Adaptar los espacios a las necesidades de la familia, ganar amplitud y luminosidad y renovar instalaciones y revestimientos centraron el proyecto de reforma.
Diseñar una nueva distribución
La intervención consistió en ordenar el espacio y abrirlo al exterior para que la luz natural llegara a todos los rincones de la casa. Los propietarios, además, deseaban una gran zona social, con salón, comedor y cocina integrados.
Se trazó una nueva planta dividiendo la vivienda en dos zonas: una de día, que da a un patio interior, y otra de noche, en la fachada que da a la calle, separadas por un pasillo, en el que se ubicaron una sala de estudio, un baño y un cuarto de lavado.
Abierta parcialmente
Los propietarios deseaban que la cocina estuviera integrada en el salón, pero al mismo tiempo que tuviera cierta intimidad. El tabique original se derribó y ahora una península que hace las veces de barra de desayunos marca los límites entre el comedor y la cocina.
The Hall Studio también se encargó del interiorismo y junto a los propietarios, escogieron minuciosamente todos los muebles de la vivienda: diseños contemporáneos, madera y tonos cálidos marcan la decoración.
En blanco y madera
La cocina se renovó por completo. Siguiendo los deseos de los propietarios, The Hall Studio diseñó una estancia moderna y funcional, con una distribución en forma de L y un look total white, con muebles de Bulthaup.
Las antiguas ventanas de la vivienda se restauraron, excepto las dos de la cocina y las puertas que dan al patio, que se hicieron nuevas. "Las antiguas se decaparon y se barnizaron con el mismo tinte para conseguir una homogeniedad entre antiguas y nuevas. La madera es el mejor aislante térmico, por eso, mejor conservarla que poner otro material. Además se renovaron con cristales eficientes", nos explica Carolina Cunill Martínez-Hidalgo, arquitecta técnico de The Hall Studio.
En el pasillo
Un largo pasillo comunica la zona de día con los dormitorios. La puerta de madera corredera que vemos se realizó a medida en madera de pino barnizada igual que el resto de la carpintería de la casa, y permite independizar o integrar esta habitación, una sala de estudio.
El suelo original era de moqueta y se sustituyó por un parqué laminado de gama alta acabado en roble en toda la casa, excepto en los baños, donde se optó por materiales cerámicos. Las paredes se pintaron en blanco.
Dormitorio principal tipo suite
Éste fue otro de los requisitos que marcaron los propietarios: querían que su dormitorio contara con baño integrado, que fuera un "espacio de agua" donde pudieran disfrutar con sus hijos. Por eso se diseñó con bañera y ducha.
Un tabique, rematado por un tragaluz, separa la zona de descanso del baño, revestido con porcelánico en color gris.
Y el baño de los niños
Además del dormitorio principal, la casa tiene otros dos dormitorios para los niños, que cuentan también con su propio baño. El suelo se revistió con cerámica de diseño geométrico, de Mutina, y la zona de lavabo se resolvió con un mueble de Neocerámica.
Diseñar una nueva distribución
La intervención consistió en ordenar el espacio y abrirlo al exterior para que la luz natural llegara a todos los rincones de la casa. Los propietarios, además, deseaban una gran zona social, con salón, comedor y cocina integrados.
Se trazó una nueva planta dividiendo la vivienda en dos zonas: una de día, que da a un patio interior, y otra de noche, en la fachada que da a la calle, separadas por un pasillo, en el que se ubicaron una sala de estudio, un baño y un cuarto de lavado.
Abierta parcialmente
Los propietarios deseaban que la cocina estuviera integrada en el salón, pero al mismo tiempo que tuviera cierta intimidad. El tabique original se derribó y ahora una península que hace las veces de barra de desayunos marca los límites entre el comedor y la cocina.
The Hall Studio también se encargó del interiorismo y junto a los propietarios, escogieron minuciosamente todos los muebles de la vivienda: diseños contemporáneos, madera y tonos cálidos marcan la decoración.
En blanco y madera
La cocina se renovó por completo. Siguiendo los deseos de los propietarios, The Hall Studio diseñó una estancia moderna y funcional, con una distribución en forma de L y un look total white, con muebles de Bulthaup.
Las antiguas ventanas de la vivienda se restauraron, excepto las dos de la cocina y las puertas que dan al patio, que se hicieron nuevas. "Las antiguas se decaparon y se barnizaron con el mismo tinte para conseguir una homogeniedad entre antiguas y nuevas. La madera es el mejor aislante térmico, por eso, mejor conservarla que poner otro material. Además se renovaron con cristales eficientes", nos explica Carolina Cunill Martínez-Hidalgo, arquitecta técnico de The Hall Studio.
En el pasillo
Un largo pasillo comunica la zona de día con los dormitorios. La puerta de madera corredera que vemos se realizó a medida en madera de pino barnizada igual que el resto de la carpintería de la casa, y permite independizar o integrar esta habitación, una sala de estudio.
El suelo original era de moqueta y se sustituyó por un parqué laminado de gama alta acabado en roble en toda la casa, excepto en los baños, donde se optó por materiales cerámicos. Las paredes se pintaron en blanco.
Dormitorio principal tipo suite
Éste fue otro de los requisitos que marcaron los propietarios: querían que su dormitorio contara con baño integrado, que fuera un "espacio de agua" donde pudieran disfrutar con sus hijos. Por eso se diseñó con bañera y ducha.
Un tabique, rematado por un tragaluz, separa la zona de descanso del baño, revestido con porcelánico en color gris.
Y el baño de los niños
Además del dormitorio principal, la casa tiene otros dos dormitorios para los niños, que cuentan también con su propio baño. El suelo se revistió con cerámica de diseño geométrico, de Mutina, y la zona de lavabo se resolvió con un mueble de Neocerámica.
Para más información visiten: The Hall Studio, Manu Pagés
Vía: decoratrix
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