Juego de pasillos.
El pasillo de entrada es amplio, acogedor y permite un momento de relajación. A medida que uno se adentra en la casa, el corredor se divide en dos: uno conduce a la cocina y el otro, a su vez, se subdivide nuevamente dirigiendo hacia la sala de estar o los dormitorios. De esta manera, explica Tal Goldsmith, el visitante “se expone gradualmente a las diferentes áreas de la casa, eligiendo un eje y caminando a través de él mientras vislumbra los diferentes espacios que esperan al final de cada corredor”.
Cada uno de los pasillos tiene una gran puerta de cristal transparente y perfil de acero negro, y un revestimiento de hormigón con una textura vertical aleatoria. Las grandes puertas pivotantes cierran cada corredor para permitir a los ocupantes controlar el movimiento de sus hijos pequeños pero también la privacidad y el ruido. “Dado que el apartamento fue planeado para una familia joven con niños pequeños, también quisimos darles la oportunidad de jugar a juegos como el escondite”, concluye la diseñadora.
Para más información visiten: Tal Goldsmith Fish
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