Cuando queremos impermeabilizar una zona de una vivienda, para hacer la elección del impermeabilizante más adecuado a nuestro caso, tenemos que conocer la composición del paramento sobre el que vamos a aplicarlo, y sus propiedades aislantes. En caso de que el paramento no tenga suficiente aislamiento térmico y cámara de aire, no será recomendable la aplicación de cualquier producto que no sea transpirable, pues puede provocar condensaciones interiores.
Vamos a ver aquí los materiales más habituales para impermeabilizar superficies, y su duración manteniendo sus propiedades. Para ello, los he clasificado según su naturaleza en cuatro grupos: sintéticos, naturales, pétreos y metálicos.
Mostramos 4 tipos de materiales impermeabilizables: sintéticos, naturales, pétreos y metálicos.
Impermeabilizantes sintéticos
Telas asfálticas. Son sin duda las reinas de la impermeabilización bituminosa, derivados del petróleo. Su duración garantizada por el fabricante sobrepasa los 10 años de vida.
Impermeabilizantes nanotecnológicos. La nueva familia de impermeabilizantes que ha venido para quedarse. Son productos realizados con una formulación que actúa a escala atómica. Vienen pisando fuerte, y garantizan la estanqueidad de la superficie sobre la que se aplican, manteniendo la transpirabilidad garantizada durante 10 años.
Resinas poliméricas de aplicación en caliente, como la Poliurea. Duración comprobada por el fabricante de 25 años. (DITE)
Poliuretano de aplicación en frío. Duración superior a 50 años si está protegida de la intemperie.
Resinas acrílicas de aplicación en frío. Duración comprobada por el fabricante de 3 a 10 años, depende de la formulación.
Resina Epoxi, de aplicación en frío. Duración comprobada por el fabricante de 3 años.
Laminas impermeables transpirables. Formadas por un tejido plástico compuesto de fibras, funcionan como las chaquetas win-stopper, impermeabilizan pero transpiran. No están diseñadas para estar directamente expuestas a la intemperie, pero funcionan muy bien como complemento bajo una cubierta cerámica por ejemplo. No se degradan con el paso del tiempo.
Impermeabilizantes naturales
El más utilizado es el Látex. Proveniente del reino vegetal, ha dado lugar a otros compuestos como:
Clorocaucho, con propiedades más estables a la intemperie. De aplicación en frio. Duración comprobada por el fabricante de 3 años.
EPDM, caucho de etileno de aplicación en frío. Duración comprobada por el fabricante de 5 años.
Impermeabilizantes inorgánicos de naturaleza pétrea
Materiales de cantería como la pizarra o el granito, menos común pero del que tenemos un bello ejemplo en la cubierta de la catedral de Santiago de Compostela. Duración es superiores a los 50 años con un mínimo mantenimiento.
La silicona, proveniente de la sílice y que en su estado líquido se utiliza como impermeabilizante con una duración comprobada por el fabricante de 3 años.
Impermeabilizantes cerámicos como las tejas. Un producto ecológico que mantiene sus propiedades impermeabilizantes con garantía del fabricante los 10 primeros años.
Cementosos. Los impermeabilizantes con derivados del cemento son otra gran familia, donde nos encontramos con tantas formulaciones diferentes que necesitaríamos un vademécum para nombrarlas todas. Este tipo de impermeabilizaciones tiene una garantía inicial de 3 años, si bien se pueden hacer sistemas complejos con Duración es mayores. Puede ser transpirable o no, hay que mirar la ficha técnica de cada producto.
Fibrocemento. Se diseñó en 1900, como un compuesto derivado del cemento con añadido de fibras de refuerzo de amianto. Actualmente las fibras de refuerzo que se utilizan son de vidrio. Su duración como impermeabilizante supera los 50 años.
Impermeabilizantes inorgánicos de naturaleza metálica
Aunque no son muy frecuentes actualmente, tenemos cubiertas de zinc, cobre, aluminio natural o lacado, plomo, acero inoxidable, acero zincado o galvanizado y ¡hasta de titanio!
Vía: Insignia
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