La ducha escocesa puede ser pequeña, a modo de columna que echa chorros de agua. También puede ser varias paredes o varias columnas a la vez, lo que se puede parecer a la sauna, con la diferencia de que la ducha escocesa no está cerrada.
Ducha escocesa para su salud
La hidroterapia es el arte de utilizar el agua para mejorar sobre todo el sistema circulatorio de nuestro cuerpo. Consiste en alternar algunos minutos de agua caliente, para a continuación ducharnos con agua fría. Así sucesivamente, hasta acabar con agua fría. Con este contraste de temperatura, las venas se encogen y se ensanchan, y se favorece la circulación sanguínea y una mejoría en la tonificación de la piel. Ya no hace falta ir a ningún spa para conseguirlo, ya que podemos instalar esta nueva tendencia escocesa en nuestra casa.
Ducha escocesa en nuestra casa
Si tenemos un baño amplio y espacioso, podemos optar por instalar una ducha escocesa amplia, que puede ocupar dos o tres paredes, para situar varios chorros en diferentes direcciones. Podemos hacer los chorros en la pared, o colocarlos a través de una varias columnas que colocaremos en cada pared. Hay también una ducha escocesa más sencilla, adecuada para espacios más limitados, con una sola columna en una de las esquinas de la habitación: conseguiremos el mismo objetivo con menos espacio. Si quiere una ducha escocesa original, puede seguir estos consejos para conseguirlo:
Ducha de color: utilice un color fuerte para crear contraste con las paredes y darle un toque de alegría.
Coloque una barra circular alrededor de la columna. Podrá apoyarse en ella mientras se relaja y disfruta de los chorros de la ducha escocesa.
Coloque una barra circular alrededor de la columna. Podrá apoyarse en ella mientras se relaja y disfruta de los chorros de la ducha escocesa.
Vía: Westwing
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