Tener una filtración de agua en el techo representa un problema que se debe solucionar lo antes posible. No hay que olvidar que si vemos la mancha de la humedad es porque el agua ha llegado a la parte visible del techo, es decir, ya ha atravesado (y dañado) todas las capas superiores y, si no se actúa, el problema se hará mayor y de una forma cada vez más rápida.
Uno de los principales problemas que pueden surgir son las humedades que, además de ser antiestéticas, favorecen la aparición de moho y hongos, lo que podría poner en riesgo la salud de los habitantes de la casa. Otra de las consecuencias es la aparición de goteras, lo que supone un problema bastante serio, ya que la constante intrusión de agua que comenzó en el techo terminará bajando hasta los cimientos de la casa causando muchos daños costosos en el camino. Las goteras crónicas en los techos causan un deterioro en las vigas, viguetas y marcos de la pared comprometiendo la integridad estructural de la vivienda, con lo que un buen trozo de techo podría ceder y caer, dañando cualquier cosa que se encuentre debajo.
¿Cuál es la causa de las filtraciones?
Las rajaduras en las paredes de contención, una mala ejecución de las juntas de dilatación o una mala impermeabilización del tejado son factores que pueden dar lugar a una filtración de agua en el techo. Cuando llueve o nieva, el agua se acumula en la superficie del tejado. Si la construcción inicial no es la más correcta o el edificio es muy antiguo, esa agua puede llegar a traspasar el techo y acceder al interior de la vivienda.
Las averías en la instalación de fontanería, como una fuga de agua de una tubería o un canalón roto, también pueden originar una filtración de agua en el techo. En este caso, la filtración sirve, al menos, para saber de la existencia de una avería.
¿Cómo reparar una filtración de agua en el techo?
Como ocurre en muchos otros casos, la reparación de una filtración depende del origen y del nivel que haya alcanzado. Por ejemplo, si la causa que la origina es el agua de la lluvia, habrá que mejorar la impermeabilización del tejado, mientras que si se debe a una fuga de una tubería, lo que hay que reparar es la instalación de fontanería.
En cualquier caso, lo más recomendable es actuar cuanto antes y llamar a un profesional en la materia.
¿Se pueden evitar las filtraciones?
Se pueden evitar algunas filtraciones, siempre según su origen. Evidentemente, una avería del sistema de fontanería puede ocurrir en cualquier momento y no se puede evitar, pero las filtraciones causadas por la lluvia, por ejemplo, sí se pueden prevenir. Lo más importante es prestar atención a cualquier señal para detectar la filtración lo antes posible. Siempre hay indicios que pueden ayudar a encontrar los factores responsables de estos problemas.
Los expertos recomiendan revisar los techos y tejados de forma periódica, aproximadamente tres veces al año. De esta forma, se pueden evitar algunas de las consecuencias más nefastas de las filtraciones, como son las goteras. Las primeras manchas de humedad suelen aparecer después de la temporada de lluvias. Para evitarlo, lo primero que debemos hacer es observar y averiguar el tipo de material con el que está construido el techo, ya que según esto, los métodos y formas de tratarlo varían.
En el mercado encontraremos una gran variedad de productos de impermeabilización, algunos de ellos son los siguientes:
Membranas líquidas
Este tipo de membranas se componen de cemento, resinas de silicona, copolimeros acrílicos, poliuretanos o impermeabilizantes bituminosos y asfálticos, y se aplican directamente sobre la cubierta como si se tratara de pintura. Al secarse, forma una membrana elástica con gran capacidad impermeabilizante. Con un rodillo o brocha se aplica una primera capa de producto diluido en agua (según las indicaciones del fabricante) y después se dan otras tres manos sin diluir.
Membranas elastoméricas
Se trata de un revestimiento de alta fijación fabricado a partir de asfalto modificado con polímeros. Se puede aplicar sobre estructuras metálicas y de hormigón como impermeabilizante. Este sellador sirve, además, para mejorar la eficiencia energética del edificio. Se aplica una primera capa y, cuando se haya secado, se aplica la segunda en dirección perpendicular a la anterior.
