El Restaurante Pracer ganó el 2º Premio Incitus que lo destacaba como la propuesta hostelera más innovadora del año en Galicia. El galardón gallego, que promueve el desarrollo de empresas del sector hostelería, fue entregado por los estrellados chefs Pepe Solla, Marcos Morán y Xoán Crujeiras, que lo reconocía como una apuesta arriesgada por una desacomplejada cocina de Km. 0 con una singular puesta en escena.
La propuesta de valor de Moncho Bargo y Javi Freijeiro, chefs y propietarios de Pracer, cuyo nombre es toda una declaración de intenciones (pracer es placer en gallego), gira en torno a unos objetivos estratégicos claros y precisos. Poco personal, óptima capacidad y máxima prioridad a la experiencia gastro-musical.
El diseño llevado a cabo por Iván Cotado parte de un local de superficie reducida y con una morfología trapezoidal irregular: 70 metros cuadrados de planta más 25 de entreplanta y capacidad para 40 comensales. Una cocina-barra de 22 m2, tres almacenes que suman más de 14 m2, aseos, reservado, un escenario y una cabina para DJ, puesto que la música es un ingrediente principal en la propuesta del local.
Se dispone una barra central en «U» que subraya el espectáculo gastronómico y facilita la atención directa por parte del cocinero. El reservado, convertible a escenario para monólogos y actuaciones musicales, la cabina del DJ sobre el hall de entrada, las mesas bajas y una minibarra lateral para esperas y picos de actividad desarrollan la versatilidad estratégica del restaurante.
Un excelso graffiti del artista Sebla preside el local, con un gran cefalópodo y un jugoso cerdo que representan las respectivas preferencias mar y tierra de los chefs, así como la ambientación, de temática musical, que hace referencia a la pasión de los propietarios por este arte que comparten de forma regular con una interesante agenda de propuestas.
Trusspara la iluminación central, lámparas a partir de platos de batería y una adusta paleta de materiales inspirada en el espíritu underground de los espacios industriales berlineses post caída del muro.
Flight cases como almacenaje y bajo la barra, backline y amplis en la entreplanta, vallados de simple torsión, hormigón, ladrillo caravista y chapa pegaso acaban de conformar la ambientación de esta taberna casual para foodies melómanos que hará las delicias de un público para el que comer es mucho más que alimentarse.
Fotografías: Iván Casal Nieto
Fotografías: Iván Casal Nieto
Para más información visiten: Iván Cotado
Vía: Infurma
No hay comentarios:
Publicar un comentario