Workstead es una firma de diseño neoyorkina fundada en 2009 por Stefanie Brechbuehler y Robert Andrew Highsmit. La cocina de madera que hoy les queremos enseñar, quizás sea uno de sus diseños fetiche: simple, útil y bella.
Muchos carpinteros podrían realizarla, pero han sido ellos quienes han conseguido con una simple idea, modernizar un sencillo diseño: agujereando la madera, el tirador hueco aligera la cocina, hecha con frontales lisos y decapados.
Los frontales se han pintado de gris, acorde a un espacio de tintes industriales. Un decapado que, además, le confiere un espíritu retro. Los pomos de las puertas, mejor dicho, los agujeros que simulan los pomos, recuerdan también los muebles de cocina de algunos barcos de madera antiguos.
Para dar un toque moderno al espacio, el estudio Workstead ha optado por alicatar el frontal de la cocina con unos pequeños azulejos en gris claro brillante. Ese brillo consigue aportar modernidad a la cocina, haciéndola menos rústica.
Los electrodomésticos se han elegido en consonancia: acero pulido para el horno y la campana. Asimismo, se ha optado por un limpio claro para la encimera que aligera la cocina de tanto tono frío (con demasiado gris se puede obtener ese resultado).
Una cocina así queda realmente bien en un loft y en un apartamento masculino. Para una casa más femenina, bastaría con cambiar el suelo, de color marrón, por otro más colorido (cemento pulido en azul, por ejemplo) o neutro (en blanco roto). Y es perfecta para espacios pequeños, ya que los muebles pueden continuar más allá de la cocina, convirtiéndose en armarios de almacenaje para todo tipo de productos (libros, CD) o como despensa.
La propuesta del estudio Workstead, asentados en el barrio de Brooklyn, tiene un inconveniente: en los agujeros de madera de los frontales de madera tenderá a acumularse el polvo y la grasa. Al ser una superficie de madera, su limpieza requerirá más tiempo que si fuera de PVC. Exceptuenado esta pequeña pega, esta cocina rezuma estilo y buen hacer decorativo.
Para más información visiten: Workstead
Vía: Decorablog
Muchos carpinteros podrían realizarla, pero han sido ellos quienes han conseguido con una simple idea, modernizar un sencillo diseño: agujereando la madera, el tirador hueco aligera la cocina, hecha con frontales lisos y decapados.
Los frontales se han pintado de gris, acorde a un espacio de tintes industriales. Un decapado que, además, le confiere un espíritu retro. Los pomos de las puertas, mejor dicho, los agujeros que simulan los pomos, recuerdan también los muebles de cocina de algunos barcos de madera antiguos.
Para dar un toque moderno al espacio, el estudio Workstead ha optado por alicatar el frontal de la cocina con unos pequeños azulejos en gris claro brillante. Ese brillo consigue aportar modernidad a la cocina, haciéndola menos rústica.
Los electrodomésticos se han elegido en consonancia: acero pulido para el horno y la campana. Asimismo, se ha optado por un limpio claro para la encimera que aligera la cocina de tanto tono frío (con demasiado gris se puede obtener ese resultado).
Una cocina así queda realmente bien en un loft y en un apartamento masculino. Para una casa más femenina, bastaría con cambiar el suelo, de color marrón, por otro más colorido (cemento pulido en azul, por ejemplo) o neutro (en blanco roto). Y es perfecta para espacios pequeños, ya que los muebles pueden continuar más allá de la cocina, convirtiéndose en armarios de almacenaje para todo tipo de productos (libros, CD) o como despensa.
La propuesta del estudio Workstead, asentados en el barrio de Brooklyn, tiene un inconveniente: en los agujeros de madera de los frontales de madera tenderá a acumularse el polvo y la grasa. Al ser una superficie de madera, su limpieza requerirá más tiempo que si fuera de PVC. Exceptuenado esta pequeña pega, esta cocina rezuma estilo y buen hacer decorativo.
Para más información visiten: Workstead
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