Visitar las oficinas de LoCa Studio permite adentrarse en una de las naves industriales que originalmente dieron servicio a la primera Feria de Barcelona. Construida para la exposición universal de 1929 y posteriormente reconvertida en almacenes, la nave es hoy un complejo de galerías y estudios dedicados al arte y el diseño.
Dentro de la gran nave industrial, LoCa Studio ocupa otra más pequeña, de 9 metros de altura. Originalmente, con dos altillos en los extremos y un espacio central de mayor altura entre ellos. “Además de conectar los dos altillos y potenciar la entrada de luz natural en el interior, el proyecto mantiene las proporciones del espacio industrial original”, explican los arquitectos.
La intervención reorganiza el espacio original, muy compartimentado, conectando los altillos mediante una pasarela. Además de las zonas de trabajo, se ha reservado una zona de reuniones y office más protegida y recogida. Sin olvidar la fachada, que se abre aprovechando el descubrimiento de un arco de descarga.
Diseño artesanal y a medida
Adecuado para el trabajo, el mobiliario ha sido diseñado y producido en colaboración con un carpintero y un herrero. De igual forma, los elementos constructivos se han simplificado para facilitar su fabricación y reducir los costes. Estos se limitan principalmente a perfiles T de acero de 40mm, perfiles de madera de pino de 45mm, melamina blanca sin cantear de 22mm y contrachapado de abedul de 22mm.
“Hemos creado un espacio confortable y amplio, que facilita la colaboración y el trabajo en equipo”, señalan desde LoCa Studio. Por un lado, los altillos y la organización de los puestos de trabajo, que permiten la división por equipos y actividades. Y por el otro, la pasarela, la doble altura y la red, generando espacios de encuentro y descanso. Todo ello, en torno a un espacio central que promueve el buen rollo y el ambiente familiar y cercano que define a la empresa.
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