lunes, 3 de diciembre de 2018

Una peluquería para todos los públicos por Nan Arquitectos

PELUQUERÍA SONIA PORTELA:
Ésta es la primera peluquería de Sonia Portela como proyecto personal y ha sido el equipo de NAN Arquitectos el encargado de darle forma a partir de cuatro deseos: que “fuera un local para todos los públicos, con cierta tendencia femenina, elegante y joven”. La propietaria también quería que su nuevo negocio “marcara una tendencia estética que representara su ética profesional y a su target de clientes”. Como estos deseos no tenían nada que ver con el local existente que, acogía el mismo tipo de negocio, pero con una estética obsoleta y fría, carpinterías doradas, expositores de cristal, intervenciones sin criterio y detalles que transportaban a la década de los 80, todo se reformó para transformarlo en un espacio atemporal, cálido y funcional.
La primera etapa vino dada por la ubicación privilegiada de la peluquería, situada en un bulevar de alto tránsito peatonal. Lo que llevó a buscar la atención de las personas que pasasen por allí. Con tal fin, se abrieron las fachadas a la calle, permitiendo la visión del interior a través de las superficies acristaladas de suelo a techo. Explican los autores del diseño que llevaron “la fachada a la línea exterior del local, marcando la entrada para dirigir al cliente y, a su vez, generar una sala de espera abierta y llena de luz natural. Creamos un diseño reticular con carpintería de hierro lacado negro para potenciar la sensación de elegancia tradicional que representa a esta profesión”.
Dos volúmenes acristalados.
En el interior de la peluquería, los diferentes niveles de privacidad marcan la distribución: desde la zona de espera, en la entrada, hasta los baños, al fondo del local. Dos bloques de cristal translúcido enfrentados albergan aquellas funciones más íntimas y sirven para organizar el resto de la peluquería, que presenta una refinada estética industrial marcada por la atemporalidad, el mobiliario de madera y el acero negro. A continuación de los dos cubos, se encuentra la zona de lavado.
Un techo de chapa microperforada, que potencia la presencia de los dos volúmenes acristalados, se combina con el resto de techos que marcan las diferentes funciones: falso techo en sala de espera, entrada y mostrador de cobro y forjado visto en la zona de trabajo.
Además del techo, también el mobiliario se encarga de separar las diferentes zonas, haciendo que no sea necesaria la existencia de tabiques. De madera de castaño, con frentes limpios de tiradores y con detalles curvados, las diferentes piezas se distribuyen dando forma a la sala de espera, la zona de cobro, la zona central de trabajo, espacio de almacenamiento y de exposición de productos.
Madera de castaño y hierro negro.
Explica el estudio, formado por Wenceslao López, Vicente Pillado y Alberto Reiriz, que “se ha buscado la sutileza de la curva, la suavidad de las líneas que trasmite la naturalidad del cabello se ha representado en madera de castaño claro aportando el punto de calidez necesario para el confort combinado con detalles en hierro negro. La sinceridad de materiales como el techo en forjado visto, el pavimento de hormigón pulido y el hierro se ven contrarrestados por la elegancia y nobleza de la madera generando un resultante industrial refinado, un lugar en el que ir a tratarse el pelo es algo más que una necesidad”.
Por último, la zona de guardarropía, situada entre la sala de espera y el área de trabajo, proporciona cierta intimidad cuando se está trabajando. El mostrador de cobro, además de estar protegido de miradas indiscretas, está ubicado de forma que permite controlar las zonas más relevantes del establecimiento y tiene la doble función de albergar también el puesto de maquillaje.

Para más información visiten: Nan Arquitectos

















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