Tener una terraza o un jardín en casa es todo un lujo, pero si añade un jacuzzi exterior se convierte en un auténtico paraíso en el que descansar, relajarse y olvidarse de todos los problemas y rutinas del ajetreo diario. Quizá ya lo tiene claro: va a instalar uno, pero ¿por dónde empezar? ¿cuál elegir? ¿cómo y dónde colocarlo? Siga leyendo para despejar todas sus dudas.
¿Qué debe tener en cuenta antes de comprarlo?
Antes de lanzarse a la compra de su jacuzzi exterior, debe valorar ciertos aspectos que marcarán el tipo de jacuzzi que elija, sus funciones, dimensiones, etc.
La energía que va a consumir
Suele oscilar entre 1,5 y 4,5 kWh, según la cantidad de bombas instaladas y la potencia de las mismas. Como cabe esperar, cuantas más bombas tenga un jacuzzi, el consumo eléctrico será mayor.
Además, hay que tener en cuenta que el resto de funciones y mecanismos del jacuzzi (como el calentador del agua) aumentan la cantidad de energía gastada.
El tamaño y el peso
El primero debe elegirse según el espacio disponible, para que, al instalarlo, no sea demasiado grande o tan pequeño que resulte incómodo.
En cuanto al peso, es importante estudiar el terreno en el que se va a colocar para ver si es viable.
Funciones que incluye
Además del calentador de agua, la de masaje de aire, que se consigue gracias una bomba denominada soplante, es una de las funciones que más ayuda a mejorar la experiencia en el hidromasaje, ya que otorga beneficios muy saludables al baño.
Dónde colocarlo
Analice bien dónde va a colocarlo según sus gustos y necesidades. Puede situarlo bajo el sol, debajo de un techo abierto, o en una zona más resguardada para poder usarlo también en invierno, ya que con el calentador que incluye, obtendrá una temperatura del agua de entre 26 y 39 grados.
Pero lo más relevante a la hora de instalar un jacuzzi es su base, ya que debe ser lo suficientemente resistente y firme para soportar los litros de agua que acumulará en su interior. Además, los expertos recomiendan situarlo lejos de las ventanas de dormitorios y otras zonas sensibles de la casa para evitar que los ruidos y humedades que genera pasen al interior. Si tiene ya una piscina, una buena idea es colocar el jacuzzi junto a ella.
Tipos de jacuzzi para exterior
Jacuzzi de obra
Son los más resistentes y duraderos con el paso del tiempo, pero también los más caros. Su instalación es muy similar a la de una piscina: se requiere de un permiso de obras y de profesionales cualificados para su montaje.
Existen muchas opciones de jacuzzis de obra, desde los independientes, hasta los que se integran dentro de una piscina, o el culmen de todos: los jacuzzis desbordantes, que son aquellos que se diseñan creando un efecto infinito con el que, visualmente, parecen juntarse con el horizonte.
Jacuzzi prefabricado
Son aquellos que ya disponen de vaso, el cual se puede colocar apoyado sobre la mampostería en el suelo excavado, junto a una piscina o sobre el suelo directamente. En el caso de que se quiera excavar para instalarlo, hay que pedir un permiso de obras en el ayuntamiento.
La ventaja de este tipo de jacuzzis es que son algo más económicos que los anteriores y, además, los hay en una gran variedad de modelos, estilos y acabados, con materiales que van desde la fibra de vidrio hasta los acrílicos, con bases de madera, hormigón o metal.
Jacuzzi hinchable
Es la opción más práctica y barata de jacuzzis de exterior. Se trata de un vaso hinchable realizado con algún material sintético que lleva incluidos los sistemas de calentamiento del agua, las bombas de presión, los motores y los filtros.
Su peso ligero permite trasportarlo fácilmente, se puede colocar en cualquier parte sin necesidad de solicitar ningún permiso y, una vez inflado, está listo para usarse en ese mismo momento. Solo necesita una toma de corriente y otra de agua.
Mantenimiento de un jacuzzi exterior
El mantenimiento de un jacuzzi exterior es similar al de una piscina. Se debe controlar el PH del agua para comprobar su alcalinidad y acidez usando productos específicos para ello. También hay que utilizar un limpia fondos y desinfectantes para que el agua esté en las condiciones higiénicas óptimas, ya que al funcionar con agua caliente puede favorecer la aparición de bacterias.
