En algunas casas, el exceso de humedad, unido a una mala ventilación, pueden dar lugar a un ambiente insano e incómodo para sus moradores, impregnando de moho paredes, esquineras, interiores de armarios, marcos de las ventanas, e incluso la ropa. Este moho por condensación no solo es un problema estético, además puede acarrear importantes problemas respiratorios a las personas que viven en dicho inmueble.
¿Por qué aparece el moho por condensación?
El aislamiento térmico de los hogares es clave a la hora de que se formen humedades por condensación. Cuando el aislamiento de los cristales y la carpintería son deficientes, permite que la humedad exterior entre en la vivienda.
El contraste del frío exterior con el ambiente cálido de la casa hace que la humedad pase en forma de agua, con esas gotas que muchas veces se ven en las ventanas y que, en los casos más extremos, pueden llegar a formar charcos en el suelo.
Si, además, la calefacción está mal regulada y experimenta variaciones bruscas de temperatura, se crea un problema de condensación mayor, ya que el aire caliente admite más humedad en forma de vapor que el frío.
Pero tampoco es garantía de ausencia de humedades el sistema que incluyen las casas actuales para evitar las pérdidas de calefacción. El resultado de estos mecanismos es una notable mejora en la eficiencia energética, pero al mismo tiempo impide la renovación continuada del aire de forma natural, con lo que se agrava el problema.
Incluso nosotros somos la causa de la aparición de estos hongos. Cuando nos duchamos, secamos la ropa dentro de casa, y hasta cuando respiramos generamos altos índices de humedad. Para hacernos una idea, una familia de cuatro miembros genera nueve litros de agua al día.
¿Cuáles son las consecuencias?
El moho por condensación es la consecuencia más visible de los hogares con mucha humedad y poca ventilación, cuando la temperatura interior es superior a la del exterior. Esta proliferación de hongos forma manchas de color negruzco allí donde se instalan.
Además, el aire que se respira en las estancias infestadas tiene una fuerte presencia de esporas nocivas para la salud, que pueden provocar reacciones alérgicas, asma, y otros problemas respiratorios.
Por otra parte, la excesiva humedad incrementa el gasto de calefacción, ya que para llegar a una sensación térmica óptima hay que aumentar los grados. Esto no solo dispara el gasto energético; además hace que el aire, al ser más caliente, absorba más humedad, con lo cual el moho puede propagarse con mayor rapidez.
El moho por condensación puede formarse en cualquier lugar de la casa, pero su aparición se incrementa en función de la temperatura ambiental, es decir, crece mejor en las zonas más frías de la casa, como los cristales de las ventanas, alicatados y espejos, aunque también puede hacerlo en techos o paredes frías.
¿Cómo evitar su aparición?
La solución preventiva más eficaz consiste en proporcionar una ventilación adecuada en la vivienda, además de evitar una serie de malas costumbres, tales como:
Secar la ropa dentro de casa, y mucho menos ponerla sobre los radiadores. Siempre que pueda tiende la colada en el exterior. Si no es posible, es preferible que baraje la posibilidad de instalar una secadora, ya que tender en el interior puede ser muy perjudicial.
Dejar las puertas del baño o la cocina abiertas. Si las mantiene cerradas, evita que el vapor se propague por toda la casa. Además, si abre una ventana mientras está en una de estas estancias ayuda a desalojar el exceso de humedad.
Dejar las ollas abiertas mientras cocina. Use siempre la tapa, con lo que además mejorará su eficiencia energética y cocinará más rápido.
Bloquear las salidas de aire. Si su casa tiene mucha humedad, es mejor que se asegure de que los muebles no están totalmente pegados a la pared, sino que dejan pasar un poco de aire.
Poner la calefacción muy alta. Si la mantiene a una temperatura baja y estable conseguirá que la estructura de la casa se caliente suavemente, evitando así que haya superficies frías en las que se condense el aire húmedo.
Y si ya hay moho por condensación, ¿cómo quitarlo?
Cuando el moho por condensación se instala en las ventanas, no basta con pasar un trapo con un producto de limpieza para quitar las manchas negruzcas. Si se hace esto, el problema sigue ahí, pues al fin y al cabo los hongos son seres vivos y usar lejía o los remedios de la abuela no acaban con la espora, que hace que se siga expandiendo.
Por eso, para limpiar el moho en las ventanas hay que usar productos biocidas, que suelen presentarse en formato líquido. Suelen tener una base de agua y no estropean el color ni el soporte en los que se aplican.
Para usar estos productos hay que usar siempre guantes largos y se extienden con ayuda de una brocha o con un rociador. Una vez aplicado el líquido biocida por las zonas afectadas, se puede proceder a limpiar la ventana según la forma habitual.
¿Qué hacer en los casos más graves?
Si el problema es grave, quizá sea un buen momento para plantearse la instalación de una ventana con rotura de puente térmico, ya que mejoran el aislamiento gracias a que integran un material aislante entre la parte interior y exterior, lo que evita la transmisión de frío y calor.
Además, hay que eliminar todo el revestimiento afectado. Para ello, aplique el biocida y, después, añada un revoco de cal hidráulica natural térmico. Finalmente, pinte con pintura a la cal.
Este tipo de pintura, además de ser cien por cien ecológica, es muy transpirable, resiste muy bien la abrasión y la intemperie, es impermeable y, lo más importante: es una excelente pintura antimoho.
La solución puede resultar aparatosa, pero a la larga reportará grandes beneficios, creando un hogar seguro para vivir, con un aire limpio para respirar, siempre que esta medida se acompañe de una buena ventilación.
Vía: Hogar Mapfre
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