a ningún otro hotel y deben proyectar su propia personalidad.
Pero cuando nos llevamos el estilo boutique a casa, queremos encontrar ese ambiente neutral de la habitación de hotel, así que para aplicar el estilo hotel boutique en casa debemos despersonalizar en la medida que podamos. Por el contrario, nos centramos en la calidad de todos los accesorios y la originalidad de los elementos decorativos.
Las paredes enteladas, los tapizados en sedas o terciopelos, los muebles de excelente calidad y que aporten aspecto de lujo hotelero, y que al mismo tiempo proyecten un ambiente cálido y acogedor, son la base de esta estética. Para ello, no importa el estilo decorativo que se utilice, siempre que nos infunda esa sensación de lujo extremo.
El lujo también es una sensación
La vista es solo uno de nuestros sentidos, y a la hora de hablar de sensaciones lujosas la piel y el tacto cuentan tanto o más que lo que nos entra por los ojos. Hay pocas sensaciones más agradables que las maravillosas sábanas y almohadas de un hotel de lujo.
Tejidos naturales de aspecto y planchado impoluto. Colchones con la resistencia adecuada. Almohadones de plumas de varios grosores y tamaños. Mullidos y perfumados albornoces con los que salir de la ducha. Toallas en abundancia y de calidad excepcional. Todo esto es lo que apreciamos a la hora de descansar en un buen hotel.
De hecho, están empezando a aparecer establecimientos especializados donde poder adquirir este tipo de ropa de cama tan particular de los mejores hoteles, y que tan difícil resulta de conseguir en las tiendas más estandarizadas.
Crear un santuario
No importa qué colores utilicemos para nuestro dormitorio estilo hotel boutique. Aquí lo que prima es que todo esté en perfecta combinación y que los colores estén correctamente elegidos para coordinarse entre ellos.
Las ventanas o puertas a balcones o terrazas deben contar con un doble sistema de cortinas y visillos que permitan la entrada de luz, o la anule cuando sea necesario. Los rieles no deben estar nunca a la vista, y todo debe dar sensación de buen acabado y limpieza.
Materiales como el mármol, las maderas nobles, las superficies de espejos o muy pulidas, los tiradores de armarios y cajones lujosos y originales. En definitiva, debemos elegir los materiales que se alejen de lo convencional o de apariencia barata. El propósito del estilo hotel boutique es crear verdaderos santuarios de los que no se quiera salir.
El lujo en la estética y en las sensaciones es lo que se pretende conseguir a través de este estilo. La ventaja es que funciona con las estéticas más clásicas y con las más vanguardistas, incluso con estéticas tematizadas.
Pero la clave para llevar este estilo a los dormitorios de nuestra casa está en el lujo de los materiales para conseguir el efecto boutique, y la despersonalización de la estancia para conseguir el efecto hotel. Los detalles, la calidad de los acabados y los toques eclécticos son unos buenos principios.
Las telas deben ser ricas, vanguardistas y con estilo. La iluminación es clave también para crear estos espacios, las obras de arte y una estética que transmita orden y pulcritud son otros de los secretos de este estilo.
Llevarse el hotel a casa
Este estilo llevado al diseño de interiores en nuestras casas pasa por una curiosa contradicción. Cuando decoramos hoteles boutique nos centramos en la personalización. No deben parecerse a ningún otro hotel y deben proyectar su propia personalidad.
Pero cuando nos llevamos el estilo boutique a casa, queremos encontrar ese ambiente neutral de la habitación de hotel, así que para aplicar el estilo hotel boutique en casa debemos despersonalizar en la medida que podamos. Por el contrario, nos centramos en la calidad de todos los accesorios y la originalidad de los elementos decorativos.
Las paredes enteladas, los tapizados en sedas o terciopelos, los muebles de excelente calidad y que aporten aspecto de lujo hotelero, y que al mismo tiempo proyecten un ambiente cálido y acogedor, son la base de esta estética. Para ello, no importa el estilo decorativo que se utilice, siempre que nos infunda esa sensación de lujo extremo.
El lujo también es una sensación
La vista es solo uno de nuestros sentidos, y a la hora de hablar de sensaciones lujosas la piel y el tacto cuentan tanto o más que lo que nos entra por los ojos. Hay pocas sensaciones más agradables que las maravillosas sábanas y almohadas de un hotel de lujo.
Tejidos naturales de aspecto y planchado impoluto. Colchones con la resistencia adecuada. Almohadones de plumas de varios grosores y tamaños. Mullidos y perfumados albornoces con los que salir de la ducha. Toallas en abundancia y de calidad excepcional. Todo esto es lo que apreciamos a la hora de descansar en un buen hotel.
De hecho, están empezando a aparecer establecimientos especializados donde poder adquirir este tipo de ropa de cama tan particular de los mejores hoteles, y que tan difícil resulta de conseguir en las tiendas más estandarizadas.
Crear un santuario
No importa qué colores utilicemos para nuestro dormitorio estilo hotel boutique. Aquí lo que prima es que todo esté en perfecta combinación y que los colores estén correctamente elegidos para coordinarse entre ellos.
Las ventanas o puertas a balcones o terrazas deben contar con un doble sistema de cortinas y visillos que permitan la entrada de luz, o la anule cuando sea necesario. Los rieles no deben estar nunca a la vista, y todo debe dar sensación de buen acabado y limpieza.
Materiales como el mármol, las maderas nobles, las superficies de espejos o muy pulidas, los tiradores de armarios y cajones lujosos y originales. En definitiva, debemos elegir los materiales que se alejen de lo convencional o de apariencia barata. El propósito del estilo hotel boutique es crear verdaderos santuarios de los que no se quiera salir.
Vía: midecoración
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