La sala principal se encuentra en el lado sur de la casa, la más luminosa. En la entrada de doble altura, un armario de madera blanco se encarga de distribuir el espacio y delimitar la zona de estar. “De esta manera, el salón, el comedor y la cocina se convierten en un entorno único donde el blanco de las paredes y el mobiliario realza el piso de roble natural y el revestimiento de mármol Cervaiole de la encimera y el salpicadero de la cocina”, explican los arquitectos.
Reducto de paz.
Unas escaleras de resina blanca conducen al altillo donde hay una agradable zona de descanso. Dos ventanas permiten que la luz penetre en el interior, creando una atmósfera inesperadamente brillante, ampliando el volumen del espacio interior. Debajo se encuentra el dormitorio con baño propio y un pequeño patio. Este reducto de paz está decorado con paredes blancas, pavimento de resina y un techo de madera que hacen que la habitación resulta cálida y acogedora. La estancia se completa con armarios y una cama diseñada por artesanos locales. Una bañera de hormigón empotrada y un lavabo monolítico en mármol travertino romano visten el baño principal.
El blanco y la madera son los protagonistas del proyecto de diseño de interiores de este apartamento minimalista pero acogedor, bien organizado y cuidado en cada detalle.
Para más información visiten: FADD Architects
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