Ubicado en una tranquila calle de Estocolmo, justo al lado del centro cultural, emerge Bank Hotel. El lujoso hotel boutique, obra original del arquitecto sueco Thor Thorén, aún mantiene detalles de su centenaria historia transcurrida a través de las distintas entidades bancarias que lo ocuparon. Su dos enormes y opulentas puertas dobles de bronce no solo rinden homenaje a su pasado, sino que son una clara declaración de intenciones: adiós al minimalismo escandinavo.
Un palacio renacentista muy actual
El interiorismo de Bank Hotel es de todo menos anodino. Un sorprendente mix entre opulencia, extravagancia, modernidad, arrogancia artistocrática y art déco; y, aún así, elegante. A pesar de hallarse en pleno Estocolmo, el hotel se aleja completamente del estilo nórdico y apuesta por una reinterpretación de los palacios renacentistas en clave contemporánea. Colores dorados, mucho mármol, tapicería de terciopelo por doquier, revestimentos de madera y suelos ajedrezados conforman una atmósfera de película.
Bonnie’s Restaurant
Bonnie’s es el restaurante principal. Ubicado en el antiguo salón del banco, es ,sin duda alguna, la estrella del hotel. Un impresionante techo acristalado de 6 metros de altura inunda el espacio de luz natural. Los asientos, tapizados de con un vivo terciopelo verde, contrastan con el suelo blanco y negro y la gran alfombra roja. Al fondo, un espectacular mostrador de caoba recibe a los comensales.
El Papillon Bar
El hotel cuenta con tres bares. Uno en la azotea (que se inaugurará próximamente) y dos en la planta baja: el Sophie’s Bar y el Papillon. El diseño interior de éste está inspirado en el despacho personal del director del banco. El mármol pulido, las paredes de caoba, el suelo enmoquetado y las butacas tapizadas invitan a tomarse uno (o varios) cócteles.
Sobriedad para las habitaciones
El interiorismo de las 115 habitaciones, proyecto de Ida Lauga y Lo Biurlf, es más rebajado. Para crear una atmósfera acogedora, a la par de sofisticada, los diseñadores han elegido colores suaves y materiales naturales, como madera en tonos claros y piedra. La tapicería, de telas exclusivas, es el único elemento que aporta un toque de color.
Bonnie’s Restaurant
Bonnie’s es el restaurante principal. Ubicado en el antiguo salón del banco, es ,sin duda alguna, la estrella del hotel. Un impresionante techo acristalado de 6 metros de altura inunda el espacio de luz natural. Los asientos, tapizados de con un vivo terciopelo verde, contrastan con el suelo blanco y negro y la gran alfombra roja. Al fondo, un espectacular mostrador de caoba recibe a los comensales.
El Papillon Bar
El hotel cuenta con tres bares. Uno en la azotea (que se inaugurará próximamente) y dos en la planta baja: el Sophie’s Bar y el Papillon. El diseño interior de éste está inspirado en el despacho personal del director del banco. El mármol pulido, las paredes de caoba, el suelo enmoquetado y las butacas tapizadas invitan a tomarse uno (o varios) cócteles.
Sobriedad para las habitaciones
El interiorismo de las 115 habitaciones, proyecto de Ida Lauga y Lo Biurlf, es más rebajado. Para crear una atmósfera acogedora, a la par de sofisticada, los diseñadores han elegido colores suaves y materiales naturales, como madera en tonos claros y piedra. La tapicería, de telas exclusivas, es el único elemento que aporta un toque de color.
Para más información visiten: Ida Lauga, Bank Hotel
Vía: diarioDESIGN
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