La particular planta del edificio, que sugería la silueta de un elefante, inspiró un trazado escultórico de líneas orgánicas, para atenuar y optimizar el encuentro entre las nuevas divisiones interiores y el contorno preexistente.
La propuesta conceptual invita a la vegetación y el espacio exterior a empapar el interior de tonos musgosos, maderas nativas y piedras, dando la sensación de un barco hundido. Por otra parte, da salida directa desde los recintos principales a la terraza para tener la experiencia única de reuniones a cielo abierto.
El cliente, un hombre sensible a las artes y abierto a la innovación, contactó personalmente a los artistas Fernando Casasempere y Amelia Campino, y coordinó varias reuniones para hacerlos partícipes de la ubicación, entorno directo y condiciones lumínicas de sus obras.
El proyecto de iluminación a cargo de Victoria Campino, combina luces intensas y tenues para potenciar los volúmenes y la materialidad de los revestimientos interiores, además de destacar el trazado curvo por medio de baños de luz. Todo el sistema de iluminación está comandado por sensores de domótica.
Para más información visiten: León Campino Arquitectura
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