domingo, 31 de marzo de 2019

Core Kensington por Studio Wolter Navarro

Los dueños de Core Kensington – una pareja mexicano-noruega- les contactaron para diseñar su nuevo studio de Pilates reformer en Londres. Su aspiración desde el comienzo del proyecto fue conseguir un espacio de alta calidad, donde los usuarios se inspiren y relajen. Un lugar donde arquitectura y deporte van de la mano. Era clave para ellos que el espacio estuviera al nivel de las expectativas de la clientela única de Core Kensington, a quien ofrecen clases altamente personalizadas, durante sesiones que incluyen un máximo de 6 participantes.
El proyecto hace guiños a elementos de raíces noruegas y mexicanas, incluyendo una celosía y elementos de madera de douglas fir, ampliamente usada en interiores escandinavos.
El mayor reto fue conseguir encajar los múltiples requisitos programáticos en un local de tamaño bastante reducido. El espacio tenía que incluir nueve máquinas reformer de gran tamaño, una recepción, dos habitáculos para cambiar de ropa, suficiente espacio de almacenamiento para los múltiples accesorios necesarios para la práctica de este deporte, taquillas para los clientes, un aseo y un área para hacer café y beber agua.
Con la intención de crear un espacio abierto y con circulación ininterrumpida, tomaron la decisión radical de que solo haya una puerta (la que da al aseo), que de hecho es corredera y está abierta la mayor parte del tiempo.
En el centro del espacio, una pared inspirada en las celosías mexicanas separa las distintas áreas sin reducir la sensación de amplitud y apertura. Esta pared permite que el aire y la luz pasen a través, mientras genera un espacio íntimo en el estudio principal.
En la recepción, una de las baldosas se levanta del suelo hasta convertirse en un macetero que actúa como barrera física entre recepción y estudio principal. Esto impide que los visitantes entren a las clases directamente, pero les permite verlas a través de las hojas del eucalipto plantado en la maceta.
Mediante el uso creativo de la madera consiguieron resolver las amplias necesidades de almacenamiento. Todos los accesorios están escondidos detrás de puertas, para evitar que el espacio aparezca demasiado lleno de distracciones. La excepción son las bolas de Pilates, a través de los cortes circulares los clientes saben dónde encontrarlas fácilmente, y las bolas añaden un toque de color al espacio.
Diseñaron todos los elementos de madera y terrazo especialmente para el espacio. Los elementos de madera fueron construidos por el ebanista Juan Junca, que con sus habilidades consiguió resolver retos técnicos como las juntas en cascada o el hecho de que las piezas están hechas con una única tabla de suelo a techo. Esto hace que el resultado sea muy arquitectónico, y le da toda la atención a la veta de la madera.
Todos los materiales han sido elegidos para ser tocados. Querían introducir la experiencia táctil del espacio como parte de la experiencia del ejercicio. Las temperaturas de los distintos materiales generan distintas sensaciones térmicas que despiertan plenamente los sentidos tras las sesiones de Pilates.


Para más información visiten: Studio Wolter Navarro

























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