Los tapizados son una gran alternativa al papel pintado o la pintura a la hora de imprimir carácter a una estancia. Podemos tapizar desde una única pared hasta estancias integrales, proporcionando así un acabado original y cálido a la estancia. La clave está en saber escoger las telas mas adecuadas para lograr nuestro objetico.
Ventajas de tapizar las paredes
Las telas para paredes son una gran alternativa al papel pintado o la pintura para imprimir personalidad a las estancias. Pueden utilizarse en todo tipo de proyectos de interiorismo con el fin de proporcionar un buen aislamiento y una estética determinada a la habitación. Su utilización tiene múltiples ventajas:
Estabilizan la humedad, facilitando una atmósfera cálida.
Aportan carácter a la habitación a través de la textura, los motivos o los contrastes de color… El tapizado de paredes puede combinarse además con otros recursos y elementos decorativos, proporcionándonos la posibilidad de crear ambientes de estilos muy diferentes: sofisticados, rústicos, minimalistas…
Tipos de tejidos
No todos los tejidos son válidos para tapizar las paredes. Su composición, su trama y su comportamiento tanto al tapizar la pared como posteriormente, influirán en el resultado final. Con el fin de asegurarnos de que la tela escogida sea adecuada para recubrir nuestra pared lo mejor es acudir a una tienda especializada.
En términos generales, lo ideal es buscar tejidos resistentes, lavables y que no se arruguen con facilidad. Lonetas fuertes, tejidos de lino y fibras sintéticas lavables son excelentes elecciones para vestir diferentes espacios en nuestro hogar: dormitorios, salones, recibidores…
¿Naturales o sintéticos? Los tejidos naturales poseen generalmente un tacto suave y transpiran mejor que los sintéticos, siendo frescos en verano y cálidos en invierno. Los tejidos sintéticos, por su parte, son mas duraderos y presentan un mantenimiento más sencillo. Las manchas pueden limpiarse con un paño mojado y un poco de detergente neutro a diferencia de la limpieza de los tejidos naturales que debe hacerse en seco.
Los tejidos mas populares para tapizar paredes son:
Yute. El yute es una tela dura, natural y versátil muy utilizada en tapicería. Una tela rústica utilizada durante años para para aislar las habitaciones de los ruidos externos y protegerla de la humedad. Es una tela que además se adapta fácilmente a las paredes por ser muy moldeable. Solo presenta un problema: muchas veces su forma cambia y no se ve igual en la pared a como la viste por primera vez.
Lonas y cañamazos. La lona ha sido siempre un material muy utilizado para el revestimiento de paredes por encolado directo, clavado o grapado. Son tejidos que puntualmente pueden ser lavados con una esponja jabonosa y aclarados sin que lleguen a empaparse. Sus colores suelen ser sólidos y no existe el riesgo de que destiñan.
Telas de lino. El lino es un tejido resistente que repele el polvo. Se puede encontrar en diferentes tonos, texturas y estampados. Presenta una gran ventaja sobre las demás telas, y es que se presenta en formatos más anchos que el resto de telas naturales, lo que permite cubrir de una mejor forma las paredes. Suele colocarse sobre rastreles.
Tejidos barnizados. El barnizado proporciona a los tejidos una gran regularidad superficial y un matiz satinado que los hace muy interesantes. Brindan protección contra de la humedad y no suelen mancharse con facilidad. Tampoco se deforman al ser tensados lo que nos permite clavarlos, graparlos o encolarlos con mayor facilidad.
Tejidos de fibras sintéticas. No son afectados por la podredumbre como ocurre con las fibras naturales y pueden imitar a estas presentando otra ventaja sobre las mismas: su fácil limpieza. Son tejidos que pueden lavarse.
Cómo tapizar las paredes
Las telas para paredes se pueden colocar de varias formas: encoladas, sobre un marco o en forma de paneles. Las telas encoladas son telas diseñadas para la tapicería mural que se colocan directamente sobre la pared, sin necesidad de bastidores de madera sobre los que grapar el textil como ocurre en el tapizado a la inglesa.
Sea cual sea el método que deba utilizarse es importante preparar la pared y asegurarnos que no existan humedades que pudieran determinar las temas. También puede ser interesante retirar los rodapiés con el fin de utilizar después los bordes para ocultar los bordes de las telas encoladas y lograr así un efecto mas elegante.
Lo ideal es colocar el rollo de tela en posición vertical sobre la pared y, a medida que se avanza, ir soltando tela y adheriendo esta a la pared. Para asegurar un agarre correcto en las telas encoladas, convendrá ir presionando con la mano o con una espátula el tejido, sin tensarlo en exceso. Si las paredes que se entelan tienen ventanas o puertas, se forrarán como si fueran un muro más y posteriormente se enrasarán de nuevo los bordes de cada pared con una espátula para recortar la tela en bordes, ángulos y perímetro de aberturas (ventanas y puertas).
Disimulan irregularidades superficiales de la pared.
