lunes, 27 de enero de 2020

Bancos corridos para la cocina: ¿Son cómodos?

El banco corrido es una tendencia de moda, aunque si miramos las cocinas de hace unos años, incluso aquellas más tradicionales, descubriremos este tipo de asiento hasta en cocinas del siglo pasado. El banco corrido es una forma de ahorrar espacio y aportar continuidad a un espacio del hogar.
¿Le interesa poner un banco corrido en su cocina? si se lo estás pensando, la respuesta es sí, es una gran elección que podría encajar muy bien en la armonía de su hogar. El tema del estilo, el tamaño o la utilidad pueden arreglarse porque la oferta es amplia y variada, por lo que el consejo de los decoradores es si quiere un banco corrido en su cocina, póngalo, no se arrepentirá.

Ventajas del banco corrido en una cocina

El ahorro de espacio es tradicionalmente la gran ventaja que se atribuye a los bancos de este tipo, pero no es la única, aunque si es cierto que es una de las razones principales por las que contar con este tipo de asiento en espacios pequeños o irregulares es una buena idea.

Cualquier estilo

El banco corrido tiene fama de tradicional y rústico, pero cuando empiece a mirar la oferta de bancos corridos que hay actualmente, descubrirá que en realidad pueden ser elegantes, modernos, básicos, de estilo nórdico o 100 por 100 personalizables.

Los bancos corridos son de madera, pero también pueden ser de forja, combinar con tapicerías de mil colores con estampados… en cuanto a formas, pueden ser muy básicos y sencillos para pasar casi desapercibidos, pero también pueden convertirse en elementos de gran personalidad y estilo. Por supuesto, son elementos de recurso en decoraciones nórdicas e industriales, las dos tendencias de moda.

Perfecto para hacer a medida

En cocinas o comedores irregulares o con espacios de formas poco comunes, los bancos corridos suelen ser un recurso interesante porque se pueden hacer a medida con bastante facilidad y adaptarse aprovechando esquinas y todo el espacio con gran facilidad.

En cocinas donde reinan los pilares, las columnas o esos típicos elementos de la arquitectura que siempre incomodan cualquier decoración, los bancos son una solución para conseguir espacio para acomodar a la mesa a muchas más personas.

Ganas en capacidad

La misma mesa que con sillas puede albergar a 4 personas con un banco corrido a cada lado puede acomodar a 6 y, además, puede aprovechar ambas cabeceras para que se sienten más comensales en sillas aparte.

Aunque no lo parece, las sillas ocupan espacio a su alrededor, incluso aquellas más básicas y sencillas. Sin embargo, ocurre justo lo contrario con los bancos: solo hay dos laterales con patas, no hay reposabrazos, no tienes respaldos… realmente si necesita muchos puestos en una mesa, un banco corrido es la solución para no perder nada de espacio.

Elemento versátil

No solo piense en un banco corrido para sentarse a la mesa, también puede ser perfecto para un dormitorio, un recibidor y, por supuesto, una terraza o un jardín. Los bancos corridos son elementos que fácilmente va a provechar en casa durante muchos años, aunque cambie de estilo o de funcionalidades las habitaciones de su casa. ¿Se pasas al blanco integral en su cocina? No hay problema el banco corrido puede pintarlo o dejarlo en madera para aportar un toque cálido.

Un banco corrido se mueve y transforma su uso con mucha facilidad, es un elemento sencillo y con muchas utilidades dentro de un hogar por lo que, si se decanta por adquirir una pieza de madera o materiales duraderos, va a tener un mueble para siempre. 

Un sola ¿desventaja? de los bancos en la cocina

La incomodidad de los bancos es la desventaja más argumentada a la hora de no recomendar un banco corrido para poner en la mesa de la cocina o el comedor. En cierta medida, hay que reconocer que sentarse en un banco es más incómodo que hacerlo en una silla, pero no necesariamente.

Los decoradores aconsejan poner siempre los bancos contra una pared y proteger esa zona con zócalos de azulejos o similar, evitando la pintura que sí puede rozarse con el contacto de las espaldas de las personas que se sientan en el banco.

Pero, además, recuerde que hay modelos con cómodos respaldos, anchos asientos y la posibilidad de ponerles cojines o tapizados. Con todo ello, el mito de la falta de confort se diluye por completo.

Vía: Hogar Mapfre

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