El apartamento de planta cuadrada cuenta con una distribución tradicional, con espacios independientes. Sus 70 m² se distribuyen entre la sala de estar, el comedor, la cocina, una suite con baño y vestidor para la joven pareja y una segunda habitación -ahora sala de estudio- que tiene un pequeño baño con ducha.
Puertas correderas que amplían el espacio.
El espacio principal, que acoge la zona de día, cuenta con una gran pared de madera, en la parte posterior del comedor, que ofrece amplio espacio de almacenamiento, incluido un cuarto de servicio, permitiendo que el resto de la estancia sea más abierta y espaciosa. Desde el comedor, se accede directamente a la sala de estudio, donde las puertas correderas de cristal translúcido pueden abrirse por completo para crear un gran espacio donde reunirse con familiares y amigos.
La cocina, ubicada en la entrada del apartamento, se abre a la sala de estar a través de un fijo de cristal transparente, que ayuda a ampliar el espacio visualmente y permite, al mismo tiempo, el paso de la luz natural.
En un extremo del salón, se encuentra la puerta de entrada a la suite, una habitación cuidadosamente aprovechada que disfruta de un amplio frente de armarios dispuestos en forma de L y un cuarto de baño con bañera.
Un ambiente tranquilo.
La paleta de materiales y colores (madera, piedra y tonos beige) crean un ambiente tranquilo y con un toque natural. También las formas sencillas y limpias del mobiliario ayudan a potenciar esta atmósfera serena, que forma parte del enfoque minimalista con el que se han diseñado los interiores.
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