Membranas asfálticas
Existen de varios tipos y espesor, así como transitables o intransitables. Las mejores son las de 4-6 milímetros con recubrimiento de aluminio. Además de evitar las filtraciones de agua, el aluminio hace que la luz solar se refleje y, por tanto, los interiores estén más frescos. En este caso, su aplicación es algo más elaborada. Las placas se colocan sobre la cubierta y, con ayuda de un soplete de gas, se van superponiendo los bordes para formar un solo paño.
¿Cuál es la causa de las filtraciones?
Las rajaduras en las paredes de contención, una mala ejecución de las juntas de dilatación o una mala impermeabilización del tejado son factores que pueden dar lugar a una filtración de agua en el techo. Cuando llueve o nieva, el agua se acumula en la superficie del tejado. Si la construcción inicial no es la más correcta o el edificio es muy antiguo, esa agua puede llegar a traspasar el techo y acceder al interior de la vivienda.
Las averías en la instalación de fontanería, como una fuga de agua de una tubería o un canalón roto, también pueden originar una filtración de agua en el techo. En este caso, la filtración sirve, al menos, para saber de la existencia de una avería.
¿Cómo reparar una filtración de agua en el techo?
Como ocurre en muchos otros casos, la reparación de una filtración depende del origen y del nivel que haya alcanzado. Por ejemplo, si la causa que la origina es el agua de la lluvia, habrá que mejorar la impermeabilización del tejado, mientras que si se debe a una fuga de una tubería, lo que hay que reparar es la instalación de fontanería.
En cualquier caso, lo más recomendable es actuar cuanto antes y llamar a un profesional en la materia.
¿Se pueden evitar las filtraciones?
Se pueden evitar algunas filtraciones, siempre según su origen. Evidentemente, una avería del sistema de fontanería puede ocurrir en cualquier momento y no se puede evitar, pero las filtraciones causadas por la lluvia, por ejemplo, sí se pueden prevenir. Lo más importante es prestar atención a cualquier señal para detectar la filtración lo antes posible. Siempre hay indicios que pueden ayudar a encontrar los factores responsables de estos problemas.
Los expertos recomiendan revisar los techos y tejados de forma periódica, aproximadamente tres veces al año. De esta forma, se pueden evitar algunas de las consecuencias más nefastas de las filtraciones, como son las goteras. Las primeras manchas de humedad suelen aparecer después de la temporada de lluvias. Para evitarlo, lo primero que debemos hacer es observar y averiguar el tipo de material con el que está construido el techo, ya que según esto, los métodos y formas de tratarlo varían.
En el mercado encontraremos una gran variedad de productos de impermeabilización, algunos de ellos son los siguientes:
Membranas líquidas
Este tipo de membranas se componen de cemento, resinas de silicona, copolimeros acrílicos, poliuretanos o impermeabilizantes bituminosos y asfálticos, y se aplican directamente sobre la cubierta como si se tratara de pintura. Al secarse, forma una membrana elástica con gran capacidad impermeabilizante. Con un rodillo o brocha se aplica una primera capa de producto diluido en agua (según las indicaciones del fabricante) y después se dan otras tres manos sin diluir.
Membranas elastoméricas
Se trata de un revestimiento de alta fijación fabricado a partir de asfalto modificado con polímeros. Se puede aplicar sobre estructuras metálicas y de hormigón como impermeabilizante. Este sellador sirve, además, para mejorar la eficiencia energética del edificio. Se aplica una primera capa y, cuando se haya secado, se aplica la segunda en dirección perpendicular a la anterior.
Membranas asfálticas
Existen de varios tipos y espesor, así como transitables o intransitables. Las mejores son las de 4-6 milímetros con recubrimiento de aluminio. Además de evitar las filtraciones de agua, el aluminio hace que la luz solar se refleje y, por tanto, los interiores estén más frescos. En este caso, su aplicación es algo más elaborada. Las placas se colocan sobre la cubierta y, con ayuda de un soplete de gas, se van superponiendo los bordes para formar un solo paño.
Vía: Hogar Mapfre
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