jueves, 7 de marzo de 2019

Discoteca diseñada por Arata Isozaki en Nueva York, bajo el lente de Timothy Hursley

En mayo de 1985, un antiguo teatro y sala de conciertos abrió sus puertas al público para la inauguración de un nuevo club nocturno en la ciudad de Nueva York. Ubicado en el 126 de la calle East 14th, el proyecto fue encargado por los empresarios Steve Rubell e Ian Schrager, propietarios del también célebre Studio 54, y fue concebido como una vibrante y luminosa estructura independiente dispuesta al interior de una cáscara más bien clásica, que aparece como un hermoso telón de fondo detrás de la limpia geometría de Isozaki.
"Como comentaba The New York Times en su edición del 20 de mayo de 1985: 'Arata Isozaki es al mismo tiempo una eminencia de la arquitectura japonesa y una fuente de algunas de sus ideas más frescas. Y todas las facetas del Sr. Isozaki se pueden ver en The Palladium'."
La gran grilla ortogonal presentaba un cierto espesor, a modo de cajas iluminadas y apiladas, enmarcando la pista de baile central y adecuando una serie de niveles superiores para el encuentro y descanso de los visitantes. Como resultado de la renovación, lo nuevo y lo antiguo contrastan dramáticamente, sin perder su belleza e integridad, e incluso potenciando sus cualidades espaciales y ornamentales para formar un todo provocativo y emocionante. Entre sus variados rincones, el espacio incluía increíbles obras de artistas como Jean-Michel Basquiat, Kenny Scharf, Keith Haring y Francesco Clemente.
Lamentablemente, el club nocturno cerró en 1997 y luego fue demolido, para convertirse en una residencia para estudiantes de la Universidad de Nueva York.
"Es raro que un arquitecto famoso diseñe una discoteca, y más aún que permita que este tipo de proyecto sea su debut en un país en el que está comenzando a alcanzar una buena reputación. Es como si Philip Johnson fuera a Japón para diseñar una casa de geishas, en lugar de un rascacielos', agregaba el periódico con ironía, celebrando la audacia de Isozaki al completar uno de sus primeros trabajos en los Estados Unidos."
El fotógrafo Timothy Hursley ha compartido con nosotros un impresionante conjunto de imágenes de The Palladium, mostrando no solo la espectacularidad de su arquitectura, sino también su éxito como un espacio para el baile y el entretenimiento de los neoyorquinos en los años 80 y 90.












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