El primer paso de la intervención fue crear una separación entre las zonas públicas y las privadas, aprovechando los dos niveles existentes. En la planta baja, se eliminaron los tabiques para crear una estancia diáfana que acogiera la zona de estar, siendo necesaria una solución estructural. Explica el estudio que «la estructura del apartamento tuvo que reforzarse con un nuevo sistema compuesto por vigas y pilares metálicos, que se dejaron vistos y se convirtieron en parte del proyecto».
Nueva estructura de vigas y pilares metálicos.
Esta nueva estructura marca, longitudinalmente, dos zonas diferenciadas de la sala de estar: una orientada al sur, que disfruta del balcón y la luz natural que entra por las aberturas acristaladas de la fachada principal, y la otra orientada al norte, que se comunica con la pared posterior sin ventanas. La posición estratégica del pilar delimita cuatro áreas separadas: el estar al sur, dividido en salón (orientado al oeste) y comedor (orientado al este), y la zona funcional al norte.
La pared orientada al norte comprende una línea abstracta de paneles que incluye los armarios de la cocina, los espacios de almacenaje y el acceso a las escaleras que conducen al piso superior. Explica el estudio que «la adición de esta nueva área tiene como objetivo, en primer lugar, introducir todas las funciones de la cocina de una sola vez y, en segundo, proporcionar un fondo único y continuo al espacio».
Estantería metálica semiabierta.
Los paneles grises, junto al techo pintado en el mismo tono, utilizan el color para hacer una distinción espacial en la luminosa sala de estar, acentuada por los diferentes tonos de blanco en las superficies y la fuerza de las vigas estructurales de madera que personalizan el techo de la estancia. Para suavizar la relación entre estos dos espacios, se creó una estantería metálica semiabierta que da apoyo tanto a la cocina como a las zonas de estar.
El piso superior alberga una suite de planta abierta. Con el techo y el suelo continuos, son los muebles, estratégicamente ubicados, los que establecen las jerarquías entre los diferentes espacios. Dos piezas independientes separan y permiten la circulación entre la zona del dormitorio y la del baño. Éste está ubicado en el lado este, con luz natural y ventilación proveniente de una nueva abertura en el techo. Esta zona se puede cerrar con dos paneles acrílicos de color rosa para crear un efecto semitransparente y filtrar luz de color en la estancia. El espacio que separa el área del dormitorio incluye un rincón que contiene un lavabo de metal y las paredes internas están forradas de espejos.
Sutiles y poderosas variaciones de color.
Describe el despacho también con sede en Lisboa que «el área principal de la habitación explora escalas de blanco y gris con diferentes tonos y texturas. La cama se ubica al fondo de la habitación con mesitas de noche a diferentes alturas. La terraza y el paisaje se pueden contemplar desde aquí, reflejados en el espejo del armario».
Los mecanismos eléctricos y las lámparas decorativas se destacan, intencionadamente, mediante el color negro mientras que la iluminación de la pared principal es invisible, blanca y discreta.
«En general, el proyecto de este apartamento dúplex en Lisboa apunta a aligerar el espacio creando amplias áreas que se comunican entre sí en un movimiento fluido, libre de obstáculos. Las sutiles variaciones entre las zonas se materializan meticulosamente en el diseño y el posicionamiento de los muebles y el cuidado uso del color», concluye Duarte Caldas. Architectural Design.
Para más información visiten: DC.AC.
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