Proporcionan un buen aislamiento térmico. Cuando no existía ningún tipo de aislamiento, las telas creaban una pantalla cálida a las estancias. Hoy siguen actuando como aislante térmico, creando una barrera que ayuda a regular la temperatura de las estancias y por tanto, las sensaciones de frío y calor.
Proporcionan aislamiento sonoro. Las paredes tapizadas reducen la reverberación al absorber las ondas de sonido. Esto hace que desaparezca el eco en el interior de la casa y evita que nuestros vecinos sufran menos ruidos cuando escuchemos música o tengamos invitados. Existe además una gama de tejidos acústicos que reducen el eco, ideales para lugares con ruido ambiente como restaurantes, zonas de trabajo, teatros, cines salas de proyección.
Estabilizan la humedad, facilitando una atmósfera cálida.
Aportan carácter a la habitación a través de la textura, los motivos o los contrastes de color… El tapizado de paredes puede combinarse además con otros recursos y elementos decorativos, proporcionándonos la posibilidad de crear ambientes de estilos muy diferentes: sofisticados, rústicos, minimalistas…
Tipos de tejidos
No todos los tejidos son válidos para tapizar las paredes. Su composición, su trama y su comportamiento tanto al tapizar la pared como posteriormente, influirán en el resultado final. Con el fin de asegurarnos de que la tela escogida sea adecuada para recubrir nuestra pared lo mejor es acudir a una tienda especializada.
En términos generales, lo ideal es buscar tejidos resistentes, lavables y que no se arruguen con facilidad. Lonetas fuertes, tejidos de lino y fibras sintéticas lavables son excelentes elecciones para vestir diferentes espacios en nuestro hogar: dormitorios, salones, recibidores…
¿Naturales o sintéticos? Los tejidos naturales poseen generalmente un tacto suave y transpiran mejor que los sintéticos, siendo frescos en verano y cálidos en invierno. Los tejidos sintéticos, por su parte, son mas duraderos y presentan un mantenimiento más sencillo. Las manchas pueden limpiarse con un paño mojado y un poco de detergente neutro a diferencia de la limpieza de los tejidos naturales que debe hacerse en seco.
Los tejidos mas populares para tapizar paredes son:
Yute. El yute es una tela dura, natural y versátil muy utilizada en tapicería. Una tela rústica utilizada durante años para para aislar las habitaciones de los ruidos externos y protegerla de la humedad. Es una tela que además se adapta fácilmente a las paredes por ser muy moldeable. Solo presenta un problema: muchas veces su forma cambia y no se ve igual en la pared a como la viste por primera vez.
Lonas y cañamazos. La lona ha sido siempre un material muy utilizado para el revestimiento de paredes por encolado directo, clavado o grapado. Son tejidos que puntualmente pueden ser lavados con una esponja jabonosa y aclarados sin que lleguen a empaparse. Sus colores suelen ser sólidos y no existe el riesgo de que destiñan.
Telas de lino. El lino es un tejido resistente que repele el polvo. Se puede encontrar en diferentes tonos, texturas y estampados. Presenta una gran ventaja sobre las demás telas, y es que se presenta en formatos más anchos que el resto de telas naturales, lo que permite cubrir de una mejor forma las paredes. Suele colocarse sobre rastreles.
Tejidos barnizados. El barnizado proporciona a los tejidos una gran regularidad superficial y un matiz satinado que los hace muy interesantes. Brindan protección contra de la humedad y no suelen mancharse con facilidad. Tampoco se deforman al ser tensados lo que nos permite clavarlos, graparlos o encolarlos con mayor facilidad.
Tejidos de fibras sintéticas. No son afectados por la podredumbre como ocurre con las fibras naturales y pueden imitar a estas presentando otra ventaja sobre las mismas: su fácil limpieza. Son tejidos que pueden lavarse.
Cómo tapizar las paredes
Las telas para paredes se pueden colocar de varias formas: encoladas, sobre un marco o en forma de paneles. Las telas encoladas son telas diseñadas para la tapicería mural que se colocan directamente sobre la pared, sin necesidad de bastidores de madera sobre los que grapar el textil como ocurre en el tapizado a la inglesa.
Sea cual sea el método que deba utilizarse es importante preparar la pared y asegurarnos que no existan humedades que pudieran determinar las temas. También puede ser interesante retirar los rodapiés con el fin de utilizar después los bordes para ocultar los bordes de las telas encoladas y lograr así un efecto mas elegante.
Lo ideal es colocar el rollo de tela en posición vertical sobre la pared y, a medida que se avanza, ir soltando tela y adheriendo esta a la pared. Para asegurar un agarre correcto en las telas encoladas, convendrá ir presionando con la mano o con una espátula el tejido, sin tensarlo en exceso. Si las paredes que se entelan tienen ventanas o puertas, se forrarán como si fueran un muro más y posteriormente se enrasarán de nuevo los bordes de cada pared con una espátula para recortar la tela en bordes, ángulos y perímetro de aberturas (ventanas y puertas).
Vía: decoora
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