Además, es recomendable cubrir la superficie con una lona cuando no se esté usando para evitar que las hojas y la suciedad caigan dentro y para mantener estable la temperatura del agua.
¿Qué debe tener en cuenta antes de comprarlo?
Antes de lanzarse a la compra de su jacuzzi exterior, debe valorar ciertos aspectos que marcarán el tipo de jacuzzi que elija, sus funciones, dimensiones, etc.
La energía que va a consumir
Suele oscilar entre 1,5 y 4,5 kWh, según la cantidad de bombas instaladas y la potencia de las mismas. Como cabe esperar, cuantas más bombas tenga un jacuzzi, el consumo eléctrico será mayor.
Además, hay que tener en cuenta que el resto de funciones y mecanismos del jacuzzi (como el calentador del agua) aumentan la cantidad de energía gastada.
El tamaño y el peso
El primero debe elegirse según el espacio disponible, para que, al instalarlo, no sea demasiado grande o tan pequeño que resulte incómodo.
En cuanto al peso, es importante estudiar el terreno en el que se va a colocar para ver si es viable.
Funciones que incluye
Además del calentador de agua, la de masaje de aire, que se consigue gracias una bomba denominada soplante, es una de las funciones que más ayuda a mejorar la experiencia en el hidromasaje, ya que otorga beneficios muy saludables al baño.
Dónde colocarlo
Analice bien dónde va a colocarlo según sus gustos y necesidades. Puede situarlo bajo el sol, debajo de un techo abierto, o en una zona más resguardada para poder usarlo también en invierno, ya que con el calentador que incluye, obtendrá una temperatura del agua de entre 26 y 39 grados.
Pero lo más relevante a la hora de instalar un jacuzzi es su base, ya que debe ser lo suficientemente resistente y firme para soportar los litros de agua que acumulará en su interior. Además, los expertos recomiendan situarlo lejos de las ventanas de dormitorios y otras zonas sensibles de la casa para evitar que los ruidos y humedades que genera pasen al interior. Si tiene ya una piscina, una buena idea es colocar el jacuzzi junto a ella.
Tipos de jacuzzi para exterior
Jacuzzi de obra
Son los más resistentes y duraderos con el paso del tiempo, pero también los más caros. Su instalación es muy similar a la de una piscina: se requiere de un permiso de obras y de profesionales cualificados para su montaje.
Existen muchas opciones de jacuzzis de obra, desde los independientes, hasta los que se integran dentro de una piscina, o el culmen de todos: los jacuzzis desbordantes, que son aquellos que se diseñan creando un efecto infinito con el que, visualmente, parecen juntarse con el horizonte.
Jacuzzi prefabricado
Son aquellos que ya disponen de vaso, el cual se puede colocar apoyado sobre la mampostería en el suelo excavado, junto a una piscina o sobre el suelo directamente. En el caso de que se quiera excavar para instalarlo, hay que pedir un permiso de obras en el ayuntamiento.
La ventaja de este tipo de jacuzzis es que son algo más económicos que los anteriores y, además, los hay en una gran variedad de modelos, estilos y acabados, con materiales que van desde la fibra de vidrio hasta los acrílicos, con bases de madera, hormigón o metal.
Jacuzzi hinchable
Es la opción más práctica y barata de jacuzzis de exterior. Se trata de un vaso hinchable realizado con algún material sintético que lleva incluidos los sistemas de calentamiento del agua, las bombas de presión, los motores y los filtros.
Su peso ligero permite trasportarlo fácilmente, se puede colocar en cualquier parte sin necesidad de solicitar ningún permiso y, una vez inflado, está listo para usarse en ese mismo momento. Solo necesita una toma de corriente y otra de agua.
Mantenimiento de un jacuzzi exterior
El mantenimiento de un jacuzzi exterior es similar al de una piscina. Se debe controlar el PH del agua para comprobar su alcalinidad y acidez usando productos específicos para ello. También hay que utilizar un limpia fondos y desinfectantes para que el agua esté en las condiciones higiénicas óptimas, ya que al funcionar con agua caliente puede favorecer la aparición de bacterias.
Además, es recomendable cubrir la superficie con una lona cuando no se esté usando para evitar que las hojas y la suciedad caigan dentro y para mantener estable la temperatura del agua.
Vía: Hogar Mapfre
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