El Huacal es un restaurante de comida orgánica de 400 metros cuadrados diseñado por el estudio eos méxico en el que se ha procurado que todo el diseño fuera respaldado por el concepto trabajado. Toma su nombre de los huacales o guacales, que en diversas partes de Hispanoamérica y España definen una “especie de cesta o jaula formada de varillas de madera, que se utiliza para el transporte de loza, cristal, frutas, etc”.
Se ha llevado a cabo un diseño integral que abarca desde el mobiliario, sillas, mesas, barras, estantes, expositores, hasta acabados, el mosaico del suelo, la decoración del muro principal, incluso la colocación del suelo de la terraza y todo el muro de la terraza.
Desde el exterior llama la atención la celosía decorativa del muro, que produce mágicos efectos lumínicos en la parte superior y le da una identidad muy marcada. Además el recubrimiento está realizado en madera recuperada y pintada de blanco, un aire acogedor y casero que da paso al vestíbulo desde el que se ven el área central, la panadería y parte de la terraza abierta.
En la parte izquierda se encuentra la Tiendita, un espacio con referencia a las clásicas cremerías y puestos de mercado donde el cliente podrá comprar desde la crema de Tapalpa, el pan hecho en casa, galletas, pasteles, frutas y cócteles, zumos, paninis, carnes frías, yogur, quesos finos, mermeladas y productos delicatesen principalmente orgánicos. Su mobiliario está inspirado en los puestos de mercados, pescaderías y “tienditas populares”, donde los mostradores están normalmente recubiertos con azulejos blancos. Las estanterías de exhibición y venta son de madera clara natural. En definitiva, una “tiendita”, donde se puede entrar a comprar algo para llevar o para consumirlo ahí mismo.
Y ahí entra en escena el área central, para degustar alimentos a la carta o bien los comprados en la tiendita. Es un espacio de doble altura con un muro protagonista decorado con piezas diseñadas especialmente por el estudio, tejidas a mano por artesanos de Jalisco y que toman como referencia las hojas de un ficus. En esta zona frente a la panadería predomina el olor a pan recién hecho en todo momento. El piso es de mosaico de pasta diseñado especialmente por el estudio, y representa las cajas de frutas y verduras (huacales) que todos los días se mueven en los mercados mexicanos.
La panadería es un espacio muy especial en el que se ubica el horno de leña para pizzas y panes, cuyo techo se mantiene con bóvedas de ladrillo para disfrutar de una iluminación indirecta que destaca las texturas de los materiales. En esta área se ubica también la barra del restaurante forrada con madera recuperada de tarimas industriales de desecho.
Por último, el Área Café es un espacio multifuncional con sillones cómodos para poder trabajar y tomar algo servido desde su propia barra, desde el clásico café americano hasta las combinaciones más exóticas, y comprar café orgánico por kilos. Gracias a sus ventanas es un espacio semiabierto y muy iluminado, que da a la fachada de celosía aportando privacidad y permitiendo el paso de la luz, además de un olor particular a barro en época de lluvias.
El Huacal dispone de dos terrazas, en el primer piso y el segundo. Son espacios que motivan al relax y se integran con el parque que lo circunda.
El mobiliario más destacado está formado por las sillas N, diseñadas para todo el restaurante, de líneas simples que hacen un juego especial en la relación respaldo-asiento. Esta particular característica le aporta originalidad, ligereza y flexibilidad. Su diseño sintetiza los elementos de un huacal (caja de frutas) congruente con el concepto orgánico del restaurante. Además, el corte en el respaldo sirve para poder colgar bolsas o mochilas de los visitantes.
Para más información visiten: eosméxico
Vía: diarioDESIGN
Se ha llevado a cabo un diseño integral que abarca desde el mobiliario, sillas, mesas, barras, estantes, expositores, hasta acabados, el mosaico del suelo, la decoración del muro principal, incluso la colocación del suelo de la terraza y todo el muro de la terraza.
Desde el exterior llama la atención la celosía decorativa del muro, que produce mágicos efectos lumínicos en la parte superior y le da una identidad muy marcada. Además el recubrimiento está realizado en madera recuperada y pintada de blanco, un aire acogedor y casero que da paso al vestíbulo desde el que se ven el área central, la panadería y parte de la terraza abierta.
En la parte izquierda se encuentra la Tiendita, un espacio con referencia a las clásicas cremerías y puestos de mercado donde el cliente podrá comprar desde la crema de Tapalpa, el pan hecho en casa, galletas, pasteles, frutas y cócteles, zumos, paninis, carnes frías, yogur, quesos finos, mermeladas y productos delicatesen principalmente orgánicos. Su mobiliario está inspirado en los puestos de mercados, pescaderías y “tienditas populares”, donde los mostradores están normalmente recubiertos con azulejos blancos. Las estanterías de exhibición y venta son de madera clara natural. En definitiva, una “tiendita”, donde se puede entrar a comprar algo para llevar o para consumirlo ahí mismo.
Y ahí entra en escena el área central, para degustar alimentos a la carta o bien los comprados en la tiendita. Es un espacio de doble altura con un muro protagonista decorado con piezas diseñadas especialmente por el estudio, tejidas a mano por artesanos de Jalisco y que toman como referencia las hojas de un ficus. En esta zona frente a la panadería predomina el olor a pan recién hecho en todo momento. El piso es de mosaico de pasta diseñado especialmente por el estudio, y representa las cajas de frutas y verduras (huacales) que todos los días se mueven en los mercados mexicanos.
La panadería es un espacio muy especial en el que se ubica el horno de leña para pizzas y panes, cuyo techo se mantiene con bóvedas de ladrillo para disfrutar de una iluminación indirecta que destaca las texturas de los materiales. En esta área se ubica también la barra del restaurante forrada con madera recuperada de tarimas industriales de desecho.
Por último, el Área Café es un espacio multifuncional con sillones cómodos para poder trabajar y tomar algo servido desde su propia barra, desde el clásico café americano hasta las combinaciones más exóticas, y comprar café orgánico por kilos. Gracias a sus ventanas es un espacio semiabierto y muy iluminado, que da a la fachada de celosía aportando privacidad y permitiendo el paso de la luz, además de un olor particular a barro en época de lluvias.
El Huacal dispone de dos terrazas, en el primer piso y el segundo. Son espacios que motivan al relax y se integran con el parque que lo circunda.
El mobiliario más destacado está formado por las sillas N, diseñadas para todo el restaurante, de líneas simples que hacen un juego especial en la relación respaldo-asiento. Esta particular característica le aporta originalidad, ligereza y flexibilidad. Su diseño sintetiza los elementos de un huacal (caja de frutas) congruente con el concepto orgánico del restaurante. Además, el corte en el respaldo sirve para poder colgar bolsas o mochilas de los visitantes.
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Vía: diarioDESIGN
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