Es posible que las bicicletas de nuestra juventud hayan quedado almacenadas en el trastero o, incluso, ocupando sitio en alguna habitación. Reutilice bicicletas en desuso para la decoración del hogar y proporcióneles una segunda vida.
Existen múltiples maneras de embellecer los interiores a través de estos vehículos. Puede resultar algo inusual para la decoración que suele aplicarse en casa. Sin embargo, existen diferentes fórmulas que pueden resultar originales e innovadoras.
No es necesario que nos desprendamos de las bicicletas antiguas; en el fondo, pueden servir para la decoración y contribuir estéticamente. Si relativizamos un poco la situación, todos aquellos artilugios que ya no utilizamos pueden tener cierto encanto y carácter vintage.
Conversión de la bicicleta en mesa
¿Cómo es posible que convirtamos una bicicleta en mesa? Simplemente, debemos quitar el asiento y el manillar y disponer un tablero sobre el propio cuadro. Hay que asegurarse de que quede bien fijado y estable, ya que hemos cambiado su función de forma drástica.
Generalmente, estas mesas suelen adherirse a la pared para tener así mayor estabilidad; no obstante, si se desea que la bicicleta-mesa esté en el centro de una sala, hay que sujetarla bien con otros apoyos laterales.
Por otro lado, cabe la posibilidad de descomponer la bicicleta en distintas piezas y convertir algunas de ellas en muebles. Por ejemplo, el uso de las ruedas para mesa disponiendo un cristal circular en la superficie. Puede servir como mesilla de noche, para la terraza o para situarla al lado de sofá.
3 fórmulas para decorar el salón con bicicletas en desuso
Las bicicletas son un vehículo funcional cuyo uso tiene lugar en la calle; sin embargo, también podríamos decir que pueden adquirir una finalidad estética en el salón, básicamente con función decorativa pero, ¿de qué manera podemos trabajarla? Veamos 3 fórmulas interesantes:
Por un lado, se encuentra la posibilidad de ornamentar el salón simplemente colgando la bicicleta en la pared. Es una manera de demostrar el cariño que se tiene hacia ella o para ambientar el lugar de forma amena y distendida. En el fondo, se está saliendo de los cánones establecidos.
Por otro lado, también se podría realizar una lámpara utilizando una de las ruedas. Para ello, debemos adherir diferentes bombillas alrededor de la misma; por supuesto, hay que enlazarlas con el cable de la luz. Finalmente, debemos colgar la rueda en el techo.
Participación de la bicicleta en el jardín
En el caso de que se quiera realzar la propia imagen de la bicicleta, puede disponerse en el jardín a modo de monumento; es decir, colocarla sobre un podio para proporcionarle una importancia suprema por el valor que tiene en relación al inquilino.
No obstante, la mejor manera de trabajarla es a través de la conversión en macetero. Este procedimiento es muy sencillo y no requiere demasiada dificultad y le da al jardín un toque más sutil y elegante.
En primer lugar, hay que colocar en el manillar un recipiente que sirva de macetero, como si fuese la cesta que suelen llevar en la parte delantera. Después, debemos clavar bien la bicicleta en el suelo y que quede bien fijada. Podemos pintar el resto de la superficie en algún color o modificarla según nos convenga.
Otras funciones con bicicletas en desuso
Hasta ahora se han explicado algunas utilidades curiosas para la bicicleta. Aún así, existen también otras formulaciones que son verdaderamente interesantes.
En el dormitorio, la entrada o el pasillo, podemos colgarla en la pared y disponer en las ruedas unos espejos y una luz en el centro para poder iluminar.
También podemos transformarla en un perchero colocando la bicicleta del revés y empleando el cuadro para colgar la ropa. De todos modos, también pueden emplearse los radios o cualquier otra parte para colgar otro tipo de elemento.
Conversión de la bicicleta en mesa
¿Cómo es posible que convirtamos una bicicleta en mesa? Simplemente, debemos quitar el asiento y el manillar y disponer un tablero sobre el propio cuadro. Hay que asegurarse de que quede bien fijado y estable, ya que hemos cambiado su función de forma drástica.
Generalmente, estas mesas suelen adherirse a la pared para tener así mayor estabilidad; no obstante, si se desea que la bicicleta-mesa esté en el centro de una sala, hay que sujetarla bien con otros apoyos laterales.
Por otro lado, cabe la posibilidad de descomponer la bicicleta en distintas piezas y convertir algunas de ellas en muebles. Por ejemplo, el uso de las ruedas para mesa disponiendo un cristal circular en la superficie. Puede servir como mesilla de noche, para la terraza o para situarla al lado de sofá.
3 fórmulas para decorar el salón con bicicletas en desuso
Las bicicletas son un vehículo funcional cuyo uso tiene lugar en la calle; sin embargo, también podríamos decir que pueden adquirir una finalidad estética en el salón, básicamente con función decorativa pero, ¿de qué manera podemos trabajarla? Veamos 3 fórmulas interesantes:
Por un lado, se encuentra la posibilidad de ornamentar el salón simplemente colgando la bicicleta en la pared. Es una manera de demostrar el cariño que se tiene hacia ella o para ambientar el lugar de forma amena y distendida. En el fondo, se está saliendo de los cánones establecidos.
Tal y como se ha visto anteriormente, podemos descomponer la bicicleta y emplear algunas de las piezas para hacer otro tipo de muebles o recursos decorativos. Por ejemplo, una rueda puede convertirse en reloj y colocarla en la pared del salón. Sin duda alguna, será un elemento muy atractivo y original.
Por otro lado, también se podría realizar una lámpara utilizando una de las ruedas. Para ello, debemos adherir diferentes bombillas alrededor de la misma; por supuesto, hay que enlazarlas con el cable de la luz. Finalmente, debemos colgar la rueda en el techo.
Participación de la bicicleta en el jardín
En el caso de que se quiera realzar la propia imagen de la bicicleta, puede disponerse en el jardín a modo de monumento; es decir, colocarla sobre un podio para proporcionarle una importancia suprema por el valor que tiene en relación al inquilino.
No obstante, la mejor manera de trabajarla es a través de la conversión en macetero. Este procedimiento es muy sencillo y no requiere demasiada dificultad y le da al jardín un toque más sutil y elegante.
En primer lugar, hay que colocar en el manillar un recipiente que sirva de macetero, como si fuese la cesta que suelen llevar en la parte delantera. Después, debemos clavar bien la bicicleta en el suelo y que quede bien fijada. Podemos pintar el resto de la superficie en algún color o modificarla según nos convenga.
Otras funciones con bicicletas en desuso
Hasta ahora se han explicado algunas utilidades curiosas para la bicicleta. Aún así, existen también otras formulaciones que son verdaderamente interesantes.
En el dormitorio, la entrada o el pasillo, podemos colgarla en la pared y disponer en las ruedas unos espejos y una luz en el centro para poder iluminar.
También podemos transformarla en un perchero colocando la bicicleta del revés y empleando el cuadro para colgar la ropa. De todos modos, también pueden emplearse los radios o cualquier otra parte para colgar otro tipo de elemento.
Vía: midecoración
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